Family Game Night |★| VegeBul

Family Game Night

Pareja: Vegeta y Bulma

Disclaimer: Ninguno de los personajes utilizados aquí son míos; le pertenecen al Sr. Akira Toriyama.

(Una pequeña aclaración, antes de que lean: aquí Trunks tiene unos 17 años mientras que Bra tiene 4.)

¡Disfruten!

* * * *

Era totalmente ridículo.

No había fuerza en la Tierra o el otro mundo que lo convenciera de lo contrario. Lo menos que Vegeta necesitaba era otra de esas tontas reuniones para "fortalecer los vínculos familiares". Apenas podía lidiar con mocosos y sus abuelos en un horario regular, no se imaginaba el sufrimiento de aguantarlos en horas no laborales.

Por eso se lamentaba haber salido de su máquina de gravedad para buscar un vaso de agua. La mujer había aprovechado para acapararlo en ese preciso momento.

– Vamos, Vegeta, ¡será divertido! –había dicho la presidenta de la Corporación Cápsula, bloqueando su camino hacia el refrigerador. – Es una excelente oportunidad para compartir con los niños.

– No me interesa, –gruñó el Príncipe, pasándole por el lado. Abrió la nevera con excesiva fuerza, irritado, y logró sacar la puerta de sus bisagras, otra vez.

Bulma copió su cara de pocos amigos. Ella tendría que arreglarla, otra vez. Sin embargo, sabía que no persuadiría a su tonto mono alienígena de esa forma. Así que, optó por enfrentar el asunto desde otro ángulo. – Por favor, es solo por hoy, en la noche. Además, habrán premios, si participas. – Sonrió calmadamente, apoyándose de la mesa de la cocina.

Vegeta rodó los ojos, re-acomodando su toalla en su hombro. – ¿Acaso piensas que puedes sobornarme? Insolente mujer terrícola... –bufó, cruzando los brazos. – ...¿Qué tipo de premios? –añadió después de un rato, algo avergonzado.

– Oh, lo usual. Viajes a islas tropicales...consolas de videojuegos...muñecas de última edición... – Bulma alzó la mirada discretamente. – Nuevos nano-robots de batalla...

Las orejas rojas del saiyajín se estremecieron al oír lo último, repentinamente alerta. – ¿Robots de batalla?

– Mhm. Diseñados personalmente para mayor resistencia en contra de los golpes, nuevas funciones para localizar el ki, dispensador de toallas, etcétera, etcétera... La más cara y novedosa tecnología, –decía la Briefs, examinando sus uñas burlonamente. – Realmente creí que te gustaría pasar tiempo con los niños, pero creo que me equivoqué. Bueno, así es la vida, ¿no? – Se encogió de hombros. – Lástima. Creo que les regalaré los nano-bots a Gokú. Tal vez, él sí les saque provecho.

Ooh, eso sí era jugar sucio. Vegeta mostró los dientes en un gruñido. Esa gota colmó la copa, se notaba por la vena palpitante en su frente. – Lo que sea. Iré al estúpido evento ese si eso te calla, de una buena vez.

– Que no me callaré, –refutó la científica de ojos cerúleos, frunciendo el ceño. No obstante, pronto sonrió, empujándose de la mesa. Sus tacones hacían ruido mientras sus caderas se meneaban en dirección a él. – Pero estoy muy emocionada por tenerte allí, –susurró, su tono insinuando algo. – Será muy entretenido. – Y recurrió el pecho descubierto del príncipe con un solo dedo, antes de darse la vuelta y marcharse.