Cap. 6 Como siempre

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14:48 p. m.

Grandes y largas praderas Árboles y plantas de todo tipo, fruta, medicinales y complementos. Humildes casas de madera y ladrillo, un bello pueblo con tanta gente tan llamativa. Habían vendedores exóticos, niños alegres y sucios, obvió por los caminos de tierra. Los adultos trabajando y gritando o a los niños que cumplen travesuras o a los animales que invaden su territorio, y ni hablar de los jóvenes metiéndose con la gente y saliéndose con la suya, vaya que aquí son peores los idiotas que no trabajan, además de los que hacen sus pleitos en media calle o las ''parejitas'' que hacen sus escenas de demostraciones de su ''amor''. Increíble como puede ser tan simple y tan indecente un pueblo.

Pero esto no detendría su visita de observación por el lugar, el muchacho de cabellos violáceos quería saber mas sobre el lugar donde vivía uno de sus amigos, lo que quería era despejarse por segunda vez, ya mañana tendría que irse a Tokyo de nuevo para seguir con la semana de estudios.
Y que mejor excusa para irse de ese sitio, que seguir unos días por insistencia de su hermana en la casa de Horo...
(Un escalofrío le recorrió por el cuerpo )
Simplemente el hecho de estar en la propiedad del ainu le incomodaba, no solo por tener raros sentimientos por el, sino que siempre terminarían peleándose, es la misma rutina de siempre, un tema, diferentes opiniones, mismas reacciones y mismos desastres que se ocasionaban por las peleas que se daban a empezar.

Sin duda estar con el chico de hielo le daba grandes dolores de cabeza, nunca podían estar ni media hora sin tener una discusión... Ya era suficiente con el debate interior que se llevaba a cabo a si mismo sobre sus sentimientos por el cabeza de maceta, y no quisiera, mas bien, no tendría que seguir en el mismo sitio que Horo.

Lo único que se le apetecía en ese momento era estar un rato a solas y pasar el resto del día solo para no pasar por nada vergonzoso, no era común en un Tao sonrojarse y sentirse acomplejado ante alguien, ¡¡OBVIO NO!! nada de eso, el era un orgulloso miembro de su dinastía el tenia su dignidad (N/A: aunque ya todos sabemos que lo perdió un poco cuando desobedeció muchas reglas y se junto con Yoh etc. Etc.) y no se rebajaría a sentirse desorientado por un bueno para nada que tenia como nombre Horokeu....

El muchacho iba tan absorto en sus pensamientos que ni se dio cuenta, ya era la 4 vez que pasaba por la misma cuadra, cuando se dio cuenta del paisaje conocido se decidió en caminar recto hasta llegar a un lugar que parecía una taberna donde había gran bullicio, a la hora pico que se puede esperar, el lugar desprendía olor a comida, bebida y cigarrillo, una mezcla que no le gusto mucho, pero...

Se dio cuenta de que en una ventana de ese territorio sobresalía una distinguida cabellera azulada que asemejaba a unas púas....
Se acerco a la ventana para ver si sus suposiciones eran ciertas---- pero no lo pudo averiguar del todo por un cenicero volador que dio justo con su frente haciéndolo caer de espaldas por el repentino ''ataque''.
Un chino tirado en media calle con un moretón rojizo en la frente... Que cosa mas cómoda no?.

-- ¡Señorito se encuentra bien?! - grito chibi Bason.

-- ¡Esperen!! ¡Que idiota es señor Takehito tiro su cenicero creyendo que era un boomerang !! Yo lo traigo- dijo un chico saliendo de la puerta todo muy vivaz y alegre de la vida.
Luego miro al suelo encontrándose al cenicero perdido y al lado de el un muchacho que ... Se le hacia conocido.
-- Oye Ren, ¿que haces? - pregunto el incrédulo de Horo arrodillándose de cuclillas para la altura en la que estaba su amigo. El otro solo giro su cabeza hacia la persona que le hacia una sombra.
-- Tu que crees Hoto, estoy volando- sarcasmo mode : on.
-- Supongo que el boomerang volador te derribo no? Hehe- siguió.

Los Dos Juntos~♥~ [R E-E D I C I O N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora