Capítulo 17

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Narra Edgar

Me vi paralizado por segundos al entrar a aquella sala como todos los demás que se encontraban allí, en la sala que supuestamente entraba una vez por día.

Aunque, los demás estaban paralizados por otra cosa.

Mi razón era muy diferente a la de expulsar definitivamente o incluso asesinar al Angelus que se encontraba a mi lado.

Mi razón era porque no lo encontraba.

Inspeccioné toda la sala con extremo cuidado y lo más rápido que mis ojos pudieron, pero...

¿Dónde estaba el Caput?

Narra Naiko

Él...

¿Acaso él...?

¿De verdad él...?

¿Él había hablado latín?

Me acerqué casi corriendo a Nicolás, al igual que Óscar para procurarnos de que estuviera bien. Aunque yo creo que ambos sabíamos que no lo estaba.

¿Por qué... cómo...?

Un montón de preguntas devoraban mi cerebro y todas estaban relacionadas por un mismo tema.

¿Cómo sabe hablar latín?

Por lo que sé, en la Terra Humanum mi lengua se considera como una lengua muerta que ya no se es interpretada por nadie. Sólo esos profesores que se pasan la vida estudiándola sin algún fin en especial logran "dominarla". Pero Nicolás no se ve como alguien... ¿estudioso? ¿Viejo?

El acento de Nicolás era simplemente perfecto.

Esto me preocupaba.

-Nicolás... ¿Estás bien?

Me miraba desorientado, como si estuviera mirando a muchos lugares a la vez y sin un punto fijo.

-Yo... Eh... Sí, estoy bien.

Trató de pararse, pero se tambaleó y cayó en los brazos de Óscar.

-No, no lo estás.

-Tal vez... La pieza me da vueltas...- Nicolás decía como si estuviese muy enfermo.

Era ilógico. Habían sellado su Lux, ¿no? El Edgar estaba ahí con él, era imposible que no lo hubiera hecho con él ahí.

¿Debía preguntarle ahora sobre su latín? ¿En su estado?

Una voz me gritaba que sí, que necesitaba respuestas y rápido, pero otra, más silenciosa y calmada me decía que debía esperar un poco.

Y le hice caso a la segunda, por lo que tomé a Nicolás y traté de que se relajara un poco, sobándole la espalda.

Gran ayuda, Naiko. Gran ayuda.

Después de unos minutos de hacer lo mismo, y con la ayuda de Óscar que se había sentado a su lado metiéndole conversa para distraerlo e incluso le había ofrecido una calada a su pito, Nicolás se pudo incorporar lentamente en los harapos que pronto llamaría "cama", quedándose sentado. Tenía mejor aspecto.

Incluso se había animado a pararse.

Iba a agarrar a Nicolás por el brazo y llevarlo al otro lado de la Locus, pidiéndole algo de privacidad a Óscar y poder hablar este tema tan serio con él. Pero algo me lo impidió.

Más bien, alguien.

Un mini circulo con una estrella en medio se había formado en el suelo, como si las líneas que lo forman hubieran sido quemadas en el. Y luego de esto, una llama azul dio paso a alguien que conocía desde hace mucho tiempo.

¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora