XXXIV

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Tenía que salir de casa lo antes posible, no podía quedarme luego de lo que había pasado. No sabía a dónde debía ir. Solo una persona se me cruzaba por la cabeza ahora y por más enojada que me sintiese, solo él me podía dar el consuelo y seguridad que necesitaba, TaekWoon.

Sabía que estaba tratando de olvidarle pero en lo momentos más desesperante es cuando me doy cuenta de las cosas. Me di cuenta que lo quería demasiado cuando lo vi besándose con Hyuna y ahora me doy cuenta que lo necesito, cuando acaba de entrar a mi casa mi supuesto asesino. 

Sábado diez treinta de la noche ¿dónde podía encontrarse TaekWoon? Bueno, eso era muy obvio. Estaba seguro de que estaba en el Hades. Por suerte a mi madre la habían pasado a buscar las amigas y dejó el auto estacionado frente a casa. Solo tenía que buscar la llave del vehículo. Sin cartera, sin abrigo, asustada, llorando y temblando bajé a la sala de estar. La llave se encontraba arriba de la mesa, la agarré y salí rápidamente de casa. Necesitaba estar con TaekWoon, necesitaba sentirme protegida. Puse la llave en el contacto pero se me hizo bastante difícil ya que mi mano temblaba mucho. Solo había un problema, no sabía manejar muy bien y tampoco tenía licencia de conducir. Eso quería decir que si me paraban terminaría directamente en la comisaría. Justo cuando me encontraba a unas cuantas calles de casa me arrepentí de no haber traído una chaqueta y mi cartera con el celular dentro. Mi madre dijo que me llamaría aunque sabía que lo haría solo si se estaba aburriendo. El hecho de que el Hades quedara a media hora de viaje, que yo no supiera manejar y que no recordara completamente el camino no me ayudaba mucho. Por suerte la luz de la luna me hacía visible unos cuantos carteles que me ayudaban a divisar el camino y no perderme. Seguía asustada. ¿Habría alguien ahora en casa? ¿Qué le diría a mi madre cuando viera mi habitación? No podía decirle por nada del mundo lo de las amenazas, no quería volver a arruinar su vida con preocupaciones. Tampoco quería volver a mudarme. Me sequé las lágrimas y paré el auto en el medio del camino. Necesitaba descansar un poco, me faltaban quince minutos de viaje, según creía yo estaba yendo por la dirección correcta. Parecía un morral de las lágrimas que derramaba, si no tomaba agua me deshidrataría pronto. 

Por más que quisiera no podía parar, era tanto el miedo que tenía que lo único que podía hacer para desahogarme en ese momento era llorar y temblar. Volví a encender el auto para ponerme camino al billar. Si TaekWoon no se encontraba allí no sabía que haría, seguramente correr y correr hasta perderme y alejarme de todo el mundo. Estacioné el auto frente al billar. Estaba abierto como todos los sábados a esa hora, es más para algunos todavía era temprano para ir allí. Eran las once de la noche, definitivamente el tiempo se me había pasado muy rápido por el susto, eso me hacia sentir un tanto mejor, el tiempo pasaba más rápido y todo este desastre pasaría. Había una pequeña fila para entrar y ahí fue cuando también me arrepentí de no haber llevado la cartera. Necesitaba quince dólares para pagar la entrada. El tipo no me dejaría entrar sin pagar, a menos que me colara y me metiera sin que se diera cuenta, algo muy arriesgado ya que en el estado que me encontraba pasar desapercibida era algo medio imposible.

Me coloqué en el último lugar. Odiaba el hecho de no haberme cambiado la remera corta que tenía puesta. Sentía la mirada de varios chicos sobre mí, estaba segura de que pensaban que era una de esas putas que se regalaban gratis, pero no, no era nada de eso. Adelante mío había una pareja, ese era mi momento para colarme, me pondría detrás de ellos y luego, cuando estuviera dentro tendría que buscar a TaekWoon.

- Treinta dólares - les pidió el que atendía, por suerte no se había percatado de que me encontraba detrás de la pareja. El olor a alcohol y cigarrillo que tenía el tipo también me ayudaba, eso significaba que no está muy lúcido que digamos. La pareja pagó y me metí dentro.

Ahora solo me faltaba encontrarlo. Subí la escalera hasta el primer piso deseando encontrarme con él. Estaba segura de que estaba allí, el venía todo el tiempo aquí y hoy no sería una excepción. Me dirigí al ''sector vip'' al cual habíamos ido la primera vez que me trajo. Abrí la puerta con cuidado ya que no sabía con qué me encontraría allí dentro.
- _____, ¿qué haces aquí? - era KyungSoo , quien se acercaba a mi lentamente-. ¿Por qué lloras niña?

ERES TODO LO QUE VEO [VIXX-LEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora