4. Perfecto escape

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Ya llevaba varías horas en mi habitación, desde que mi madre me mandó a ella sin salir por ningún motivo.

Seguía sin entender porque ese empeño de ellos, mis padre, los que deberían querer lo mejor para mí, me obligaban a mantener una relación con un chico que no me interesaba lo mas mínimo. Ah claro, pero que tonta, lo único que les interesa es en el buen lugar que los dejaba eso, ya que los padres de Scott son muy amigos de los mios, aparte de tener numerosos negocios en conjunto.

Pues si, a vista de todos éramos la pareja perfecta, algo que yo odiaba con todo mi ser, pero por desgracias no podía librarme de todas de las ruedas de prensa que organizaban para mostrar nuestro hermoso noviazgo, aj, sin haber comido y hasta ganas de vomitar me entraban.

- Mi niña, le preparé una riquisima cena, lleva mucho sin comer- Lucy entró en mi cuarto con una bandeja.

- Oh gracias, pero no tenías por qué molestarte, sabes que no me gusta que me traten como superior de nadie.

- Lo se mi niña, pero lo es y aunque no le guste, no puede cambiarlo.

- Bueno, por lo menos te tengo a ti que lo entiendes, los demás solo me miran como un bicho raro por no gustarme mi vida de "niña rica" como le dicen.

- Ja, pero eso es porque ellos no piensan como usted y no tienen su ternura- dejando la bandeja se sentó a mi lado en la cama.

- Ay mi Lucy, no sabes cuánto bien me hacen siempre tus palabras- me apoye en su hombro mientras me acarició la espalda.

- Eso intento, mi intención es ser buena influencia para ti- pues si que lo era, la mejor y única que tenía- bueno, ahora coma, que se le va a enfriar.

- Si, um, pero que buena pinta tiene todo...- la miré cuando ya se iba a ir.

- Pues buen provecho mi niña, y tranquila, no vendré a recoger hasta la mañana, para...que duerma bien.

Y tras eso se fue, sabía la razón de picardía en su voz y la sonrisa, ella sabía que me iba a escapar, como ya hacía años antes y por eso me dio su consentimiento y apoyo a la hora de cubrirme contra mis padres. Por eso, comí rápidamente la cena y me preparé para salir...por la ventana.
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Tras salir sigilosamente de mi cuarto, bueno, no tan sigiloso, porque el golpe que me di al saltar, se oyó...un poquito, pero por suerte mis padres no se dieron cuenta. Pasé por mi garaje secreto y como recordaba, la carrera hoy a la noche sería de coche, por lo que cogí mi precioso ferrari rojo.

Ya me encontraba en el lugar de las carreras, siempre era el mismo, pero por culpa de aquel idiota, tuve que venir antes para nada. Bueno, gracias a eso conocí a aquel chico, Eliot, guapo y su moto...y su manera de....espera, ¿que digo? No, no, borrar pensamientos.

- Ey, aquí está mi corredora favorita, ya pensaba que no vendrías.

- Eh, hola Josh, ni loco pensaras que me perdería una carrera, ¿y eso de tu corredora favorita?

- Pues como no, eres una apuesta fiable, nunca me has hecho perder nada.

- Tranquilo, no hables tan rápido, está vez será diferente- lógicamente esa voz de idiota no podía pertenecer a otro que a...

- Hombre Brad, ya te extrañaba, bueno mas bien a tu trasero para darte una paliza como el otro día.

- Ja ja, pero que maja, igual verás con mi precioso coche, aunque solo le podrás ver la parte de atrás, por lo atrás que te voy a dejar.

- Uhh, que golpe.

- Que bueno.

- Bulla, bulla.

Si, todos los que empezaban a estar alrededor nuestro no paraban de meter mas bronca de la que ya había, y mi mejor plan era...meter aun más.

- Bueno, pues yo seré buena y te dejaré contemplar absolutamente todo mi coche- al haber salido antes de él, camine hasta estar al lado.

Brad me miraba algo dubitativo de no saber que hacía, pero yo solo lo ignoré y me senté en el capó.

- La verdad, no voy a negar que tienes un buen coche, pero ya lo había visto, que pretendes con que lo mire ahora

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- La verdad, no voy a negar que tienes un buen coche, pero ya lo había visto, que pretendes con que lo mire ahora.

- Pues fácil, si según tú voy a ir detrás tuya, tú no me vas a poder ver delante, por la razón que ya te llevaré una vuelta.

- Uhh, eso si.

- Que pulla amigo.

- De esa no te curas.

- Quema, ¿verdad Brad?, pues si quieres hacer que mis palabras sean falsas, demuestralo.

- Oh, claro que lo haré, muchos aquí saben...

- No, no, lo que sepan muchos de tus amiguitos no me vale para nada.

- Tiene razón Brad, nos lo tendrás que demostrar a todos en la carrera, que por cierto, cierren sus apuestas, porque...¡va a comenzar!

Me dio mucha gracia la cara que se le quedó después de que Josh le dejara claro que todos esperábamos que el supuesto machito, demostrara sus palabras sobre la pista, lo que según tengo comprobado, no se le da tan bien como a mí, y ésta vez no iba a ser la excepción.

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