¿Te has preguntado alguna vez en tu vida porque no eres Mago?
Luke Skywalker, al ver cómo Yoda levantó el caza X-Wing por encima del pantano utilizando solo la mente, exclamó: ¡No me lo creo! Y Yoda respondió: ¡Pues por eso fallas!
Salen de un brinco de la página escrita y de la pantalla... El Maestro Yoda, el director Dumbledore, Gandalf el Blanco. ¡Brujos que empuñan el fuego de la creación! ¡Magia! ¿A quién no le gustaría ser mago? ¿Quién no querría pasar de la Escuela de Enseñanza Media a Hogwarts? ¿Quién preferiría ser un muggle? ¿Quién? ¡Los muggles, evidentemente!
Existe una venda tan bien puesta en nuestros ojos, que durante miles de años de nuestra raza como seres humanos no la hemos podido sacar de nuestro ojos, hemos dejado lo más maravilloso que tenemos en nuestra esencia como seres, y eso es la capacidad de crear a cada instante nuestra propia realidad. Lamentablemente no hemos podido dejar esa dependencia del sistema de creencias, hemos dejado de lado el poder escuchar a ese ser interior que grita con toda su fuerza, una sola frase..., sácate la venda y despierta.
Quiero que nos pongamos a pensar, ¿porque si nosotros creamos nuestra realidad y no hay magia en ella?, somos nosotros quienes la hemos creado, ¿no? Resulta extraño que a casi todos nos guste la idea de la magia y nos encantaría ser magos consumados y, sin embargo, lo más cercano a la magia que tenemos es el control remoto a distancia de la televisión.
Esto trae a colación un punto interesante: ¿qué es la magia en comparación con la ciencia? Hace doscientos años, el mando de la televisión (¡y la televisión!) habrían sido mágicos, sin duda. Los antiguos sumerios escribieron sobre dioses que podían comunicarse instantáneamente con la voz, por arte de magia, por todo el planeta. Hoy en día eso es algo tan simple como decidir qué plan de ahorro telefónico contratar.
Así que, ¿cuál es la diferencia? Se dice que la ciencia se basa en muchos procesos, pero lo mismo ocurre con la magia; los libros sobre magia describen paso a paso los procedimientos que hay que seguir hasta obtener el resultado deseado, como en un libro de cocina. Luego, según parece la magia es simplemente ciencia al otro lado del paradigma. El doctor Tiller y otros más profesionales del área de la sicología dura, está derribando con sus cajas negras el límite entre ambas.
Will nos cuenta como el supone era esa época de magos y hechiceros. "Era una era mágica y el aire estaba cargado de magia. Los árboles susurraban una canción a los pájaros que contaba historias de poderes sobrenaturales. Las cañadas encantadas guardaban el secreto de que el oro resplandecería de la nada pronunciando la palabra adecuada. Había magia por todas partes. Y yo estaba allí. Inmerso en las centelleantes esquirlas de la creación que yo consideraba real".
Lo anterior está sacado de un libro que nunca escribiré. Pero ¿cuántos de nosotros hemos leído libros como ése deseando que un telemensajero nos llevara allí? En una era mágica estaría por todas partes. Porque todos SABEMOS que el mundo es así. En el Tíbet, antes de que aparecieran los occidentales, las historias de magia eran el pan nuestro de cada día. Los lamas eran capaces de dar saltos de diez metros, de modo que podían recorrer cientos de kilómetros en una hora. Ayer, lugar común, y hoy ausente. Lo cual suscita la pregunta: "¿Qué queremos para mañana?".
La venda de la cual hablo al principio de este capítulo es el simple hecho de que exista un manual del no Brujo. En vez de preocuparnos por el motivo de que no seamos magos (ya que sólo tú puedes saberlo), vamos a ver unas cuantas páginas del capítulo "Cómo convertir a un mago en un sapo", del Manual del no brujo, que esta instaurado en este mundo actual, que cada para muchos de nosotros, solo vemos una salida, seguir creyendo en este sistema de creencias socioeconiomicas y de hacernos dependientes de deidades, a pesar que cada vez vemos que esta rompiendo el equilibrio tanto interior como el de nuestros hogar ( el planeta)
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La Búsqueda de Nuestra Energía Elemental (Completa)
SpiritualCada vez que me levanto en la mañana, tengo una sensación de que nada me hace sentir bien. Cada día que pasa siento algo en mi interior que está encerrada(o) en si misma(o), en un cuerpo que tampoco siento que me pertenece, que no es mío. Cada vez m...