Prólogo

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Virgen en el siglo XXI

Ella le daba la espalda recostada, mientras el tenía una mano bajo su vestido veraniego, a la altura del pecho, oscilaba entre este y su estómago, y su otra mano se encontraba en su rostro, con un dedo dentro de la boca de la chica, ella no sabía que hacer-q… qué estoy…qué estoy, haciendo…?
                                                                        -^o0o^-

7:00 Am, residencia Kuchiki. Rukia se estaba preparando para asistir a clases  (N/A: Voy a utilizar el sistema escolar horario de mi país). Rukia era una niña de bien, o sea, no gustaba hacer rabiar a sus trabajadores padres, “padres”, su hermana Hisana era maestra, y había tomado la custodia de su hermana a una temprana edad por la muerte de sus padres reales. Hisana contrajo matrimonio con un empresario, Byakuya Kuchiki. Ambos ejercían como padres de Rukia, y ésta toda su vida supo sobre su verdadera historia, pero no le importaba, ¿Hermana, madre? Que importa, ella los amaba y eso era lo que importaba. Aunque se refería a ellos como padres.
Ah! Olvidé decir que Rukia tenía 15 años?
-¡Ya me voy mamá! -Dijo Rukia.
-¡Pero Rukia, la escuela no empieza sino en una hora más!- Le devolvió Hisana.
-¡Lo sé, pero me pasaré dónde Ichigo!-Dijo estas palabras y cerró la puerta. Hisana suspiró en el Living comedor con su café en mano. El rostro de Rukia apareció en la abierta ventana de su lado. Adiós mamá, te amo!-Y partió de forma definitiva.

Ichigo, Ichigo Kurosaki. Mejores amigos desde el preescolar, la extraña relación de estos dos se basaba en las peleas, golpes, palabrotas, jalones de pelo, abrazos, caricias… roces… espera, qué?
Remontándonos al inicio de esas caricias, desde pequeños que eran amigos, pero tuvieron que pasar dos años para que el pequeño Ichigo se empezase a interesar en la pequeñita Rukia. De ahí hasta hace un tiempo atrás, cuando Rukia era una mera niña de 14 años algo por el pelinaranja comenzó a nacer, las formas en las que el la trataba (aunque estuviese saliendo con alguien), los mimitos leves, todo fue un potenciador, pero lo que más amaba Rukia era cuando acariciaba su cabeza. Así juntó todas sus fuerzas, para que un día, un mes antes de su cumpleaños, se le declarase al pelinaranja (quien había sido, en términos coloquiales, “Friendzoneado” por años.
Si gente, estos dos habían sido pareja. Pero no duró mucho, casi 5 meses. Rukia iba lento y era primeriza en ese tema, toda su vida ha querido ser la niña que no le aproblemase la vida a sus papás, Rukia a sus 15 años, no toma, ni ha tomado, ni ha fumado, ni consumido drogas. Por otro lado, Ichigo había tomado, y lo hacía de vez en cuando. A escondidas de su papá Isshin y sus hermanas, Karin y Yuzu. El buscaba un desarrollo rápido, buscaba constante atención, era tsundere de vez en cuando, pero experimentaba algo que la mayoría de los adolescentes experimentaban a su edad: El deseo sexual.
Rukia había llegado a fuera de la Clínica Kurosaki, tocó el timbre, de la nada un Ichigo abría la ventana de su habitación y veía a Rukia.
-¡Hey enana!
-¡Enana tu… Mejor ven, baja y ábreme la puerta Zanahoria gigante!-Ichigo apoyado en el marco de la ventana le sacó la lengua-Muere…-dijo con una voz de ultratumba, un aura fantasmal la rodeaba.
Dentro de la casa se escuchó el ruido de grandes y pesadas pisadas, rápidas aparte. Se escuchó un golpe, al parecer se había caído algo, se escuchó un improperio sin terminar. Otra vez, las pisadas en marcha estaban, se acercaban a la puerta hasta que está se abre y…
-¡¡RUKIA-CHAAAAN!!-Isshin saltó a abrazar a Rukia.
-Hehe, Buenos días-dijo algo incómoda.
-¡Papá ya suéltala, sino Ichi-nii*inserte tono meloso que Ichigo odia aquí* se pondrá celoso.-Dijo la melliza pelinegra, con un tono burlesco, amaba molestar a su hermano.
-¡NO!-Abrazaba más fuerte a Rukia-¡Ese tonto desaprovechó la oportunidad de tener como novia a Rukia-chan quien sabe por qué!
Auch, eso le dolió, que tan sólo habían pasado 4 meses de su ruptura Rukia no lograba olvidarlo, por el contrario lo quería cada vez más. Sólo que lo escondía de el, y de casi todo el mundo, menos de la Hime-como le decía de cariño- su mejor y más confiable amiga, era como una hermana para ella. Podría incluso decirse que se llegó a enamorar de el. Pero Ichigo tampoco se la ponía fácil. Aún la buscaba, pero no románticamente, la Hime decía que el sólo la buscaba por su cuerpo. A Rukia le costaba creer eso, no sólo porque lo que sentía por el no le dejaba ver, no sólo porque ella no quería ver eso, sino que porque ella no veía como su pequeño y “plano” cuerpo, como algunos decían, le podía atraer de aquella manera.                       Pero volviendo a lo principal, eso le dolió ya que el día en que el pelinaranja le cortó, le dijo que era porque le atraía otra chica, Riruka. Rukia le dejó ir, quizás debió luchar por el, pero el pensamiento que el chico tenía de ella-O ella pensaba aquello- no le favorecía “Prefiero que esté con alguien que le hace feliz a que esté con alguien quien sólo ha sabido hacerle sufrir” eso le dijo a la Hime, pero bueno ¿Quién no se aburriría de alguien quien sólo sabe colocar excusas? Alguien quien no supo nunca como  decirle a sus padres sobre su relación, quien siempre vivió con el miedo al rechazo? Quien no quería complicarles la vida a sus padres insistiendoles demasiado luego de un "No" el permiso para salir  (y que la fuesen a dejar, sus padres no dejaban que fuese sola) ya que ambos se cansaban en la  semana y el fin de semana también.
Algo que le dolía demasiado, era la similitud de sus nombres Rukia, Riruka, era sólo quitar una letra y acomodar otras para que diga Rukia.
Ok, ya hemos hablado mucho del pasado, si volvemos al presente, algunas acciones habían ocurrido, Ichigo soltó a Rukia de los brazos de su padre y se la llevó a su habitación.
Ichigo para molestarla la derribó sobre su cama y se le colocó encima. Y acercó su rostro para lamer la cara de Rukia, inmovilizó los brazos de la chica, ésta luchaba por zafarse, reía, eso se había vuelto un “juego” un extraño juego del que Rukia si bien le gustaba, no estaba segura, para nada segura, agregando el dolor sentimental que eso le traía. Rukia logró zafar una mano, lo abofeteó como siempre, empezó a luchar contra el, y lo lanzó al piso.
-Mejor arréglate o llegaremos tarde a clases Idiota.-entre enojada y divertida. No se sentía cómoda, no siempre, era extraño, pero sentía que un día de estos todo se iría, dejaría de ser un “juego” y no podría detenerlo. Y eso es lo que menos deseaba, ella no quería iniciar una vida sexual, o sólo “perder su virginidad” a los 15 años, oh no. Aunque sus amigos no lo sean, los amigos de Ichigo no lo sean. Muchos adolescentes de su edad no lo sean. Ella no quería eso. De vez en cuando pensaba que era una idiota siguiendo sus juegos para estar con su pelinaranja (quien no la volvió a besar, sino dos veces más luego de su corte, y uno de ellos fue por parte de Rukia) pero ella lo quería.  Si ella dejase de ser virgen… qué le diría a sus padres?

Virgen en el siglo XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora