La ultima carta

8 2 0
                                    

Distrito Federal, 26/oct/1985

Querida Isabel

Hoy hace dos años te conocí en el restaurante donde yo trabajaba, me acuerdo que tu novio te dejo plantada en la mesa, recuerdo que me acerque a ti con una rosa y te dije "Con hombres como el no vale la pena derramar lagrimas", me diste una sonrisa y un abrazo. Aun siento tu calidez de tus abrazos, tu dulzura por las mañana y las noches de pasión, aun recuerdo los días en los que pasábamos juntos las tardes, caminado por el centro de la ciudad y comiendo helado. Un día tu me dijiste "¿Que nos preparara el futuro? " recuerdo que solo me reí y te dije que mientras estuvieras a mi lado todo seria bueno. Estar contigo eran mis ganas de vivir, eras la única que asías mis días felices, pero a su vez eras la única persona que sabia mis debilidades y de como poder herirme. Nunca pensé el daño que te hacia al beber alcohol y fumar tabaco, no de manera física, si no sentimental y mental. Jamas sabré tu respuesta a mi única y mas sincera pregunta "¿Quieres casarte conmigo?" Ya que ahora tu estas con otro hombre. Un hombre el cual me has dicho que te entiende, te da ese sentimiento de amor y pasión, esa necesidad de vivir otro día y de poder hacer tus días mas felices. Pero...¿yo no te hice sentir eso? Nunca lo sabré. Reviso los rollos de nuestra cámara, viendo como éramos en ese entonces, esos momentos de nuestra vida juntos, esos sentimientos mutuos que ahora ya hacen sepultados en mi corazón, esperando a que regreses, pero eso nunca sucederá. Se que no leerás esta carta y si lo haces no llegaras a esta parte, pero... solo quiero decirte que, un día como hoy nos conocimos. Pero hoy no estas entre mis brazos y yo no estoy acostado en mi cama, si no en la de un hospital, internado por una enfermedad llamada Creutzfeldt-Jakob. Los doctores me han dicho que no hay cura y que puedo escoger entre la eutanasia o hacerme otros procedimientos. He escogido la eutanasia, al haber estado tres semanas internado y que ningún familiar cercano me halla venido a visitar. Tu eras la única a la que le importaba. Solo quiero que sepas que en estos quince minutos que me quedan, antes de que la morfina haga efecto, que yo siempre te quise y te querré, a pesar de todo tu siempre seguirás en mi corazón. Tu me diste tu adiós mediante una carta... así que ¿porque yo no?

Atentamente, Eduardo Cardiel.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 27, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La ultima cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora