La vida eterna no es un regalo...
es una tortura...
Ver cómo mueren, cada uno de tus seres queridos...
Repetir lo mismo una y otra vez.
No quisieras tener esta tortura...
El pequeño se acercó a su madre, quien tejía un suéter para su hermana pequeña.
-¿Si madre?-
Ella acarició su mejilla y le sonrió.
-No deberías preocuparte por tu padre. Él regresará...-
El pequeño miró de nuevo la gran puerta de madera del castillo.
-Pero... ¿Y si no regresa?- dijo preocupado.
-Regresará...- dijo con voz dulce la mujer.
-¿Y si no regresa?- la mujer sonrió.
-Pues... Tu tendrás el mando de todo, claro, cuando crezcas. Serás un gran...-
-¿Vampiro?- la mujer río.
-Bueno... Si nos quieres llamar asi- el pequeño río y fue a la cuna, donde permanecía su hermana.
-Seras tan hermosa como madre...- la mujer sonrió aún más.
-No... Ella será más mucho más hermosa...- el niño sonrió.
Volvió a sentarse enfrente de la gran puerta de madera para esperar a su querido padre..."
-¡NO! ¡POR FAVOR!- veia a la chica frente a mi.
Atada de pies y manos. Con una venda en los ojos. Me acerque a ella.
-¿No quieres morir?- ella no respondió.
-Bueno. Entonces no digas nada... Maldita drogadicta...- me alejé.
Tomé mi cuchillo favorito.
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-Entonces...- me acerque a ella jugando con el cuchillo.
-No te importa que...- lo acerque a su cuello.
-Te mate...- de un solo movimiento corte su cuello.
Su cuerpo cayó muerto, llenando en piso de cuarzo de sangre. Un sirviente se acercó y me entregó un pañuelo. Con ese pañuelo limpie el cuchillo. Y se lo entregué junto con el cuchillo.
-¿Listo para cenar señor?- dijo mi sirviente personal, Rubén
-Si... Estoy listo.-
-Su padre y hermanastro lo esperan en el comedor.- cerré los puños.
-¿Esta ese hijo de puta aquí?-
-Si señor...-
-¿Cuando llegó?-
-Hoy en la tarde-
Suspire.
-Lleven el cuerpo a la cocina... Y ya saben que hacer- Rubén asintio y fui al comedor.
La gran mesa estaba iluminada de velas, y sólo había tres platos con copas. Fui a mi respectivo lugar.
-Hola padre.- dije mirandolo serio.
-Hola Guillermo.- dijo también serio.
No se cuando comenzamos a hablarnos así...
-Guillermo... Saluda a tu hermano.-
Joder. Ya lo recordé. Hice una mueca.
-Hola... Miguel Ángel...- dije entre dientes.
El me miró sonriendo.
-Holaaa Guille.- y río.
Como odio su maldita risa.
Comenzamos a comer con completo silencio. Las copas contenían sangre y no vino. A mi, me encanta la carne humana. Pero lamentablemente, eso está prohibido en el castillo. Mi padre lo prohibió desde... Bueno. Hace 99 años. En un mes. Aproximadamente se cumplirían los 100. Después de la cena. Los tres nos levantamos y fuimos a nuestras habitaciones. Rubén me acompañó. Al entrar a la habitación, fui directamente a la ventana y la abrí.
-¿Va a salir de nuevo señor?- suspire.
-No... Se.- mire el exterior. El bosque totalmente oscuro.
-¿Saldra al bosque o irá a la ciudad?- sonreí
-Me conoces bien Rubén. Iré a la ciudad...- me alejé un poco de la ventana.
De mi bolsillo saque un polvo azul. Lo eche a la ventana y está cambio su paisaje de bosque a uno de ciudad, Los Ángeles.
-Me cubres Rubén.- el asintio.
-Que le vaya bien y no se meta en problemas.- reí un poco y entre en la ventana.
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New cap
Espero que os guste tanto como a mi :3
No se que días podré publicar la historia. Así que tenéis que esperar y estar atentos 0.0
Nos vemos en la próxima, los quiere TheSomejuma y chachao :3
