Mundo Dubilia

Prólogo.

Era navidad, me encerré en mi habitación para leer el libro que mi madre me trajo de la biblioteca.

Disfrutaba leyendo las historias de los protagonistas que eran transportados a otros mundos para realizar hazañas extraordinarias como vencer dragones, derrotar a un ejército de gigantes, mientras que luchaban por una buena causa.

—Arturo, baja, Paula está preguntando por ti.

—Ya voy mama, dile que enseguida bajo —guardé el libro y bajé al encuentro de Paula.

—Hola Paula, ¿cómo has estado? —pregunte mientras le daba un abrazo de bienvenida.

—Estoy perfectamente, —me dijo con su habitual sonrisa—  ¿ya terminaste el libro que estabas leyendo?

—Aun me falta un poco para acabarlo pero ahora mismo está muy interesante, por ejemplo en la parte en la que el protagonista tiene que luchar contra...

—Ya, Ya,—interrumpió mi madre— pueden hablar de eso después de que terminemos de preparar las cosas para la fiesta de navidad.

—Okey Mamá.

Le susurré al oído que después le seguiría contando la historia y nos pusimos a ayudar con los preparativos.

Se hizo de noche y empezaron a escucharse los fuegos artificiales y los niños cantando villancicos, y la algarabía de la gente.

Acabamos de comer y nos dejaron ir a jugar, me fui a mi habitación que era bastante espaciosa. Mire a través de la ventana, me arrodillé y pedí el mismo deseo de siempre «!seguro que este año si he de conseguirlo!».

—¿Qué haces? —me asusté por un segundo—.

—Ah, Paula. Pues... estoy pidiendo un deseo.—dije con un poco de nerviosismo.

—Un deseo... y ¿que deseabas? —se notaba curiosa por mi respuesta.

—No te lo puedo decir, si te lo digo no se cumplirá.

—Ah, igual, seguro que era algo imposible que ocurra —dijo molesta.

En ese momento vi en el cielo una estrella fugaz, sonreí.

—Pues yo estoy muy seguro de que ocurrirá... ¿Apostamos?—después de ver la estrella fugaz estaba muy convencido.

Dudó un poco al ver mi confianza.

—Esta bien, te conozco y se que habrás pedido algo imposible —se notaba muy confiada también—.

—Trato hecho, si gano... me contarás tu mayor deseo.

Se puso un poco nerviosa.

—Ya, y si yo gano me quedaré con tu "llave" —me sonrió con picardía.

—¿La "llave"? —me asuste un poco, esa llave era algo importante para mi.— ¿y no puedes pedir otra cosa?

—Ahora ya no estas tan confiado. —se rió-

—Esta bien, pero prepárate que voy a ganar.

—Eso espero, hasta entonces tendré la llave en mi posesión.

Abrí el cajón y saqué de un pequeño cofre antiguo una pequeña llave, la primera vez que la vi pensé que era algo extraordinario, algo de otro mundo, guardé el secreto pero la única persona que lo sabía era Paula, mi mejor amiga.

Se la entregué en la mano con mucho cuidado.

—Hasta que se cumpla tu deseo será mía... por cierto... ¿qué deseaste?

—Yo... Viajar a otro mundo.

En ese momento me despertó el sonido del despertador. Me levanté con dificultad de la cama.

«Otra vez el mismo sueño de cuando era pequeño, ya es la tercera vez, ¿que significará? Bueno ahora mismo no es importante, tengo que alistarme para ir al colegio».

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Holaa! *-* Esta es mi primera historia, espero que les guste. Cualquier comentario sera bien recibido xD.