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"Harry, no creo que te guste lo que te voy a decir pero Lucy se enteró en la oficina que nos mudaremos y pareció no agradarle la noticia, destrozo tu oficina y Richard escucho que irá a casa tras finalizar el horario laboral. Te recomiendo que sea ahora el momento de hablar con ella."
Recibí el mensaje de Chris apenas subí al tren rumbo a casa, habíamos hablado de este momento miles de veces ya pero aun no creía que era el momento para hablarlo, no ahora, no mañana, no nunca. Lucy era una persona importante en mi vida o lo era en los primeros años de relación que tuvimos, a los cinco años estoy seguro que el cariño que le tengo ya no es amor sino otra cosa, que tampoco sabría describirla, no, no la amaba, pero aun la quería y era por ese motivo que no quería hacer esto. No es de mi agrado romper el corazón de alguien a quien quiero. Pero mi vida se basa en poner las emociones y sentimientos de las personas por delante de mí y lo que pienso o siento.
"Lo haré, Chris, dame tiempo de pensar cómo hacerlo, no quiero romper su corazón ni lastimarla, aunque sé que lo haré de todos modos. Nadie sale ileso de una ruptura."
"Dime que lo que escuche en la oficina no es cierto, Harry." "¡Niégalo! no puedes irte y dejarme aquí, no merezco esto, no puedes hacerme esto." "¡Soy tu novia maldita sea! ¿Cómo puedes ocultarme esto? ¿Por qué era la única que no lo sabía, Harry? ¡Responde, maldito cobarde!" "¡No merezco que me hagas esto! No merezco esto."
"No, Lucy, no lo mereces, por eso lo hago."
En todo el camino hacia casa recibí mensajes suyos, sabía que era un cobarde por no enfrentar las cosas y decirlo, pero no podía, no quería hacerlo y de esa forma tampoco era la correcta. En media hora se supone que debería salir de la oficina y aun no estoy listo para hacerlo, no estoy seguro si quiero hacerlo.
-Harry, sé que me has dicho que no te moleste, pero Lucy ha llegado, está en la entrada y ha dicho que no se moverá de allí hasta que hables con ella. -dijo Christopher al otro lado de la puerta de la habitación. Segundos más tarde el sonido de la puerta se escuchó y lo vi apoyado en el marco de la puerta cruzado de brazos. -Hazza, sé que no debo meterme, pero realmente creo que deberías hablar con ella. Llevan cinco años de relación de los cuales cuatro son de peleas y discusiones, no es sano que estén así no para ella ni para ti. Si deseas empezar de nuevo hazlo ahora y enfrenta esto porque sabes que más tarde será peor, levántate de ahí y termina con esto que los destruye. Hazlo y antes de que finalice la semana nos iremos porque te perseguirá el fantasma de su relación por toda la casa y te atormentara a ti y a ella el estar tan cerca. Nos iremos cuando tu decidas, pero habla ahora. -cerró la puerta y la oscuridad nuevamente invadió la habitación. La tormenta había iniciado hacia unos minutos y mi tormenta comenzaría al abrir la puerta principal.
Al verla quise retractarme inmediatamente de todo, estaba empapada desde su cabeza hasta los pies, su maquillaje estaba en todo su rostro excepto donde debería estar, su cabello estaba derramando agua de lluvia y en su mano derecha llevaba el paraguas que le había regalado el día que la conocí, de esta misma manera. Pocas veces la había visto así y una de ellas había sido aquella vez que le cedí mi paraguas para que la lluvia no arruinara su vestido.
-Dime que no es cierto, explícame ese mensaje, Harry, explica que está sucediendo. -dijo acercándose hacia la puerta al momento que la cerraba detrás de mí. ¿Cómo debería decirle que mi amor se acabó? ¿Cómo le digo que quiero acabar esto que está casi extinto entre nosotros? ¿Como?
-Harry, puedes decirlo, puedes hablar conmigo. -menciono observando sus manos que temblaban cual papel por los nervios. -Estoy esperando que me digas algo y puedo estar todo el día esperando a que digas algo. De hecho, puedo estar todo el día de mañana y toda la semana. No me moveré de aquí hasta que no...-
-Si-largue en un susurro. Podía hacer esto, podía poner mis sentimientos y mi vida por delante de los demás debería hacerlo sin importarme, pero es ella, no es cualquier persona. Observo mis pies e inhalo una bocanada de aire para poder seguir con esto, pero el aire quema en mis pulmones y no quiere salir de allí.
- ¿Si? ¿Qué sigue después de eso, Harry? Habla maldita sea, habla de una buena vez o juro que haré que me escuchen los vecinos del último piso. Demonios, Harry, ¡se hombre de una maldita vez y dime lo que tienes que decir! -grito golpeando el suelo con su pie izquierdo.
-Sí, nos mudaremos al centro con Christopher. -me sentía cual niño pequeño siendo regañado por sus padres. Observando el suelo y jugando con sus dedos. -Solo nosotros dos. -levante mi rostro para poder observarla, debía decirle las cosas y no como un maldito cobarde. -No te mereces esto, Lucy, no te merezco. No... esto no... ya no funciona, no somos los mismos y no sentimos lo mismo, Lucy, de los siete días que tiene la semana nosotros discutimos ocho. Ya no es lo mismo, no podemos seguir fingiendo que esta relación es de oro y piedra, de acero y plata cuando en realidad es apenas una fina capa de cristal que ya está rasgado y con tan solo rozándola con la mano se rompe. ¡No quiero esto, Lucy! Y sé que tú tampoco lo quieres, explícame que pareja pasa las 24hs del día discutiendo sobre todo incluyendo los temas laborales que no nos incumben. -su mano derecha se encontraba sobre su pecho y la izquierda sobre el puente de su nariz.
Pude notar a través de sus ojos como había conseguido dañarla, ver ese gesto, esa mueca en su rostro que nunca quise provocar y luchaba a capa y espada para que nadie se la provocase, por eso que tanto había luchado durante estos cinco años y ahora era yo el causante, yo había logrado que dejase sus muros caer al suelo y los había desintegrado, ladrillo por ladrillo hasta convertirlos en polvo para que el viento se lo llevara y dejara indefensa.
-No puedes solo decir eso, no puedes largar esas cosas como si no te importase ¡esto era importante para ti antes, Harry, antes... antes...-dijo dejando escapar un sollozo. Me acerque a ella, pero tomo distancia alzando sus manos mirando hacia el suelo.
-Antes, Lucy, antes lo era. Ahora ya no siento lo mismo y sé que tú tampoco, no puedes negarlo, no a mí. Cuando dices que vienes de visita en lo único que pienso es en que horario pondré la alarma del día siguiente. Lo siento, Lucy, en verdad lo hago, pero debemos dejar de mentirnos en esto, no es algo sano ni para mí ni para...-
- ¡Cierra tu maldita boca! ¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo te atreves a decir que es bueno para mí? Oh no, tú no sabes nada de esto-señalando su pecho- no sabes que es lo que tienes allí dentro, no ahora ni antes, nunca supiste ni sabrás que es lo que tienes, pero déjame decirte que es eso, se le llama corazón y tú no tienes uno. Solo posees un maldito pedazo de carne negra hecha hielo que alimenta todo tu cuerpo y así es como te manejas con las personas, pasando sobre ellas y sus sentimientos sin demostrar una pizca de emociones ni sentimientos. No sabes el daño que causan tus palabras y las dices como si nada destrozándome por dentro sin siquiera importarte, pero déjame decirte que tienes razón con lo que dices, aquí ya no hay nada desde que saliste por esa puerta y comenzaste a hablar. Ya no existe otro sentimiento en mí que no sea el odio hacia ti. -arrojando el paraguas a mi pecho. La vi alejarse por el corredor y detenerse delante del ascensor para observarme nuevamente.- esto que haces, que has hecho, te dolerá algún día pero no sufrirás por carne propia esto, lo veras en alguien a quien amas y ahí te darás cuenta de lo que me has hecho pero no te atrevas a buscarme, porque si lo haces, te haré sufrir de esta misma manera que yo lo hago ahora y estaré como tú, sin importarme nada de lo que sientas-retomo su paso hacia el ascensor y las puertas se cerraron dejándome con su imagen grabada en la mente sabiendo que quizás no la volvería a ver de nuevo.
Sentí el peso del aire en mis pulmones empujándome hacia el suelo y obligándome a quedarme allí, sin moverme, sin pestañear y quemando mis pulmones. Sentí la puerta abrirse a mi lado y los pies de mi hermano aparecieron en mi campo de vista.
-Definitivamente eres la persona más masoquista que pude llegar a conocer en mi vida y déjame decirte hermano que he conocido a muchas de ese tipo. -palmeando mi espalda y brindándome su mano para levantarme del suelo. Me había deshecho de todo lo que me mantenía atado a este lugar incluyendo a la persona que creí que sería el amor de mi vida.
-Arma las maletas, Hazz. Nos iremos esta misma noche, el último tren pasa en tres horas-
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The Park (Harry Styles)
FanficDos personas totalmente diferentes. Ella, divertida, libre y alocada en una manera diferente a las demás personas. Él, responsable, pórfido y atrapado en su pasado tratando de marcar una diferencia. Tras un pasado difícil su vida se basa en vivir de...