Capítulo dos

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                                                               ...10 años mas tarde...


-¡Ona ya he llegado!.- gritó Arlette entrando a la casa.

- ¡Estoy en la cocina!.-gritó en respuesta la anciana, la niña, mas bien una pre-adolescente camino hasta la cocina, pero antes dejó la mochila en el recibidor.

Cuando llegó a la cocina miró a la anciana desaprobando lo que estaba haciendo.

- Ona deberías estar en la cama, no haciendo la comida.- riñó la muchacha.

- Lo sé cielo pero tenía que hacerte la comida, para que comieras algo, estas muy delgada por estar pendiente a mi.- explicó, y tenía razón su nieta no comía demasiado desde que ella cayó enferma.

- No te preocupes Ona, ahora a la cama.- dicho esto ayudó a su abuela a llevarla a su habitación en la planta baja, ya que cambiaron su habitación de lugar porque ya no tenía tantas fuerzas para subir las escaleras.

Cuando ya la llevó a su habitación y la arropó, antes de que se marchará su abuela la llamó, y digo abuela porque la muchacha conocía toda la verdad de su pasado y por eso cuidaba mucho a Ona en agradecimiento a todo lo que hizo por ella años atrás, gracias a ella era modelo desde los tres años y tenía una educación adecuada en un colegio normal.

- En la cocina hay un pastel que acabó de hacer, ¿puedes llevárselo a los nuevos vecinos?.- preguntó

- Claro Ona.- y dicho esto salió de la habitación dejándola descansar.

Caminó hacía la cocina para coger el pastel que le había dicho a su abuela para llevársela a sus nuevos vecinos, salió de la casa con el pastel en mano bien envuelto y cuando ya estuvo frente a la puerta tocó el timbre y esperó unos segundos hasta que una mujer que rondaba unos cuarenta años le abrió.

- Hola, soy Arlette la nieta de la vecina de al lado y me ha mandado a que le traiga esto para darle la bienvenida.- dijo educadamente.

- Muchas gracias linda, ¿te apetece pasar?.- agradeció la mujer y Arlette asintió.- olvida el desorden todavía nos estamos instalando, llamaré a mis hijos, tienen aproximadamente tu misma edad.

- ¡Jason, Luke, Tom, Emily!.- gritó la mujer y al instante cuatro personas se posicionaron frente a ella.- chicos ella es Arlette la nieta de la vecina de al lado, Arlette ello son mis hijos Luke, Tom, Emily y Jason.

- Hijastro.- respondió el tal Jason.

Pasaron las horas en casa de los Jones y ya era tarde, sinceramente esos chicos l habían caído bien sobre todo Luke, Tom y Emily porque Jason se fue a los segundos después.

Llegó a casa y se dirigió a la cocina para prepararle la medicación a su abuela, cuando ya la tenía lista caminó hasta su habitación y se sentó a su lado.

- Aquí tienes la medicación abuela.- le tendió el vaso y la ayudó a tomárselo.

- Gracias cielo, sabes que eres la mejor nieta-hija que el mundo me pudo dar.- la abrazó y le dio un beso en la frente.

Salió de la habitación y fue a la cocina para prepararse algo de cenar, se hizo unos filetes rusos y se los comió con rapidez, sus tías llegaron exhaustas del trabajo y se fueron directamente a la cama y ella también.

Se dio una corta ducha, se puso el pijama y se acostó en su cama para después de unos segundos quedarse dormida.

Unos gemidos de dolor la despertaron de su sueño y asustada buscó de donde venían cuando averiguó que era de su abuela corrió para llamar a sus tías, que rápidamente fueron a la habitación de la anciana, los gemidos de dolor fueron reemplazados por tosidos bien fuertes, la niña estaba muy asustada y no aguantó mas y entró a la habitación y se posicionó al lado de su abuela cogiéndole de la mano.

Su tía June vino con un vaso de agua en sus manos y se lo tendió a la anciana, esta se lo tomó y dejo de toser al momento.

Todas suspiraron de alivio, a los momentos la tos volvió a aparecer, las mujeres no aguantaron mas y cogieron el teléfono y marcaron el numero de emergencias.

La ambulancia llego lo mas rápido posible despertando a todo el vecindario con su bocina, los enfermeros entraron en la casa y posicionaron a la anciana en la camilla para meterla en el auto

- ¿Alguien entra con ella?.- sus tías la miraron y decidieron que fuera ella ya que le daría fuerzas a la anciana que su única nieta estuviera con ella.

En pijama Arlette entró en el auto y le cogió la mano a su abuela y veía como la mascarilla se empañaba por sus fuertes respiraciones.

Llegaron al hospital en menos de lo que cantaba un gallo la niña y sus tías se quedaron en la sala de espera mientras atendían a la mujer.

Arlette no podía esperar mas quería ver a su abuela, mientras tanto agobiada daba vueltas en la sala de espera intentando tranquilizarse.

- Arlette por favor estate quieta me estas poniendo nerviosa, ven siéntate.- le pidió Caroline y ella obediente se sentó a su lado y la mujer paso un brazo por encima de sus hombros abrazándola.

El doctor apareció minutos después llamando a los familiares para darle los detalles de como estaban los pacientes.

- Familiares de Ona Jhonson.- llamó el doctor, inmediatamente las cuatro mujeres se levantaron.- tengo que darles una mala noticia, desgraciadamente la mujer falleció, en unos instantes podrán pasar a verla.

Solo bastó esa palabra para que las cuatro se pusieran a llorar como locas intentando consolarse entre ambas, Arlette no paraba de llorar.

- Doctor, ¿Qué le pasó?.- pregunto June sin dejar de llorar.

- Le dio una neumonía bastante fuerte y sus pulmones no resistieron por lo que dejaron de funcionar ayudando a su corazón para que se paralizara.- Arlette lloró mas fuerte, todo su mundo cayó en picado, ¿Qué haría ahora sin la persona mas importante de su vida? ¿Qué sería de su vida? ¿Volvería con sus padres? Esas preguntas la mataban, porque al fin y al cabo Ona había muerto.

Arlette (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora