Another Cullen

° Capítulo 1 "La llegada "

Corría por el bosque, siendo perseguida, corría y corría mientras gritaba por ayuda. Sentía un agotamiento que en décadas no había tenido presente, mi cuerpo parecía no resistir más. 

Quedé en un lugar cerrado, miré a mi alrededor como si eso fuera a modificar algo, el pánico llegó a mí. Si tuviera algo de fuerza podría escalar la grande pared en la que terminaba el callejón, pero apenas y podía caminar.

Volteo y encuentro las tres sombras que me venían persiguiendo, aún sin poderles ver bien, se estaban acercando y seguí gritando por ayuda, sentía que mi inmortalidad terminaría ahí.
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Me levanté de golpe, mi respiración era frenética y todo el miedo que antes sentía seguía ahí. Me encontraba en el asiento del avión....Entonces recordé por que estaba ahí, la calma regresó a mí y una sonrisa se asomó por mis comisuras, lo que sea que haya imaginado fue solo un engaño de mi mente y no importaba. He regresado de Italia después de 50 años para ver a mi familia, cincuenta años y aún parezco de 16, mofarme del asunto calmaba mi desesperación.

Me levanté lo más lento que pude hacia los sanitarios, al llegar remoje mi rostro y regresé.

En mi mente intentaba recapitular y procesar lo sucedido, mi hermana tenía visiones, yo no. Pero lo que acababa de pasar lo sentí demasiado realista para mi gusto, llegaba a darme nausea el simple recuerdo..

Entre mas vueltas le daba, tenía menos sentido.

El avión no tardo en aterrizar, por lo que me levante y tomé mi maleta de mano. Fui la última en bajar, aunque hubiera querido ser la primera pero tal vez no pueda controlar mi emoción e hiciera algo que al ojo humano no sea muy usual.

Empecé a bajar las escaleras e inhale, el aroma de Forks, húmeda y tan espesa. Sonreí al suspirar, aunque las grandes ciudades sean tentadoras, nada se comparaba con este apartado lugar, donde podía correr por horas en el húmedo bosque.

Al abrir los ojos pude ver a uno de los chicos con un paquete y una sonrisa de travesura recién hecha.

-¡Emmett!- grité para luego correr a gran velocidad  y lanzarme a abrazarlo

-¡Mia!-me atrapó y recibió entre sus brazos dándome un fuerte abrazo.... demasiado fuerte.

-Emmett, me vas a romper- al instante me soltó e hizo el abrazo más delicado.

-Perdona pequeña, pero en realidad te extrañaba- pude sentir algo triste su voz, al soltarme me revolvió el cabello. Su estatura me rebasaba por mucho, por lo que le era fácil el molestarme continuamente con apodos.

-Lo sé, igual yo-le contesté y le di un leve golpe en el hombro.

Siempre estaba bien con Emmett, siempre hacíamos bromas a nuestros otros hermanos y jugabamos constantemente, corriendo para atraparnos mutuamente  o para poner a prueba nuestra fuerza, aunque suene tonto era divertido.

-Bueno, vamos a casa- dijo mientras agarraba mis maletas de mis manos.

-Emmett- lo interrumpí.

-¿Si?- pregunto sin verme.

-¿Por que los demás no vinieron?- no quería sonar como una niña malcriada, pero creía que al menos vería a Esme y Carlisle.

-La mayoría fue a cazar- me explicó dándome una sonrisa sincera.

-¿La mayoría?- pregunté levantando una ceja cuestionando el paradero del resto.

-Si, Edward está con su novia y otro está esperando en el carro- explicó a lo que absolutamente  ignoré lo último y me centré en lo primero..... Edward.

-¿Novia? ¿Edward tiene novia?- reí en lo bajo, por un momento creí que era una broma de bienvenida, pero se le escuchó completamente serio.

-Si, ya te lo dije pero vamos al auto- empezó a avanzar sin esperarme, por lo que me tuve que conformar y continuar caminando.

Fuimos al auto y Emmett guardó todo mi equipaje, al abrir la puerta me encontré con Jasper con una pequeña sonrisa de lado.

-¡Jasper!-saludé feliz, el volteó y automáticamente se formó una sonrisa en mi.

-¡Mia!- bajo rápidamente del auto y me dio un abrazo.

-¿Como estas? ¿Ya te controlas fácilmente? Dime, que ha pasado- empecé a balbucear,  apenas llegó a la familia, conecté perfectamente con él. Jasper fácilmente es de las personas más preciadas que tengo en mi vida.

-Estoy feliz de volver a verte y si ya tengo autocontrol, pero Mia, pareciera que estás un poco agitada.- Negué moviendo mi cabeza y sonreí, lo que sea que haya pasado arriba del avión actualmente no tenía importancia.

-Bueno chicos, todo listo para  irnos- avisó Emmett.

Di una sonrisa emocionada, Jasper se subió atrás dejándome el asiento delantero para mi, me dirigí a la parte delantera ; antes de poder abrir la puerta en su totalidad una mano se interpuso y la cerró.

-¿Que haces?- pregunté.

-Una niñita de 16 años como tu no puede subirse en el asiento delantero- dijo con burla.

Irritada por su comentario que claramente había dicho para fastidiarme sonreí forzadamente, pude ver de reojo a Jasper disfrutando de la pequeña escena más de lo necesario.

Solo entrecerré los ojos y dije <<bien>> en un murmuro, solté la puerta, me aparte un poco y cuando Emmett también soltó la puerta la abrí con mi telequinesis directo a su rostro y cuerpo, esto hizo que cayera y que la puerta se quedará abierta con una pequeña abolladura. Pude escuchar la carcajada de Jasper y sonreí para mis adentros.

Le di un pequeño golpe al carro para quitar la abolladura y me metí en el coche.

-Rápido Emmett, quiero llegar a casa- lo apresuré mientras me quejaba

-Muy graciosa- dijo algo molesto mientras se paraba y se metía al asiento del conductor, no pude evitar reír.

Finalmente nos pusimos en marcha hacia nuestro gran hogar.

Mientras íbamos en camino, podía ver todo el bosque y recordé a la manada

Un grupo de licántropos que cuidan del área de nuestra especie, aparentemente aunque cambiemos nuestra dieta seguiremos siendo unos demonios a sus ojos, pero no los culpo.

La primera vez que interactué con ellos fue al intentar visitar a la familia, aunque quise explicarles el gran malentendido, no me dejaron y corrieron tras de mi. Claramente esto es un secreto para los demás, excepto para Alice y Edward.  

Internamente tenía cierto sentimiento que no podía entender hacia esas criaturas de cuatro patas, seguí viendo el paisaje preguntándome por ese raro sentimiento hacia mis "enemigos" naturales.