Estaba sentada en las escaleras del rellano fumándome el último cigarro de la cajetilla, mi respiración estaba agitada y mi pierna no dejaba de temblar. Miraba al suelo fijamente hasta que una voz se interpuso entre mis pensamientos
-¿Pero cómo vas a romper conmigo?
Giré mi cabeza y observé a una chica de unos diecisiete años, muy delgada de ojos color miel y pelo castaño, una chica normal y corriente
-Después de estos dos años cortas conmigo por teléfono
-Quieres dejar de gritar- Respondí
Así era yo, no empatizaba, a veces parecía que no pudiese ponerme en la piel de la otra persona. La chica lanzó su móvil contra la pared y este estalló en mil pedazos
-¿Mejor?
-La verdad es que sí, muchas gracias- Dije con un tono irónico
Kaila se sentó a mi lado. Y me miró fijamente a los ojos
-Lo siento, no debería haberte hablado así.
-Bueno, no deberías estar hablando conmigo ahora mismo
-¿Por qué?
-Porque no me interesa lo que puedas decir
-Oye tampoco te flipes
-Yo no soy una niñata que llora porque mi novio me deje
-Tú no tienes idea de lo que ha pasado
-No, ni quiero saberlo- Dije mientras me levantaba
Justo cuando iba a marcharme Kaila me cogió del brazo y empezó a llorar en mi hombro. Lo raro de aquella situación es que no me aparte
-Me das dejar perdida la chupa
-Tienes razón soy una niñata y una imbécil.
-Venga ya esta- Susurró mientras le daba palmaditas en la espalda
-Muchas gracias- Dijo la otra incorporándose
-Vale, pero como vuelvas abrazarme te doy una paliza
-Puta borde...Es decir...
Sonreí lo que provocó que ella también lo hiciese. Rápidamente mude el gesto y volvi a ponerme seria.
-¿Te puedo acompañar?
-No
-Venga si vas al mismo instituto que yo
-No jodas, menuda pesadilla. Dime que no estás haciendo primero de bachiller
-Pues sí
-Este curso va a ser un maldito infierno
-Y tanto- Gimoteó
-Si vas a venir no quiero oírte llorar y ve detrás mía no quiero verte
ESTÁS LEYENDO
Los secretos de Laura
Teen FictionUna chica fría y borde a la cual se le presenta una serie de problemas. Laura conoce a Kaila y desde ahí se crea un vinculo entre ellas que nada ni nadie podrá romper