Mis Dulces y Tiernos Dongsaengs - ASTRO Y TÚ

La Cenicienta

-Bueno chicos, por fin hemos terminado la parte de introducción al teatro, lo que significa que es momento de elegir la obra que presentaremos a fin de año. Presenté dos opciones ante la comisión encargada de las actividades extracurriculares: Alicia en el país de las maravillas y La Cenicienta. Pero al parecer Alicia les parece una grave alusión a las drogas... por lo tanto será La Cenicienta. "Bravo". –Aplaudió con sarcasmo. –Les repartiré a todos una copia de parte del libreto. Mañana a primera hora serán las audiciones, que por cierto serán abiertas a todo quien quiera participar, no lleguen tarde. Quienes aspiren a ser Cenicienta y el príncipe deberán audicionar en pareja. –Hizo una pausa mientras terminaba de repartir los libretos. –Ahora sí, ya se pueden ir. Hemos acabado por hoy.

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-Yo quería hacer Romeo y Julieta. –Se quejaba SanHa mientras caminábamos por el pasillo.

-Pues a mí me gusta la historia de la cenicienta. –Dije mientras hojeaba un poco el libreto que nos habían dado.

-Noona ¿Audicionaras para ser Cenicienta?

-No lo sé. –Contesté un poco dudosa. –Es la primera vez que voy a actuar, y aunque me encanta la idea, creo que debo dejarle el protagónico a alguien más experimentado. –Dije un poco triste.

-Yo creo que ___ noona sería una hermosa Cenicienta. –Me animó SanHa con una sonrisa. –Además este es tu último año ¿verdad? –Asentí. –Deberías hacer algo que lo haga inolvidable... como hacer el personaje principal de la obra de fin de año.

-¿Sabes qué? –El chico me miro con atención. –Tienes razón, lo intentaré. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Ser una de las horribles hermanastras?

-O un árbol. –Comentó SanHa haciéndonos reír.

-Si alguien aquí va a ser un árbol ese deberías ser tú. –Bromee y volví a reír cuando levantó los brazos simulando ser ramas y puso cara de... cara de árbol.

-Entonces si noona va a ser la princesa yo voy a ser el príncipe.

-¡FIGHTING! –Gritamos juntos.

Luego nos separamos ya que SanHa tenía una clase, fui a buscar un lugar tranquilo para comenzar a practicar para la audición. Me daba un poco de vergüenza hacerlo donde cualquiera que pasara pudiera oírme por lo que salí en busca de un salón vacío.

Entré en uno al azar en el que no había nadie y comencé a leer mis líneas tratando de entrar en personaje. Vi la película de La Cenicienta muchas veces, pero nunca había intentado actuarla.

Estuve varios minutos intentando, creo que me está saliendo mejor.

De repente... me pareció ver algo por la ventana de la puerta del salón, pero creo que es normal, después de todo hay clases en los salones de al lado, quizás fueran algunos chicos pasando por el pasillo.

Seguí practicando pero me sentí observada y volví a mirar hacia la puerta. ¡Ahora sí! Estoy segura que vi algo que se escondió en cuanto yo voltee.

Me acerqué despacio, tratando de no hacer ni el más mínimo ruido. Cuando estuve justo frente a la puerta, sin pensarlo dos veces, la empujé con todas mis fuerzas para espantar al infeliz que me estuviera espiando.

-¡Auch!

-¡Te atrapé! –Grité volviendo a cerrar la puerta para ver quién era. Me asombré al ver a la persona detrás de la puerta. -¿Rocky? –Exclamé sorprendida.

-H-hola noona. –Saludó con una mano mientras con la otra se agarraba la nariz.

-¡Hay no! ¿Te rompí algo? –Pregunté preocupada mientras trataba de revisarle el rostro, pero no se dejaba, así que aplasté sus majillas entre mis manos para que se estuviera quieto.