EL AJEDREZ DEL AMOR

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La tenue luz de la chimenea alumbraba un poco la oscura sala donde el matrimonio San Roman se encontraba. Bebiendo una copa de vino y mirandose fijamente a los ojos Maria y Esteban platicaban...

E: (bebiendo de su copa sin dejar de mirarla) Te acuerdas como nos gustaba retarnos en el ajedrez? (ella sonrio levemente) Como en el juego, solamente tenemos que esperar a ver quien movera la primera pieza (la miraba de manera seductora como si quisiera comersela con los ojos; Maria lo miraba de igual manera mientras bebia de su copa)

M: Yo conozco tu juego, no podras ganarme (con una ligera sonrisa en su rostro)

E: En la vida, como en el ajedrez, hay muchas formas de triunfar

M: Puede ser, pero tu ya no puedes sorprenderme, yo conozco todos tus trucos y se muy bien como darles la vuelta para salir invicta... para no dejarme ganar (mirandolo directamente a los ojos)

E: (sonreia y negaba con un dedo) Han pasado 20 años Maria... yo puedo tener trucos nuevos. No te da curiosidad?

M: Quizas, pero no quiero arriesgarme... a menos que apostemos algo importante (bebia el vino y hablaba con toda la seduccion posible)

E: Algo como que? (sentado frenta a ella y observandola detalladamente)

M: No lo se, dimelo tu (hablaba muy cerca del rostro de su marido; se sentia desinhibida, el vino sin duda estaba haciendo efecto y estaba dispuesta a pasar un rato agradable, sin imaginarse lo que le esperaba...)

E: (tomandola de la mano y ayudandola a levantarse) Ven vamos a decidirlo ahora mismo (ambos se dirigieron al despacho)
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*Despacho*
(Ambos parados frente al tablero de ajedrez)

M: Quien nos hubiera oido podria pensar que hablabamos de otra cosa y no de una partida de ajedrez observandolo)

E: Y tu como puedes saber que yo no me referia a otra cosa? (mirandola con picardia se acerco a ella y sonrio, ella tambien sonreia sin quitar la mirada de los verdes ojos de su marido)

M: Y a que te referias? (sintiendo la respiracion de Esteban muy cerca de ella)

E: A otros trucos que tengo (mirandola de arriba abajo; Maria se estremecio)

M: Bueno vamos a jugar o no? (nerviosa por la cercania de Esteban)

E: Si y apostaremos algo importante tal como lo dijiste (seguian muy cerca)

M: Que apostaras?

E: (se alejo un poco y se paro al otro lado del tablero) Si gano quiero una noche contigo (la miro profundamente)

M: (Maria se quedo helada con esa peticion de el) Y porque quieres apostar eso? (casi sin voz, pero al hablar tan bajo, sono muy sensual)

E: Porque lo deseo... (bebiendo un poco mas de vino; este comentario causo que Maria sintiera un corrientazo que le recorrio todo el cuerpo) Pero que pasa, segun tu conoces todos mis trucos y sabes como ganarme, no deberias temer

M: No es temor

E: Entonces?

M: Esta bien acepto. Tienes razon, yo se que no podras ganarme (levantando una ceja y sentandose frente al tablero, Esteban hizo lo mismo)

E: Ya veremos (sonriendole picaramente)

M: Buenos pues que empieze el juego (moviendo un pieza)

E: Es mi turno (mirada profunda)

Asi pasaron un rato jugando, entre miradas de deseo, roces de manos y sin dejar de beber vino, lo que estaba causando que se comportaran cada vez mas atrevidos y coquetearan...

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