Llegó el lunes por la tarde, Emily se había arreglado más de lo normal, pero no elegantemente sino más bien, casualmente pero destacante. Eran las 16:30.
*Beeep* "Estoy solo en casa, ¿te vienes un rato y hacemos algo?" Mensaje de Leo.
-Mierda... -Susurró-
"Lo siento Leo, se me habia olvidado por completo que hoy estabas solo... He quedado con Rayan en su casa..."
*Beeep* "OK."
-Mierda... -Volvió a susurrar- "bueno, ni que fuese el fin del mundo, también tendré que tener vida social joder, que le den." - Pensó Emily.
*Riiiiing* El timbre sonó. Emily ni contestó. Bajó rápidamente las escaleras y ahí estaba Rayan, con esa espléndida sonrisa, con ese aura que hacía que Emily se derritiese.
-Tú siempre tan preciosa eh. -Sonrió-
-Ay, cállate bobo. -le dio un empujón-
-Tu siempre tan bruta eh.
-Ya sabes como soy. -sonrió-
Andaron callados hasta casi llegar al portal de Rayan, cuando de repente la cogió la mano.
-Bueno, aquí estamos...
Emily se sonrojó un poco -Si... ¿subimos?-
Rayan soltó su mano y abrió el portal. Subieron las escaleras hasta un 3º.
Entraron a la casa. Era un dúplex precioso, olía a incienso y entraba mucha luz en él, a la entrada un espejo, a la derecha el salón, un salón completamente blanco donde los muebles de piel blanca resaltaban con el sol que entraba por la ventana. Arriba se encontraban los cuartos. Entrando por el salón había otro pasillo donde se encontraba la cocina a la izquierda y el baño pequeño a la derecha. Subiendo las escaleras a la derecha se encontraban dos cuartos y a la derecha otro cuarto y el cuarto de baño grande.
-Wow... qué casa más bonita...
-Gracias. Subimos a mi cuarto, ¿te parece?
Subieron las escaleras, Emily sentía más nervios aún, no sabía que iba a pesar, en ese momento solo quería lanzarse al cuello de Rayan.
Entraron al cuarto. Era de color azul, enfrente se encontraba una cama grande, no de matrimonio, pero tampoco de una persona. En la pared de donde la cama tenía varios pósters y una bandera rasta. A la izquierda se encontraba el escritorio con el portátil. El armario era empotrado de madera se encontraba en la pared que estaba consiguiente al escritorio.
Emily se sentó en la cama y Rayan puso algo de música. Sonaba All Eyes On Me de Tupac.
-Bueno, ¿y qué es eso que me tenías que decir? -se atrevió a dar el paso Emily-
-Bueno... N-no se si te habrás dado cuenta... Bueno, ya está -se puso de pie- Sin rodeos, a ver, joder, Emily, que me gustas, me gustas desde hace mucho y no podía aguantar más sin decírtelo, ¿Te gustaría salir conmigo?
Emily se puso de pie. Fue directamente hacia él. Le besó apasionadamente.
-Eso... ¿Eso es un sí?
Emily volvió a besarle.
-Vale, creo que lo he pillado-sonrió-
Emily sonrió, le abrazó y acto seguido le cogió por los hombros y lo empujó a la cama. Se puso encima de él y le mordió el cuello. Empezó a besarle salvajemente.
-Emily...
-¿Qué? -paró en seco-
-¿Te gusto realmente o simplemente quieres follarme?
-Te diré la verdad, hasta hace unos días me atraís sexualmente, pero eso hasta hace unos días, ahora... Pues siento cosas por ti... ¿sabes? Se me hace raro decir esto, ya me conoces y sabes que el amor no es lo mio... Pero podría llegar a quererte.
"Podría llegar a quererte" Esas palabras se quedaron grabadas en la mente de Rayan durante un momento. Pero se despejaron cuando Emily empezó a acariciarle el pecho.
Rayan estaba emocionado, no sabía como sentirse, solo tenía ganas de sonreír.
Rayan empezó a quitarla la camiseta. Emily llevaba un sujetador de encaje blanco donde destacaban sus exuberantes pechos. Rayan empezó a acariciarlos, acto seguido ella se quitó el sujetador y los dejó al descubierto. Rayan estaba sufriendo ya una erección y empezó a quitarse el pantalón. Los dos se metieron dentro de las mantas. Emily empezó a bajarse el pantalón también. Los dos semidesnudos estaban completamente cachondos. Rayan empezó a recorrerle el cuerpo con los dedos hasta llegar hasta su vagina, donde paró en ese momento, empezó a hacer circulos con los desdos por las inglés hasta que por fin metió la mano den tró de su braga. Empezó a separarle los labios y a menear su dedo corazón en el clítoris, mientras que Emily le estaba haciendo una paja. Cuando los dos se pusieron lo suficiente cachondos, Emitly se subió encima de él, echó las mantas por encima de ambos y empezó a "cabalgar". Antes de ello Rayan cogió un condón que tenía debajo de la almohada y se lo pusó. Rayan empezó a moverse al mismo ritmo que ella, empezó a tocarla los pechos hasta que finalmente se corrió. Ambos pararon, se tumbaron, se miraron y se besaron.
-Ha sido... fantástico pequeña.
Emily le miró y sonrió en modo de aprovación. Estaban agotados y decidieron dormirse media hora.
Cuando se levantaron los padres de Rayan aún no habían vuelto. Rayan acompañó a Emily a casa.
-Mañana hablamos, ¿vale?
-Vale, llámame si eso.
Rayan besó a Emily y se despidió.
A medida que Emily subía las escaleras estaba intentado asimilar todo. Solo podía sonreír.
Antes de abrir la puerta de casa *beeep* un mensaje: "Con que has estado toda la tarde en casa de Rayan, ¿no? A saber que estabáis haciendo... Prefieres estar con él que con tu primo..."
"Bueno, por un día que no estoy contigo, hostia puta, mañana voy a casa y hablamos, tengo que hablar contigo."
"¿Sobre qué? Pásate a las 16:00"
"Sobre algo, mañana lo sabrás."
Emily estaba nerviosa por todo lo que tenía que decirle a Leo y sobre todo por cómo se lo tomaría. Mañana sería un nuevo día y no sabría qué pasaría.
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Más que primos.
Ficção GeralEmily y Leo, primos, unidos desde siempre, pero algo entre ellos despertará una pasión indescriptible, algo que romperá barreras. Rayan amigo de Leo y Emily. ¿Que parte tomará en esta historia? Entra en en el mundo de esta novela apasionada. Llena...