c a p i t u l o | u n i c o

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Kyara, una chica de 18 años, caminaba por los pasillos del instituto buscando a su amiga de la infancia, sería fácil reconocerla ya que la misma tenia un cabello rojo muy llamativo, al divisar la cabellera roja la llamó.

—¡Aka-chan!— grito en los pasillos mientras agitaba su mano la azabache, llamo la atención de todos los presentes pero, sin embargo, solo le prestaba atención a la pelirroja. La pelirroja estaba parada frente a los carteles buscando su clase, la misma al escuchar su nombre giro su cabeza hacia la azabache —Ky-chan, que sorpresa— sonrió ampliamente sin mostrar sus dientes, era una sonrisa tierna e inocente, algo característico de la menor —¿Como estas Ky-chan?— le pregunto la pelirroja a la mayor —Bien ¿y tu? , ¿que has hecho en las vacaciones?— respondió la mayor —Bueno no mucho— La pelirroja tenia intenciones de seguir hablando con su amiga pero el timbre interrumpió su conversación.

—Me tengo que ir— hace una reverencia y sale corriendo a su clase —¡Hey espera!— grito la azabache —¿En que clase estas?— dijo observando a la chica que había parado de correr —2-A, adiós Ky-chan— dijo para luego seguir corriendo a su clase; la azabache sonríe y comienza a caminar hacia su aula.

El timbre de receso no tardo en sonar. Akame saco su comida de su mochila —Hey Akame-san ¿podemos comer contigo?— preguntaron unas chicas de su clase —Claro—. Mientras tanto la azabache en su clase también sacaba su comida de la mochila —Hey Kya...— las chicas fueron interrumpidas por las palabras de Kyara —Lo siento tengo que ir a ver a una amiga— rápidamente camino hasta el aula 2-A y allí pudo ver a la pelirroja reunida con sus amigas —Hey Aka-chan ¿puedo comer contigo también?— su pregunta fue respondida con una sonrisa —Claro, siéntate aquí— la pelirroja palmeo una silla que se encontraba a su lado y obedientemente la azabache se sentó —Creo que debería presentarme...Bueno, soy Kyara Fujishima, estoy en el aula 3-C y soy presidenta del consejo estudiantil, un gusto— dijo con una leve reverencia, asi se fueron presentando una por una las chicas que estaban sentadas con ella, el timbre suena nuevamente —Espérame a final de clases, tengo que hablar contigo— dijo susurrando en su oído, la pelirroja asintió y se despidió de su amiga —Adiós chicas— dijo la azabache saliendo del salón —Adiós senpai— dijeron en conjunto todas.

A final de clases la pelirroja se dirigió a una banca, frente a la entrada del instituto, a esperar a Kyara. Kyara la vio sentada allí y decidió asustarla, la pelirroja grito y luego se sonrojo —¡No hagas eso Ky-chan!— dijo haciendo un puchero —Bueno, lo siento, ven vamos— agarro la mano de la pelirroja y la llevo a su lugar favorito, un cerezo que había escondido detrás del instituto, ese lugar siempre estaba vacío, pues nadie sabia de su existencia. —A donde vamos Ky-chan— dijo curiosa la menor —A aquel cerezo— el mismo estaba sobre una colina, tenia bancos a su alrededor y colgado de una rama una hamaca. Al llegar la azabache se sienta recostando su espalda contra el tronco del árbol  —Es un lindo lugar, siempre vengo cuando necesito relajarme— la pelirroja estaba sorprendida, si era un lindo lugar y también muy relajante pero había algo que lo hacia mejor, estar ellas dos pasando un rato a solas, eso era lo que mas le gustaba a la pelirroja.  —Es muy lindo— dice Akame sentándose al lado de Kyara —Bien, te traje aquí porque tengo algo que decirte, pero antes, prométeme que pese a todo seguiremos siendo amigas— le extendió el dedo meñique a su acompañante y esta le respondió de la misma manera —Nunca dejare de ser tu amiga, pase lo que pase— dijo sonriendo —Bien, solo cierra los ojos y escúchame— la menor obedeció y cerro los ojos  —Me gustas Akame— la pelirroja se sonrojo pero no abrió sus ojos, la azabache aprovechando esto la beso suavemente, era un beso corto, pero a pesar de eso cargado de sentimientos, los sentimientos que trato de ocultar por años, fue dulce y tierno, un beso inocente. Las dos se separaron por falta de aire —Tu también me gustas Ky-chan— dijo aun sonrojada, la mayor tomo sus manos y dijo suavemente —¿Entonces crees que lo nuestro funcione?— dijo también sonrojada la azabache —Supongo que si, pero no podemos dejar que nadie se entere, sabes el escandalo que se armaría— dijo preocupada pero feliz al mismo tiempo —Tranquila, nadie se enterara, sera nuestro pequeño dulce secreto.


Sweet Little Lie| One-shot YuriWhere stories live. Discover now