-Y... ¿Para qué viniste a mi casa? -Me preguntó la pequeña mientras guardaba sus auriculares.
-Para hacer un trabajo... Un profesor nos dijo a tu hermano, a Logan y a mí que debíamos hacer un trabajo, y me dijeron que viniera a tu casa.-Le expliqué y me sonrió.
-Nunca te he visto...-Dijo ella mientras le brillaban los ojitos.
-Es que... soy nueva en la ciudad... y bueno, no tengo amigos.
-¿Kendall no es tu amigo?-Preguntó Emily.
-Emm... se podría decir que sí... bueno, no sé.-Sinceramente... ¿Qué éramos?
-Pero si él dijo antes que eras su amiga... ¿No lo quieres?-Me senté a un lado de la cama.
-Sí, sí, claro que lo quiero, pero... nos acabamos de conocer, y... No sé mucho de él.-Le volví a explicar.
-¡Hola!-Gritaron tanto desde la otra parte de la puerta que me sobresalté un poco, entró Logan y me dio un beso en la mejilla, se lo devolví y quedamos los cuatro mirándonos.
-Hola.-Le devolví el saludo.
-Me retrasé un poco... Mi madre estaba de mal humor.-Sonrió y le devolví la sonrisa.
-Bueno... ¿Empezamos a hacer los trabajos?-Preguntó Kendall sonriente también.
Los dos asentimos a la vez. Bajamos de nuevo al salón, dejando a su hermana sintiendo música, nosotros empezamos con el dichoso trabajo... pero con las tonterías de los dos chicos no se hizo tan duro... incluso al contrario, se hizo gracioso.
...
Después de un largo rato sin parar de menear la mano con el bolígrafo, por fin terminé lo que era mi parte. Me puse al lado de Logan para ver como iba, ya que era más lento, pero el sonido de unas llaves me hizo girarme hacia la puerta principal. "Mierda"... maldijo Kendall mientras se iba a algún desconocido sitio.
Narra Kendall:
No, no, no... ¡¡No podía ser!! Mi madre me había dicho que vendría sobre las nueve, no a las seis de la tarde... Tenía que entretenerla. No podía saber que Logan estaba en casa, si no, iba mal... yo iba mal. Me acerqué a la puerta, dejando a los chicos sentados en las sillas blancas.
-Hola, mamá...-Le pronuncié mientras cubría con mi ancha espalda cualquier vista.
-Hola, hijo. ¿Qué ocurre?-Preguntó al notar que no le dejaba ver nada.
-¿Por qué viniste tan pronto?-Pregunté cambiando de tema.
-Porque acabé las compras y los recados, tenía ganas de darme una ducha.-Subió una ceja- ¿Me vas a dejar ver algo, o qué?
-¿Ver? ¿Qué quieres ver? -Dije como si nada.
-Pues el camino para ir al salón, necesito dejar la compra en algún sitio, no querrás que se pudra.-Me empujó suavemente hacia un lado, pero volví a cubrir el paso.-¿¿Pero que te pasa, hijo??-Preguntó ya molesta.
-Nada, pero si quieres, yo dejo la comida, tu ve a darte esa ducha que tanto te hace falta.-Le expliqué.
-No, no, no... Aquí pasa algo, así que ya puedes quitarte del medio.-Pero como me conocía mi madre.
-Y si...-Se giró a verme- Y si te digo que hay alguien en casa...-Frunció el seño.
-¿Cómo? ¿Quién hay en casa?-Aún llevaba la compra en las manos.
-E-Es una chica...-Me sonrió de lado. No sabía la mentira que iba a contar.- Pues el caso es que me gusta un poco esa chica, y no quiero que lo estropees.
-¿Estropearlo? Venga ya, Kendall... Sólo... preséntamela. -Ahora estaba feliz.-Ya hacía mucho tiempo que no venían chicas a casa, desde que... Bueno, desde lo de Samantha.
-Pero te lo dije, ahora somos amigos...-Metí mis manos en los bolsillos.
-Bueno, Kendall, ya se sabe que cuando alguien rompe con alguien nunca se llevan del todo bien...
-¡Pero nosotros sí!-Me estaba molestando que dijera eso.
-Ya...-Rodó los ojos- ¿Me la presentas o no?
-Sí, claro, claro...-Fui a llamar a (Tn)_____ y a traerla para que me ayudara.
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Juntos hasta el fin (Kendall Schmidt, Logan Henderson & tú)
Любовные романы(Tn)_______ llega a Minnesota, la nueva ciudad donde le obligan a ir a vivir. Muy descontenta, deja a sus amigos y demás, pero... conoce a dos personas maravillosas. Uno es Logan Henderson, el chico rebelde que saca a su padre de las casillas, y el...