𝑳𝒍𝒖𝒆𝒗𝒆 𝑬𝒏 𝑷𝒓𝒊𝒎𝒂𝒗𝒆𝒓𝒂 •𝑴𝒊𝒌𝒂𝒀𝒖𝒖•

Llueve En Primavera

Yuuichiro Amane estaba sentado en su escritorio, veía fijamente el cuaderno donde había anotado todo lo que podía de su mejor amigo:

Mikaela Shindo

Ese era su nombre.

√Amigos desde los 6 años.

√Tenían la misma edad.

√Iban al mismo colegio.

√Estaban en el mismo salón.

√Eran vecinos.

×No tenían un mismo grupo de amigos.

×Lo evadía desde hace una semana.

Yuuichiro estaba realmente frustrado con ese último acontecimiento, y es que eran realmente muy unidos.

Mikaela solía pasar toda la tarde con Yuuichiro, le ayudaba con las tareas difíciles, en ocasiones cocinaba para él y ¡También se quedaba a dormir algunas noches! ¡Compartían cama!

Yuuichiro no entendía que le ocurría a su amigo ¿Por qué de un día a otro lo ignoraba?

Justo cuando estaba por tirar el cuaderno por la ventana; tocaron a la puerta.

─Yuu, los chicos vinieron a visitarte─ Guren, su padre, había abierto la puerta en ese momento, dejando ver a sus amigos detrás de él, un poco de esperanza se alojó en Yuuichiro.

─¡Hola, Yuu-san!─ la primera en entrar fue Shinoa, seguida por Kimizuki, Yoichi y Mitsuba.

Ni rastros de Mikaela, lo que decepcionó enormemente a Yuuichiro.

─¿Y el rubio oxigenado? No lo veo desde hace una semana─ se da cuenta Guren, al fijarse en los presentes─, oye, Yuu ¿Te peleaste con tu novia?

─Cállate─ Yuu suena más triste que molesto, algo que sorprende a todos en su habitación.

─Estaré abajo con Shinya─ es lo último que suelta, no quiere saber sobre un romance fallido entre su hijo y el chico rubio.

Yuuichiro cierra el cuaderno para dejarlo entre una pila que hay sobre su escritorio... No, si Mikaela no lo pone a ordenar su cuarto Yuuichiro no lo hace.

─Se nota que Mika-san hace falta aquí─ comenta Shinoa, sentándose en el suelo con los demás.

Yuuichiro se desliza al suelo con ellos, su aspecto deprimido horroriza a sus amigos.

─Yuu-kun, nunca te había visto sin Mika-kun─ Yoichi no quiere ser hiriente─ ¿Qué sucedió entre ustedes dos?

─No lo sé, hace una semana que me ignora─ se hunde en su miseria.

Mitsuba suspira.

─Baka-Yuu, no creo que Mika te deje de hablar solo por así... Eres realmente importante para ese chico.

Yuuichiro no quería pensar más, se levantó de su lugar para ver por la ventana a la casa de enfrente. La casa de Mikaela.

─Chicos... Vengan a ver esto─ susurra, como si lo pudiesen oír del otro lado de la calle.

Como siempre, los cuatro se levantaron rápidamente para observar lo que intrigaba a su amigo.

Algo se extraño se situó en el pecho del chico al ver quién salía de la casa de su mejor amigo.

─¿Krul Tepes?─ preguntó Kimizuki al ver─ ¿Ella qué hace ahí?

Las miradas de todos se dirigieron al chico de ojos verdes cuando Mikaela salió tras la chica, sonriendo.

─Yuu-san─ Shinoa intentaba mantenerlo calmado─, no pasa nada.

Pero el sentimiento sólo incrementó cuando la chica se despidió con un beso en la mejilla de su mejor amigo.

─¡Yuu! ¡Estúpido!─ Kimizuki se exalta cuando ve a Yuuichiro tomar un libro, con intención de lanzarlo.

Entre todos se lo arrebatan.

─¡Con que por eso este idiota me abandonó!

En menos de un minuto, el sentimiento que se arremolinaba en su pecho dejó paso a una profunda tristeza.

Y llovió en primavera, pues los ojos de Yuuichiro dejaron escapar unas gruesas lágrimas.

¿Qué es esto?, se preguntó.

Se dejó caer al suelo, llorando, sus amigos intentaron incorporarlo pero él volvía a caer. En ese momento, el timbre de la casa sonó.

Dejaron a Yuuichiro solo en la habitación. Vaya sorpresa al abrir esa puerta.

Mikaela estaba ahí, esperando.

─¿Está Yuu-chan?─ les pregunta.

─Dormido─ responde Yoichi con rapidez.

─Pasaré a dejarle algo─ dice y pasa sin esperar respuesta.

El grupo lo detiene en las gradas, Shinoa se escabulle para ir a avisarle a Yuuichiro.

─Tapate─ ordena cubriéndolo.

Él cierra los ojos y dos lágrimas caen.

Silencio. Pasan varios minutos hasta que la puerta de su habitación se abre ¿En qué momento se había cerrado?

Pasos ligeros, se dirigen a él, una mano acaricia su cabeza sobre las mantas.

─¿Estás bien, Yuu-chan?─ y su voz regresa, clara y fuerte, haciéndolo estremecer.

Las caricias se abren paso debajo de la manta, llegando a sus mojadas mejillas.

No sigas, suplica internamente, no sigas porque creo que un sentimiento extraño florece en mi.

El chico se sienta en la esquina de la cama y se inclina para quitarle la manta de la cabeza, quiere ver su rostro.

─Perdóname, Yuu-chan─ susurra y besa su mejilla, el rastro de la lágrima sigue ahí y él lo sabe─. ¿Lloraste? Espero no sea mi culpa.

Yuuichiro no puede aguantar más. Sus ojos se abren y se encuentran con los de Mika, una sola lágrima cae y él la limpia con un dedo.

Le sonríe.

─Te extraño.

El corazón de Yuuichiro se acelera.

─Lamento haberte ignorado, pero ya estoy decidido. Krul me dijo que no me rindiera, así que aquí estoy para decirte que ¡Estoy enamorado de ti, Yuu-chan!

En ese poco tiempo, con una declaración tan no-romántica, Mikaela se inclina más mientras Yuuichiro se incorpora.

Un solo beso.

En medio de esa tormenta de sentimientos en primavera.

─Mika...