29.Nada se soluciona.

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(LEER AL FINAL, enserio tenéis que responder a unas preguntas, OS AMO Y PERDÓN POR TARDAR)

*Narra Mary*

-¡DESPIERTA!-Gritó Lucia justo en mi oído, provocando así, que volviera a abrazar el suelo.

-¿Pero que mierda?-Dije intentando levantarme, a la par que miraba mi reloj.-Tía son las seis de la mañana, a penas hemos dormido dos horas.-Volví a apoyar la cabeza sobre el suelo.

-Y porque tu has dormido.-Se quejó José, el cual daba cabezazos por culpa del sueño.-A mi me ha tenido toda la noche planeando cosas contra tu querido vecino, Nash.

-Dejar de quejaros, que nadie ama más dormir que yo, pero la ocasión lo merece.-Sonrió como un psicópata.

-Que miedo das ¿Qué vas ha hacer?-Pregunté temiendo lo peor.

-Dirás ¿Qué vamos ha hacer?-Volvió a reír.-Y tranquila ya lo verás cuando estemos ahí.-Miró la ventana.

-¿Te vas a colar en su casa? Eso es allanamiento de morada.-Intenté pararla.

-Tranquila, no sirve de nada.-Dijo JosE resignado.-Ni si quiera a servido cuando la he sobornado a base de chocolate y dulces.-Se encogió de hombros.-Por cierto, Mary, te has quedado sin dulces.

-Eso da igual, eran de Cristian.-Me encogí de hombros.-Pero enserio Lucía ¿Qué piensas hacer?

-Vosotros solo seguirme.-Habló firme. Y miro por la ventana, para comprobar que la de Nash estaba abierta.-Perfecto.-Susurró.

Nos colamos poco a poco, con cuidado de no caer.
Una vez dentro Lucia sacó hilo rojo y se lo colocó cuidadosamente a Nash en el pie, pero por lo visto tenía cosquillas; lo que provocó que sé moviera bruscamente quitándose las sábanas, dejando todo al aire, y cuando digo todo es todo.

-¡Joder! ¡Odio este...!-Intentó gritar José pero automáticamente Lucia y yo le tapamos la boca.

-Calla imbécil que nos van a descubrir.-Le dijo Lucia. Acto seguido José nos chupó la mano.

-Eres asqueroso.-Hablamos a la vez, limpiándonos en él.

-Primero, gracias, y segundo, este no se despierta ni aunque le arranques el dedo.-Tiró del hilo.-Tiene el sueño demasiado pesado.

-Pues no debe ser solo el sueño lo único que tiene pesado.-Sonrió con malicia, y nos miró divertida.-¿Enserio no lo pilláis? Joder hijos que par de pánfilos, lo que le cuelga también le tiene que pesar.-Nos miró pervertida.

-Dios Lucía no quiero saber eso.-Volvió a hablar José.-Demasiados traumas por esta noche, yo me piro.

-Ni de broma.-Interrumpí su huida.-Si yo caigo, tu caerás conmigo.-Dicho esto Lucia río y José soltó un gran suspiro.

-¿Pero porqué no puedo tener amigas normales? ¿Porqué todas están locas?-Susurraba, mientras Lucia ataba el pequeño hilo rojo a una especie de cubo, que estaba justo en la cabeza de Nash.-¿Para qué es eso?

-Este cubo lleva polvos permanentes de purpurina.-Sonrió.-Cuando Nash se despierte tirará del hilo y le caerán encima; obligando a sexi jugador a ir como una animador, al instituto, o como si fuera un vampiro de crepúsculo.-Nos miró sonriendo.-Brillando.-Dio unas pequeñas palmadas.

-Eres buena.-Sonreí victoriosa.

-En realidad esto es lo más "tranquilito" que se me ha ocurrido, lo demás tenia más de 10 años de cárcel.-se encogió de hombros.-Pero ahora viene la parte difícil del plan...

-Suéltalo.-habló José. Y al decir esto nos llego a ambos una especie de conexión mental y comenzamos a cantar Frozen. A lo que Lucia se nos unió.

Una marginada más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora