La vida eterna no es un regalo...
es una tortura...
Ver cómo mueren, cada uno de tus seres queridos...
Repetir lo mismo una y otra vez.
No quisieras tener esta tortura...
-Bienvenidos chicos- dijo Olivia dejándonos entrar a su gran mansión, no literalmente claro.
-Es muy bonita...- dije mirando mi alrededor.
-Gracias Sam.- dijo sonriendo
Luzu también veía todo su alrededor. Su casa tenía muchos decorativos. Pinturas, fotos y figuras.
-Caseron que tienes aquí.- dijo Luzu sonriendo
Olivia sonrió.
-Sus habitaciones están arriba. Pueden escojer cualquiera.-
Luzu y yo subimos a la segunda plata. Yo escogí la última habitación del pasillo, y como siempre, Luzu escogió la que está al lado. Al entrar, la habitación era bastante grande. Con una cama igual de grande, con dos grandes armarios, dos mesitas de noche y un gran espejo. Con una sola ventana. La cual, tenía la vista de la ciudad. Sonreí. Comencé a desempacar mis cosas, ropa, y algunas cosas como relojes y perfumes. Todo lo dejé acomodado en la cama. Pocos segundos después tocaron a la puerta. Fui hacia ella y la Abrí, era Olivia, se veía nerviosa y estaba sonrojada.
-Hola Sam. Eh... Le dije a Luzu si nosotros tres podíamos ir a cenar afuera. El acepto y no se si tu...-
-Claro. Así podemos ver un poco la ciudad.- sonreí.
Ella también sonrió.
-Bien. Entonces prepárate. Nos vemos abajo en una hora.- dijo y después se fue.
Cerré la puerta. Entre mi maleta busque ropa, la ropa que más me gustaba, una camisa blanca, jeans negros y unas zapatillas igual de negras. Antes de vestirme mire el pequeño paisaje que tenía la ventana. Todo era nuevo y muy bonito. Pero ví algo que obviamente no encajaba. Ví a un chico salir de la nada enfrente mío. Literalmente, salió de la ventana. Yo retrocedi. "¿Que cojones?" El chico no noto mi presencia y comenzó a andar. Era un chico muy extraño, con piel blanquecina, llevaba hasta un traje muy elegante, y un peinado super extraño. Lo mire desde mi habitación hasta que desapareció de mi campo de visión. Me quedé en Shock unos segundos.
-¿Que fue eso?- sacudí mi cabeza
No debía de pensar en eso ahora. Tomé mi ropa y comencé a vestirme, e intentando no pensar en eso tan extraño que ví. (...)
Después de minutos y minutos de esperar a Olivia. La verdad no entiendo como es que las mujeres se tardan tanto. Luzu y yo aburridos de esperar en el sillón, comenzamos a jugar "Veo veo" ya que Olivia en su casa tenía muchas cosas de diferentes colores. Cuando ella bajo, tenía un hermoso vestido rosa.
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-Te ves bien- dijo Luzu sonriéndole.
-Si... Te ves muy bonita.- ella se sonrojo.
-Gracias chicos... Ahora, ¿salimos?- Luzu y yo asentimos y salimos de casa.
No llevamos el auto, según Olivia quedaba cerca así que caminamos. Las calles en la noche daba mal presentimiento. Llegamos al supuesto Restaurante. Al entrar, era bastante bonito. Escogimos una mesa y pedimos nuestras órdenes. Vi a mi alrededor y... El mismo chico estaba sentado en la barra. Ya que era Restaurante-Bar. Estaba bastante lejos, como para que Luzu y Olivia me vieran con el. Tenía tantas ganas de hablar con el.
-Voy al sanitario. Ahora vuelvo.- me levanté y me dirigí a donde estaba el chico.
Me senté junto a él. Pude ver de reojo que este tenía un tatuaje en el cuello, de una rosa.
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Lo mire bien.
-¿Que es lo que quieres?- el chico se dio cuenta de que lo miraba.
-Eh... Yo...- me miró muy serio.
-¿Porque me miras tanto?- pude ver sus ojos, Bueno... No.
Tenía los ojos chinos, y me causó un poco de gracia.
-Hola. Me llamó Samuel De Luque.- dije extendiendo mi mano.
El chico miró mi mano, con desconfianza la Tomo.
-Soy Guillermo Díaz Ibáñez.- la soltó después de decir eso.
-Guillermo, ¿eh?- el asintio y tomo un trago de su cerveza.
-Mucho gusto y... ¿te puedo preguntar algo?-
-Ya lo hiciste...- suspire.
-Ah... -
El río un poco
-Vale. Hazlo.-
-¿Porque tienes tatuado una rosa en tu cuello?- me miró.
-Es algo de familia.- dijo y tomo otro sorbo de su cerveza.
-Oh... Bueno.-
La verdad. Es que me sonaba el tatuaje de rosa en el cuello... Siempre olvido las cosas.
-Bien. Un gusto en conocerte Samuel. Adiós.- dejo el dinero en la barra y salió.
Ví como se iba. Después de unos segundos regrese a la mesa. (...)
La comida era super deliciosa. Al terminar salimos. Luzu se veía muy tenso. No quería preguntar por qué se que no me va a decir nada, es típico de él. Olivia iba muy tranquila. Llegamos a casa. Los tres fuimos a nuestras habitaciones. Ya era muy tarde, demasiado tarde. Sin cambiarme me tumbe en la cama. Para dormir a gusto.
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Holis!!!!!!!!!!!!!!
Espero que os guste.
Si tenéis alguna sugerencia para la historia u otra historia. Dejarme en los comentarios :)
Los quiere TheSomejuma y nos vemos en la próxima chachao <3
