ShikaTema:La Hija Que Nunca Tuvimos.

capitulo 6

CAPITULO 6.

Shikamaru llamó a la puerta tres veces antes de que escuchara sonido alguno en el área residencial del edificio de Administración de la Arena.

-Temari, ¿Estás dormida?

Al oír la voz de Shikamaru, a Temari se le aceleró el pulso. La kunoichi se despertó de golpe, pensando que aquella reacción tenía que acabarse.

-No estoy dormida–respondió con los dientes apretados. –Dame sólo un minuto

Ahí estaba él, como si nada hubiese pasado la noche anterior. Quizás era porque en realidad, esa era la importancia que éste le daba a un beso de ella. De algo si estaba clara, y era del hecho de que no se doblegaría ante su debilidad por ese hombre. Tampoco quería acostumbrarse a escuchar su voz y a confiar en su presencia.

Entreabrió la puerta y para Shikamaru fue obvio que ella estaba dormida hasta que él le despertó.

-¿Qué quieres tan temprano? –respondió con voz odre.

Tenía el pelo revuelto, los ojos menguados, la nariz roja y una camiseta enorme que al parecer usaba para dormir. Ella se dio cuenta de cómo la miraba el shinobi y escondió medio cuerpo tras la puerta.

-Frente al hotel hay una pastelería y el olor de los dorayayis me despertó. He traído algunos para que desayunemos juntos…digo…siempre y cuando te parezca bien.

Temari suspiró indecisa y molesta. No podía hacer que se marchara de Suna, pero no podría permitir que hiciera con ella lo que le viniera en gana.

-¿Desde cuando se supone que cambiaste tus hábitos normales? -preguntó dando muestras de su mal humor - Un día te vas a morir de puro encanto.

-No creo que eso se a posible, Temari… -dijo riendo y aceptando la burla- sólo trato de ser cortés con ustedes. Es lo que manda la educación, nada más.

Ella ignoró el cosquilleo que sintió recorrerle la espina dorsal y se negó vehemente a atribuírselo a su media sonrisa sexy.

- A ti te ha cambiado la costumbre que tenías –añadió molesta-al parecer porque te ha dado por despertar con diferentes personas cada día.

Shikamaru reconoció feliz que estaba celosa.

-¡Que mal humor! ¡Vaya! Debo reconocer que los comentarios que llegan aquí no han sido favorables hacia mi persona.

Y así eran. Fueron muchas veces las ocasiones en que tuvo que escuchar los detalles de los encuentros amorosos sostenidos con varias kunoichis a las que conocía.

–Eso de desayunar juntos no me place de todo, Shikamaru. Es demasiado familiar para mi gusto.

-Temari, por favor…

Shikamaru cerró los ojos y suspiró. ¿Por qué no podía perdonarlo cuando ella también había sido culpable de lo que sucedió con su hija?

Temari bufó cansada. ¿Por qué tenía que mirarla de aquella manera que la abrumaba?

-Lo siento, Shikamaru…ven pasa. Shikemari no se despertará a menos que no vaya por ella. Iré haciendo tiempo despertándola y luego voy a darme un baño. Siéntete cómodo. Ve a ver las nubes al balcón si quieres.

Shikamaru miró hacia el palco donde ayer disfrutara de unos deliciosos momentos con su hija.

-¿Puedo despertarla?

Temari se encogió de hombros.

-Hazlo. De seguro será más fácil para ti, ya que heredó tus genes ociosos.