16. Tiempo de un nuevo año

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La luz del sol comenzó a entrar a raudales a primera hora de la mañana, eso fue lo que despertó a la clase E.

Aún adormilados levantaban la cabeza con los ojos entrecerrados. ¿Estaban en el salón?

Poco a poco los recuerdos de la noche anterior los golpearon.

Después de terminar con "aquello" regresaron al salón con los ojos aún llorosos. Al entrar se encontraron con grandes libros descansando en sus pupitres junto a lo que parecía ser un diploma de graduación. Al abrirlos se encontraron con rostros sonrientes, momentos divertidos algunos estresantes otros; anécdotas de asesinato y de estudio. Todo un año de recuerdos comprimido en esas páginas.

Las lágrimas volvieron a aflorar en los ojos de algunos mientras miraban aquel anuario hecho a mano por su querido profesor.

Pasada la media noche y mucho después de que el laser fuese lanzado los alumnos de la clase E dormían profundamente.

Ahora, en la mañana las lágrimas se habían secado y el humor era por completo diferente.

Karasuma los observaba conversar entre ellos sobre la ceremonia de graduación luego de haber escuchado sus agradecimientos por el año transcurrido. La sonrisa en su rostro sólo pudo verla Irina.

Más tarde, la clase E al completo, con el uniforme pulcro y arreglado, escuchaba el discurso del director Asano antes de recibir los diplomas que los hacía graduados oficialmente.

Al terminar, padres de familia y estudiantes se reunían en pequeños grupos, cómo es lo normal en ese tipo de eventos, pero para Nagisa fue toda una sorpresa ver a sus padres juntos y sonriéndose el uno al otro.

­—Hace un tiempo —comenzó su padre—, tu profesor vino a verme. Lo que me dijo hizo que pensara las cosas un poco mejor.

—Estamos pensando... en tratar de ser una familia otra vez —agregó su madre.

Los ojos azules de Nagisa volvieron a humedecerse tras esas palabras. Aún después de la muerte, Koro-sensei se las arreglaba para seguir ayudándolos.

Los momentos siguientes a ese dulce momento familiar se vieron opacados por la molesta presencia de la prensa. Todos los reporteros querían tener "algunas palabras" de los "heroicos estudiantes que salvaron la Tierra".

Ofuscados por los flashes de las cámaras, las grabadoras, micrófonos y demás, los chicos no tenían ni idea de cómo lograrían escapar del acoso.

Grande fue su sorpresa al ver a Asano hijo dirigir a los alumnos entre la oleada de reporteros hasta un camión que los sacaría de la escuela sin que tuvieran que preocuparse por ello. Después de todo seguían siendo compañeros.

Sentados uno junto al otro, Nagisa y Kaede miraban por la ventana del autobús.

—Nagisa, ¿estás bien?, tienes los ojos rojos —preguntó Kayano luego de un rato de silencio.

—Sí, es sólo... que estoy feliz —respondió él con una tierna sonrisa, para después tomar la mano de su novia y recargar la cabeza sobre la de ella.

Kaede se sorprendió por el gesto, pero pasados unos segundos se dejó llevar por la paz del momento y cerró los ojos.

—Entiendo...

***

—¡Mamá, papá, es hora de irme! ¡Nos veremos luego!

Nagisa salió de su casa después de escuchar el "Que tengas un buen día" por parte de sus padres.

Our love story [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora