Su comportamiento hacía mí.

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Comenzaré relatando mi vida desde que se empeoro todo en mi pequeña y fea vida.

Era un día de octubre a mediados de 2005, estaba en mi cuarto escuchando música con audífonos claro, mi padre había llegado a las 6 de la tarde, créanme yo también me impresione cuando lo vi llegar a esa hora, todo estaba tranquilo, yo en mi cuarto rodeada de todos esos pósters de mi ídolo Michael Jackson claro estaba que todo lo que tenía me lo compraba mi madre y una que otra cosa lo compraba yo, así como dicen muchos tus ahorros, bueno yo no tenía ahorros por mis domingos, ni si quiera me daban mi domingo, todos mis ahorros fueron de mis gastos de día a día en la escuela.

Elias: ¿Donde está esa mocosa? 

Se refería a mí, para mi suerte tenía los audífonos puestos así que no lo escuche, estaba escribiendo unos trabajos de español que me habían dejado, siempre me la pasaba ahí en mi cuarto, escribiendo, escuchando música o leyendo. A veces mi mamá me protegía pero era muy raro ese día fue uno de ellos pero duro muy poco.

Rosa: Sabes muy bien que esta en su cuarto haciendo tarea ¿Para que la quieres? No la vallas a molestar ahorita, déjala en paz por un día, solo te la pasas contra ella.

Elias: A ti no te incumbe mujer.

En ese momento se dio la vuelta y fue directo a mi cuarto, abrió mi puerta de un golpe y yo seguía sin escucharlo, solo sentí su presencia  a lado mío me volteé espantada. Me quito los audífonos y los partió en dos, en ese momento sentí como se desmoronaba algo dentro de mí, tenía tantas ganas de gritarle, de llorar.

Elias: Te la pasas todo el p*** día escuchando esa estupidez, no haces nada.

_____: ¿Porque lo haces?

Se lo dije ya con mi voz entre cortada por las ganas de llorar en ese momento me dio una cachetada de esas que te duelen hasta el alma. Me agarre mi cachete y no resistí más y me puse a llorar, me agarro del cabello y me jalo hacía la cocina.

Elias: Muévete, has algo útil, ahí metida no me sirves de nada.

Mi hermana estaba sentada en la barra de la cocina resistiendo las ganas de reírse a más no poder, mi odio, enojo hacia ellos se incremento en ese momento, mi madre solo me veía. Me limpié las lagrimas y me puse a lavar los pocos trastes que había en el lavabo.

Elias: Te cuesta tanto hacer eso, ayudarle a tu madre, CONTESTAME.

Fue la gota que derramo el vaso, ya me había artado y le contesté.

____: ¿Que sabes tu? Te la pasas trabajando y para que sirve eso, te la pasas en los bares siempre llegas borracho, le ayudo más que tu princesita la fácil que se la pasa invitando a personas a la casa cuando ella nunca mueve ni un solo dedo ni para recoger tan si quiera sus calzones.

Solo sentí su mano contra mis cachetes, llore y estaba a punto de salir me de la casa pero me volteé.

____: Como les odio a todos ustedes, debiste abortarme.

Se los grité y salí de la casa con lagrimas recorriendo mis mejillas.

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