De México para el mundo.

15 1 2
                                    

Mi familia  es muy numerosa y todos son unos trotamundos,  por lo que cada fin de año nos reunimos  en la casa de alguno de mis tios para poder convivir todos juntos por una semana  al año.
Aquello era un literal manicomio, demasiadas personas hablando al mismo tiempo, por un lado las tías , por otro los tíos,  por otro los primos mayores y por último el abuelo con toda la chiquillada alrededor  de una fogata siempre nos contaba historias de lo que él  había  vívido
LA primera historia  que más  recuerdo  es la de La llorona.

Corría el año de 1936 mi abuelo Luis  tenía  16 primaveras, él  y su mejor amigo Jesús  venían  de un baile que estaba a dos rancherias  de donde ellos vivían en ese entonces  no había carreteras solo camino real para el paso de carretas y veredas que eran caminos  angostos hechos por la gente que pasaba por ahi, bueno mi abuelo y su amigo Jesús  venían de un baile y regresaban por una vereda para acortar más  el camino -que hora creen que eran- pues sí,  eran las 12 de la noche y llevaban la mitad de el camino recorrido cuando de pronto vieron venir a una mujer  con un vestido largo muy blanco y vaporoso, con su cabello lacio, negro y suelto alrededor  de su espalda, el amigo de mi abuelo a pesar de tener novia era muy "ojo alegre"  por lo que se emocionó  al ver aquella figura femenina sola por esos lugares y le dijo:
-Luis itinerario ahora sí  ya vamos a cerrar  bien la noche amigo mio.
A lo cuál  él  le contesto-! Pues no que quieres mucho a Rosita que sin ella no puedes vivir!
-Hay compadre tiene razón  pero una muchacha como esta no la vemos muy seguido, ! a poco no, se ve rechula  la condenada!
-!Pues en eso tiene razón!
Para eso ya estaban a punto de verla de frente a muy corta distancia, solo la cara no se la distinguían porque traía  puesto un sombrero  negro de ala ancha, al momento  de encontrarla los dos jóvenes inclinaron un poco  sus cabezas respetuosamente como se acostumbra  entonces diciéndole:
- !Buenas noches señorita!
- Qué hace usted tan sola por estos rumbos?- continuó  diciéndole  el amigo de mi abuelo con galantería.
A lo que le contestó la dama.
- !Buenas noches caballeros! Solo doy un paseo ya que no podía  dormir,  yo vivo muy cerca de aquí .
- Piensa caminar más  lejos señorita, porqué  puede ser peligroso alejarse tanto de su hogar , ! Si gusta yo la puedo acompañar  en su caminata para que  este más segura! Me haría  el honor señorita?.
Le contestó  la chica.
- DE acuerdo caballero, usted también  nos acompañará cabalero? , dirigiéndose a mi abuelo, pero antes de que pudiera contestarle su amigo dijo:
- No, mi compadre es un hombre muy ocupado que tiene que madrugar mucho, por eso él  ya se tiene que ir a dormir,  verdad compadre?.
A lo que su amigo contestó  que en efecto  ya se tenía  que ir, los dejó
Y él  siguió  su camino a su casa donde sin hacer ruido se fue a su habitación  a dormir tranquilamente pensando en lo sinvergüenza  y afortunado que era su compadre del alma Jesús  ya mañana  lo buscaría  para que le contará  como le fue.
Al día  siguiente al término de  su jornada laborar pasó por la casa de Jesús  pero no encontró  a nadie, por lo que  decidió  que al siguiente  día pasaría  a buscarlo.
Así  estuvo en hechandole  vueltas sin poderlo encontrar por tres días seguidos, al cuarto día  decidió  buscarlo muy temprano por la mañana  antes de irse a trabajar y cuál  sería  su sorpresa al verlo pues no se parecía al joven alegre, dicharachero y basilador que dejara unos días atrás  en compañía de la bella dama.
El joven que tenía  enfrente estaba avejentado, su piel antes lozana y fresca, lucia ceniza y seca, su boca antes con una sonrisa dibujada en su rostro hoy se veía  apagada con sus labios arrojados,sin color, sus ojos undidos sin brillo, parecía  un muerto en vida.
- ! Compadre, pero  que fue lo que te pasó,  por Dios Santo!- exclamó  su amigo al verle.
Jesús  con la mirada extraviada le contestó .
- Hay Luisito  te voy a platicar  pero no se si me creas ni yo mismo se si fue un sueño  o fue verdad pero lo que si te puedo decir es que nunca me había  asustado como el otro dia, pues después  de que me dejaste  con la señorita esa te acuerdas?
- ! Claro que me acuerdo compadre y pensé  en lo afortunado  que  usted era!
Su amigo comenzó  a sollozar- Hay compadrito  malaya  la hora en que nos topamos con esa.... mujer, pues como le decía usted se fue y yo empecé  a caminar a su lado la verdad olía  muy bonito, le pregunté su nombre y ella solo se río,  le pregunté donde vivía  y ella solo se río,  vi que ella no me iba a responder a nada de lo que le preguntaba por lo le empecé a decir  mi nombre, el de mi familia, de donde era, de usted compadre, ya me conoce yo platica y platica y ella solo se reía  y caminaba, hasta que llegamos a un río y me dijo que si me quería  sentar junto de ella en una piedra muy grande que estaba en la orilla del río debajo de un frondoso árbol,  yo ni tardó ni perezoso acepte, me senté pegadizo a ella y lo primero que noté  es que antes alía  muy bonito como a flores de jazmín, en cambio ahora me daba olor  a carne podrida, de pronto ella me dijo - No me quieres dar un beso?
Y yo de inmediato me acerque a su cara buscando su boca pero cual es mi sorpresa que al acercarme a su cara no era la de una mujer joven sino la de una vieja como una bruja compadre y en vez de boca tenía  un hocico de caballo, me espante muchísimo  por lo que me heche a correr lo más  rápido  que  pude, no sabía  ni para donde iba, lo único  que quería era alejarme de ella, pues se oían sus risas macabras burlándose de mí y diciendome- Siempre no me vas a besar?- yo solo seguí  corriendo hasta que me canse y empecé  a tratar de ubicarme para regresar a mi casa, pero no encontraba nos ningún  camino o vereda conocida, así  me agarró  el día y anduve vagando sin poder encontrar el rumbo para regresar aquí,  se pasaron tres días y yo no podía  volver, ya me había  desesperado y lloraba como un loco cuando me encontré  a Don Cuco el de Doña Jovita que pasaba con sus mulas  cargadas de leña, me le acerqué  muy contento y le pregunte si venía  para el rancho de San Pablo  a lo que me dijo que sí  y me preguntó  quien era yo? , la verdad me extraño  la pregunta porqué  el me conoce desde que nací y pensé ya le está llegando la edad a Don Cuco pero no  le dije nada solo que venía  para acá  y que si lo podía  acompañar y así  fue como regrese a la casa  compadre, solo que mi madre tampoco  me reconocía y no me quería  dejar entrar hasta  que me puse a llorar y le dije mírame  bien madrecita que soy su hijo Jesús,  el que sigue de Manuel y que es mayor que María  y Pepe Toño, mi madre tomo mi cara y comenzó  a llorar junto conmigo diciendome- Pero hijo mío  que te ha pasado mira tu cabello  todo entregado y tu cara por Dios que viejo te ves! - me abrazo mientras seguimos llorando juntos y aquí  me tienes que ni yo mismo me reconozco, la verdad no se que me pasó.
- yo - dijo mi abuelo- la verdad no se que decirte ni que creer, deberíamos ir a ver al señor cura a ver que puede hacer por ti  compadre.
- Ya mi mamá le dijo que viniera a platicar conmigo aunque ella tampoco me cree de lo que le digo, espero que el Padre Pepe me pueda ayudar con este miedo atroz que siento y no me quiere abandonar.
- Bueno amigo mio, voy a trabajar y de regreso te vengo a ver como sigues, lo abrazó  y sintió  los huesos frágiles de su querido compadre y se fue a su trabajo.
Por la tarde cuando regresó  de trabajar fue de nuevo a visitar a su compadre y se encontró  a su mamá  llorando inconsolable porqué su historia hijo acababa   de morir, el Padre estaba bendiciendo toda la casa  con agua bendita para alejar los malos espíritus.
Mi abuelo no lo podía  creer en menos de una semana perdía  a su mejor amigo.
Ustedes que creen será  verdad, será mentira?.

.

Historias de mi abuelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora