Las historias tristes nos hacen sentir inseguras, es una condición humana. Arrastramos a nuestras espaldas una carga que no tendríamos por qué haber empezado a llevar en primer lugar, así que lidiar con ello ya nos hacen unas heroínas.Por ello es de guerrera seguir adelante, aprender de lo que te pesaba demasiado en el equipaje y tirarlo a la basura, sustituirlo por lo que realmente necesitas. Suena fácil, pero no sabrías qué quieres en tu maleta si no hubieses cargado algo inútil en el pasado.
Por mucho que duela al principio, al final todo sana. Por mucho que piensas "ahí vamos de nuevo"depende de ti y solo de ti que sea diferente. Da una patada fuerte,rompe el asfalto y grita bien algo "ahí voy", porque tus experiencias te hacen saber qué tienes que hacer y qué no.
Sobre todo, ten muy claro que lo primero nunca es el amor. Nunca. Por muy perfecto que sea. No significa que tengas que ignorarle, que negarle. ¡Enamórate, joder! Enamórate, haz el amor, ríete, pero nunca lo hagas el centro de tu vida. El centro de tu vida eres tú y tu futuro, lo que te hace feliz, lo que te va a hacer feliz. No hagas del amor un veneno en vez de una cerveza bien fresca, de un buen vino añejo, de un chocolate caliente. Quien tenga que estar, estará, pero mientras tanto no te arrepientas de nada de lo que hagas. Sonríe y vete con tus amigas,viaja sola o acompañada, siéntate con tus padres para que te vuelvan a contar esa historia tan graciosa que siempre repiten,maquíllate, desmaquíllate, corre, tírate al sofá sin miramientos, cómprate ese vestido bonito, haz ese deporte que no te atrevías a hacer, estudia y lábrate un futuro. Dale un abrazo a tu hermano, a tu primo, a tu abuela, a quien quieras pero que sea ya. Vive por ti misma, porque la vida es larga pero la juventud muy corta y se escurre entre los dedos. Y ten muy claro que lo que no vivas ahora no lo vas a vivir, y tienes madera de triunfar en lo que te propongas.Eres bella, eres una aventurera, eres un bombón por dentro y por fuera. Eres maravillosa.
Y eso sí que es algo que jamás debes olvidar.
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No soy la princesa, soy el dragón
RandomReflexiones y pensamientos de una optimista patológica.