Hoy despierto y aunque no estás aquí aún queda tu olor en la almohada, si, esa almohada que no puedo usar porque la tenías toda doblada y acoplada a tu necesidad... Y la dejo ahí, todas las noches me propongo a sacarla de la cama, pero la dejo ahí. Y la observo, y aveces pienso: ¿se sentirá tan sola como yo? ¿Extrañara tu presencia como yo? ... No se porque dejaste este vacío en mi pecho, he perdido amores, pero jamás he llorado un amor tanto como aún lloro el tuyo, y me pregunto a mí misma: ¿me llorara igual? ¿Será que en las noches piensa en mí? ... Sigo encerrada en las 4 paredes del cuarto que construimos juntos, y tú no estás aquí. Se siente vacía la casa, apesar de todo lo que hay dentro, se siente vacía porque tu presencia la llenaba de un sentimiento de alegría de ese carisma con el que siempre andabas... Y tú cepillo sigue ahí, me recuerda todas las mañanas que ya no estás a mi lado cuando me lavo los dientes, y me acuerda cada noche antes de irme a dormir que ya nadie se acostara a mi lado en "nuestra cama" ¿o es "mi cama"?.... No puedo buscarte, creo que fui yo quien falle, ya no recuerdo, por que el dolor es grande, pero lo único que recuerdo es que no debería llamarte, aunque mis oídos me rueguen hasta las entrañas de mi ser que desean oír tu voz... Pero ya no sé si fue lo que pasó, o ¿quizás es el orgullo? Estoy dolida por qué no estás, y detesto extrañar un corazón que está vagando en el mundo muy lejos de mi. . . Pero sigo sin poder dormir, y cuando logró cerrar los ojos, pienso en tus labios, los causantes de mi insomnio... ¿Por qué la casa está vacía? Siento que voy recorriendo un pasillo y no tiene fin... ¿cuál era el color de tus ojos? .... Esta noche dormí un poco más de lo usual... Ya no recuerdo el sonido de tus pasos en la casa... ¿Eras real? ... Esta mañana me pregunté porque aún había otro cepillo ahí, y lo tire a la basura, pero mi corazón dio un vuelco y sentí que algo aún dolia, aún así el orgullo no me dejo cogerlo de nuevo, así que cerré la basura y salí a trabajar... En la tarde llegue y la casa aún se siente vacía, pero la estoy comenzando a llenar de mi presencia, quizás estoy un poco adolorida, pero ya no me siento tan sola conmigo misma.... No me acuerdo de tus manías... Me di cuenta que duermo mejor cuando la almohada está en el piso, y no en la cama... ¿tus ojos eran café? ¿tus manos eran suave? No recuerdo el tacto de tus labios sobre los míos... Pude cerrar los ojos y ya no te vi. Creo que mañana no tendré ojeras, y después de dos noches, no me acordaré de ti. {D.P.R}
ESTÁS LEYENDO
Poesía ninfomana
FantasiaLa mente de una mujer adicta al sexo, enamorada, y con el corazón roto. La realidad de lo que muchas veces vivimos, o quisiéramos vivir. Pedazos de todo y de nada. Lee, disfruta e identifícate. -Derechos de autor reservados- De ser compartida a...