La Curiosidad pudo con Cecil

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Hola a todos, capítulo 12. La acampada está a punto de empezar ¿Que ocurrirá? Veasmolo.

-67 y 70. Vale, esta todo el dinero del autobús. Bien, entonces recordad, despediros hoy de la escuela y de vuestros amigos que deberéis dejar detrás. Dentro de una semana volveremos.

- Si!!! Dijimos todos.

Ringo se fue.

En la habitación del primer piso.

- Otoya, ¿lo llevas todo?

- Si. Llevo unas cuantas de canciones, el saco de dormir, el teléfono, la comida, la brújula por si nos perdemos y los auriculares por si acaso.

- Esta bien. Pues ya estamos listos.

- Espera Tokiya! ¿Adónde vas con la guitarra de Otoya? Dijo Reiji.

- Por favor Otoya, llevatela. Es que me dijiste que me cantarias una de tus canciones algún día y este es el momento perfecto.

- Esta bien, supongo. Pensaré que canción te cantare.

- Bien!

- Vaya par.

-Toc, toc. Llamando a la puerta. Dijo una voz muy reconocida.

- ¿Natsuki?

- Correcto. Rápido, Otoya-chan. Que el autobus ya está en la puerta.

- Oh, tienes razón. Vámonos, Reiji, Tokiya.

Cerramos la habitación.

Nos fuimos corriendo, mientras tanto en la entrada del cuarto de Otoya.

- Bien, hecho Natsuki. Pensó Cecil.

Cecil abrió la habitación.

- Way!!! Que bonita es. Y tienen una parte azul, que seguramente será de Tokiya. Pero, que extraño, sólo hay una cama!
No me digas que Otoya se acuesta en la misma cama que Tokiya! Maldita sea, me lleva mucha delantera. ¿Eh? ¿Que es esto de color rojo?

Cecil cogió algo del suelo.

- Ah! No puede ser, estos son sus... Cecil se sonrojo mucho.

- Se puede saber que haces Cecil!

- Ahhh. Perdón por entrar Otoya, no era mi intención, verás es que...

- ¿Como que Otoya?

- Ah! Eres tu Camus.

- ¿Que es eso Cecil?

- Ehh, esto es un objeto muy preciado, mío, si, eso es.

- Déjate de tonterías y enseñamelo.

- Que, no, esper...!

Sonó un aviso por el instituto.

- Atención. Alumnos de las clases A y S. El autobús va a salir ya mismo. Reunios en la entrada del intituto y no tardeis en llegar.

Se terminó el aviso.

- Rápido, Camus. Dijo Cecil, con el objeto en las manos, saliendo corriendo.

- Eh! Espera! Dijo Camus siguiendolo.

Cerró la habitación y salió detrás de el.

Tras subirse todos al autobus. La acampada no hizo más que comenzar.

¿Como les irá a todos en la acampada? No os lo perdais en el próximo capítulo. Así que nada. Espero que os haya gustado y como diria Cecil avergonzadamente.

UTA PRI

Lo Alegre o Lo Serio: La Fuente del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora