Cinco chicas entran nuevas en el instituto Sweet Amoris tras haber sido expulsadas de su anterior instituto y obligadas a salir de la ciudad por diversos motivos...
Puede que físicamente no se parezcan pero todas tienen algo en común, algo que no de...
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LUX
Cuando el timbre toca marcando el final del día, un murmullo nace en la clase, hasta convertirse en un griterío. Recojo las cosas y miro de reojo el asiento vacío de Lara... ya se ha vuelto a escabullir, y eso que es el primer día. Alguien se pone delante de mí y alzo la vista para encontrarme con aquellos ojos dorados.
-¿Te apetece venir conmigo a un sitio muy especial? –Dice Nath pasándose la mano por el pelo y sonriendo nervioso
Miro mi reloj... todavía me quedan unas horas para entrar a trabajar... pero tengo que hablar con Lara
- ¿Está muy lejos? –Me muerdo el labio inferior dubitativa.
Nath parece malinterpretar mi gesto y se pone colorado.
-E-está en una parte del instituto, no tardaremos mucho, solo quiero que conozcas a alguien
Sonrío y me levanto
-Vamos entonces
Antes de salir me acerco a Nerea para decirle que se vayan sin mí, tiene la mirada caída y está triste
-¿Nerea? ¿Estás bien?-La sacudo levemente
-¿Qué? Ah sí... que no te esperemos- Mira a mi espalda, en dirección a Nath- Pásatelo bien
-Solo va a ser un momento, no voy a irme a ningún lado
Me sonríe débilmente, como despedida, y se gira para irse con las demás
¿Por qué están todas tan extrañas? ¿Será por la mudanza?
-¿Vamos?-Me pregunta Nath desde la puerta
Asiento y le sonrío una vez más
Caminamos hasta un rincón que había entre el instituto y un edificio, en el suelo hay una caja grande y abierta. Conforme nos vamos acercando escucho leves ronroneos y maullidos
-Los descubrí hace poco, - Dice mientras se agacha y saca un poco de comida de su mochila- alguien los debió de abandonar y me he encargado de cuidarlos
Me asomo y veo a una gata gris, con las orejas y las patas negras, con sus cachorritos dentro de la caja. Nathaniel le acerca comida y agua y salen disparados a por ella. Cuando acaban de comer Nath saca a unos cuantos cachorritos y se pone a juguetear con ellos.
No puedo evitar sonreír tiernamente ante esta imagen.
-Ojala todas las personas fueran como tu -Me siento a su lado- Así nadie abandonaría a los animales...-Mi mirada se distrae con la gata blanca, así que no veo como Nath se sonroja, pero lo siento... Siento sus emociones
La gata me devuelve la mirada curiosa. Sale de la caja de un salto y empieza a trepar sobre mí, lo cual me pilla de improvisto y tengo que cogerla rápidamente para que no se cuelgue y me arañe. Se acurruca en mi hombro y empieza a ronronear. Yo la acaricio lentamente
