La pared de azul

OJOS ROJOS

Todas las mañanas era la misma rutina me levantaba, vestía, desayunaba, recogía a mi amiga y nos íbamos al colegio, esa mañana era igual.

- pareciera que te va a dar gripe "Ni"- la mirada de mi compañera se posó sobre la punta de mi nariz.

- ja ja algunas personas utilizan el saludo para iniciar una conversación Ale - le contesté con cierto desinterés y una risa falsa

-hay perdón- realizó un puchero una tanto infantil pero, igualmente adorable - lo que sucede es que tu nariz y mejillas están rojas, por eso deduzco que si no estás a punto de resfriarte, entonces lloraste toda la noche - pude percibir como su última oración fue casi inaudible y con cierto temor.

- es solo el inicio de una gripe- termine por contestarle sin mirarla, sin más decidí cambiar la conversación - además estamos en pleno invierno es algo lógico que nos enfermemos y si no te cuidas te vas a enfermar - le dije mientras estiraba mi brazo, para enrollarlo en su cuello atrayéndola hacia mi pecho y con la otra frotar su cabeza contra mi puño - hora deja de hacer tantas preguntas para un taxi que vamos a llegar tarde - mientras la soltaba y ella se alejaba riendo de mí para poder para el auto me di cuenta de ...

- NIRIA - cuando voltee mis ojos, sólo pude encontrar a Alessandra con la puerta abierta del taxi - vamos Ni que se hace tarde sube - con un ademán de mano, me indico que subiera .

En todo el trayecto hacia el colegio solo hubo silencio por parte de ambas, por un lado se lo agradecía ya que estaba totalmente segura de que ella sabía el porqué de mi silencio.