El 20 de Marzo de 1994 nacieron dos preciosos mellizos, un niño y una niña. Robert e Isabella, los padres de las criaturas estaban contentos pero a la vez desilusionados, ellos quería dos varones pero les salió el tiro por la culata.
En el hospital los padres estaban encantados con el precioso niño al que tenían en brazos pero la pobre bebe lloraba desconsoladamente en la vitrina de cristal, ellos hartos de sus berrinches tomaron una decisión, mas bien ella tomó una decisión:
- Robert saca a ese bicho de la habitación, no deja al pobre Kian dormir.- ordenó Isabella.
Robert decidido hizo lo que su esposa le ordenó arrastrando la vitrina hasta el pasillo y dejándola allí.
Por otro lado Fiona la madre de Robert y la abuela de las criaturas observaba lo que su hijo hacía desde el final del pasillo, cuando este ingresó de nuevo a la habitación a paso rápido la mujer de unos 50 años de edad llegó hasta la vitrina donde se encontraba su nieta. La observó detenidamente y pudo ver que en su muñeca ya no se posaba la pulsera del hospital, Fiona maldijo a su hijo y a su nuera en su cabeza y delicadamente tomo a su nieta en brazos para consolarla mientras ingresaba en la habitación donde su nuera descansaba.
- Nunca pensé que mi propio hijo fuera una persona sin corazón, como se te ocurre librarte de tu propia hija sangre de tu sangre en el pasillo del hospital, piensa que le pudiera haber pasado algo.- le reprochó.
- No me importa.- habló Robert.- no la quiero, puedes quedartela.
- Un bebe no se regala así por que si, pero no te preocupes que si vosotros no os encargáis de ella lo haré yo.- dijo Fiona con una voz demasiado alta.
El grito de Fiona hizo que varias personas ingresaran en la sala, esas personas eran sus hijas, es decir, las hermanas de Robert.
- ¿Qué pasa mama? ¿Por qué has gritado?.- preguntó June la mayor de las tres.
-Veréis hijas vuestro hermano ha dejado a su hija en el pasillo sin la identificación del hospital para librarse de ella y no tener que hacerse cargo.- explicó la anciana.
- Siempre pensé que las personas te importaban pero no creía que no lo hiciera tu propia hija, pero esto no es solo cosa tuya sino de la guarra que tienes por esposa, te ha lavado el cerebro y ha hecho contigo lo que le ha dado la gana como la bruja que es pero todavía estas tan ciego que crees que es una buena persona y tu encima la ayudas.- le sermoneó Chris, la mediana.
- No tengo porque haceros caso ¡panda de locas!, nunca habéis creído en mi matrimonio y nunca lo haréis, ¡pero no sois quienes para decirme lo que hacer y lo que no hacer, ya soy mayorcito no creéis!.- gritó Robert.
- Puedes que seas mayor, ¡pero tu inteligencia es la misma que un niño de cinco años!.- le siguió su hermana mas pequeña Caroline.
- ¡Basta! No permitiré que me gritéis y que me insultéis mas, ahora salid de la habitación y llevaos a esa cosa con vosotras.- dijo refiriéndose a la bebe que por los gritos empezó a llorar.
Fiona trataba de calmarla mientras salían de la habitación en la que anteriormente habían estado.
- No te preocupes princesa, yo te cuidaré.- decidió la anciana.
- ¿Qué nombre le pondrás mama?.- preguntó Caroline.
- Quiero que sea un nombre original y bonito pero no se me viene ninguno a la cabeza.- confesó.
- ¿Qué te parece Arlette?.- pregunto Chris.
- Arlette, me gusta.- miró hacía abajo viendo los ojos verdes de su preciosa nieta y le dijo.- Bienvenida a la familia Arlette.
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Arlette (#1)
RomanceTodos piensan que la vida de Arlette fue fácil, pero no lo fue, todo el mundo cree que se lo dieron todo, se equivocan. "Si hay algo que aprendí fue que de los errores se aprende y que con cada disgusto te haces mas fuerte" Maravillosa portada hec...