Solo un sueño

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En un castillo antiguo estaban tres hermanos príncipes: Santiago, Thomas y Raúl hijos del rey Roberto y la reina Margarita su reina; era prospero en todos los aspectos pues los reyes visitaban a todos los súbditos que en su reino vivían y se aseguraban que no les faltara nada, sus hijos también eran muy queridos por todos en el reino.

Santiago el mayor tiene 32 años y es una réplica exacta de su padre, cabello oscuro corto, ojos azules y piel blanca, alto con 2.10mts, con dientes perfectos y una forma de dirigirse a las personas de tal forma que las puede hechizar.

Thomas tiene 25 años es un gran estratega a pesar de su edad, es rubio, piel blanca y ojos color verde, mide 1.95, su personalidad es tanto más calmada que cualquiera de sus hermanos pero aun así es un gran bromista.

Raúl el más pequeño con 19 años es la adoración de todos en la familia pues es igual a su madre cabello castaño, facciones muy finas sobretodo la nariz respingada, sonrisa con hoyuelos y ojos negros tan oscuros y tan sinceros como su personalidad.

Los tres viven en el castillo y a sus padres no les importo no tener ninguna hija pues con quien sus hijos decidan desposarse vivirán en el castillo con ellos.

Cuando Thomas cumplió nueve años fueron a visitar una de las aldeas que había sufrido un temblor que derrumbo un par de casas, habían acudido a dejar provisiones, su reino era uno de los pocos en aceptar seres que no fuesen humanos aunque solos los que pasaban la prueba del rey eran bienvenidos, el rey conocía a todos en su reino incluso a los recién nacidos.

Estaban entregando comida cuando Thomas escucho un llanto proveniente de una de las casas derrumbadas, al llegar encontró a una pequeña pero hermosa niña de cabellos dorados como los rayos el sol, piel blanca como la nueve que cae en invierno y ojos verdes similares a los suyos pero más claros tanto que casi parecían no tener color en ellos.

Estaba llorando abrazando un pequeño retrato de una mujer tan hermosa como ella pero con los cabellos oscuros como el cielo nocturno.

- ¿Estás bien?, ¿estas herida?- la pequeña se sobre salto pero hablo solo negó con la cabeza- ¿entonces porque lloras?- dijo el pequeño acercándose a ella y sentándose a su lado- ¿ella es tu mamá? se parece mucho a ti ¿dónde está?

- Mami no pudo salir cuando la tierra tembló, cuando encontraron a mami no abría los ojos, mami ya no está conmigo- aumento su llanto y el pequeño príncipe la abrazo, cuando escucho crujir el techo que quedaba sobre ellos que instantes después cayo, el pequeño cargo a la niña y la alejo de ese pedazo, el rey y Santiago que lo estaban buscando lo encontraron ahí con una pequeña en brazos quien ya no lloraba pero si estaba asustada.

- Thomas hijo ¿estás bien?- el pequeño bajo a la niña pero no dejo de abrasarla

- Yo si estoy bien papi pero ella no, su mami se fue por culpa del temblor papi- el rey se acercó a la pequeña hincándose para quedar a su altura

- ¿Ella es tu mami, la del retrato?

- Si señor

- ¿Eres tú la hija de Alexa, Lucy?

- Si señor

- Tu madre fue una gran mujer una hermosa bruja que cuando tu padre salía a batalla siempre lo bendecía y bendecía a aquellos que lo acompañaban nos ayudó tantas veces.

- Pero papi ya no está ni mami tampoco me dejaron sola- dijo la niña soltando en llanto de nuevo el rey la abrazo y la cargo levantándose

- Tranquila pequeña Thomas te encontró ¿no es cierto? entonces no estás sola.

Llevaron a la pequeña al castillo donde viviría con ellos de ahora en adelante, ella al ser salvada por Thomas lo serbia aunque no fuera sirvienta y a veces la regañaran por hacerlo.

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