Candy despertó al día siguiente y se sintió un poco desorientada y luego recordó que se había sentido mal y tuvo que quedarse en la villa Grandchester. Miraba a todos lados buscando a Terry y no lo encontraba. Después escuchó unos toques en la puerta e indicó que podían pasar, seguro era Eleanor que quería saber cómo estaba.
-¡Terry! ¿Por qué me dejaste sola?
-No te dejé sola, princesa, fui por tu desayuno.
Dijo Terry con una bandeja en la mano.
-Pero yo todavía no tengo hambre.
-Pero te lo vas a comer.
-Pero Terry...
-Candice, por favor, no empieces.
Dijo Terry con autoridad y se sentó en la cama con ella. Destapó el plato y había un muy apetitoso revoltillo con salchicha italiana, dos tostadas con mantequilla, un platillo hondo con frutas mixtas, un vaso de jugo y una taza de leche caliente. Terry tomó el tenedor y cogió un poco del revoltillo para dárselo a Candy. A la pecosa realmente le pareció que olía muy bien, el desayuno se veía bastante bien en realidad. Decidió comérselo sin molestar.
-Eso es, eres una buena chica.
Le dijo Terry divertido mientras le daba una de las tostadas.
-Está muy rico todo, mi amor. ¿Lo hiciste tú?
-¿Yo? Eh... ¡Sí! ¡Yo mismo lo hice todo!
Por alguna razón, Candy no le creía, pero no dijo nada y siguió engullendo su desayuno.
-¿Puedo tomarme sólo el jugo?
-No, princesa, tienes que tomarte ambas cosas.
-Pero... es que la leche... me da asco...
Le confesó Candy con sus ojitos suplicantes.
-Está bien, pero cómete todas las frutas.
-Terry, son demasiadas.
-La mitad entonces.
Y así, a empujones, Candy se comió todo su desayuno y Terry llevó los platos y utencilios a la cocina y luego volvió con su pecosa.
-Terry, ¿dónde están todos?
-Mis padres fueron a dar un paseo y hacer unas compras, para ti...
-¿Para mí?
-Sí, pecas, para tí. No tienes nada aquí y tienes que cambiarte de ropa y necesitas tus artículos de primera necesidad. Papá decidió que nos quedaríamos aquí todo el fin de semana.
-Ah...
-¿Te molesta el vestido?
Preguntó Terry al ver que Candy se estrujaba la parte de arriba del vestido.
-No... no es eso... es que...
-¿Qué?
-El corpiño... me aprieta...
Respondió Candy avergonzada.
-¿Te aprieta? Déjame ver.
ESTÁS LEYENDO
Candy Candy: El rebelde y la dama de establo
Hayran Kurgu*Como todos saben el anime candy candy no tuvo el final que esperábamos, pero esta una historia en la que los amores principales si tienen un final feliz. ¿Qué pasaría si Candy y Terry se conocen en el colegio y no en el barco? Y si Candy no es la...