Capitulo 1.

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Narra diego: No eh parado de mirar el estúpido reloj durante toda la estúpida noche, no eh descansado nada, pienso que me preocupo mucho por ir a la nueva escuela, ver nuevas caras todo esto me aterra.
2:13 a.m creo que cerrare mis ojos y tratare de dormir.

......

6:00 a.m Suena el despertador, horas mas tarde y lo apago dando le golpes hasta que al fin se apaga, me dirijo con mucha pereza al cuarto de baño y me quito el short y el bóxer, abro el agua y me pongo a mirar me al espejo. Jamás estuve tan nervioso como hoy.

Salgo de la ducha y me dirijo a vestirme ya que se me hace un poco tarde. Me pongo el uniforme del colegio y me dirijo a la cocina por algo de comida ya que ahora vivo solo en esta casa, coloco un recipiente con jugo dentro de mi mochila y otro con un delicioso sándwich. Cuando de pronto escucho que tocan a la puerta cosa que se me hace rara grito desde la cocina – Voy.!

Salgo lo mas rápido que puedo respiro profundo y abro la puerta y veo que detrás de ella se encuentra un chico rubio que me dice. – Hola soy tu vecino me llamo Will mucho gusto.

Quede petrificado por un minuto y luego reaccione y le conteste. – Mucho gusto Will soy diego me mude justo ayer.

Si ayer en la tarde vi el camión de la mudanza acá quería pasar ayer a saludar pero imagine que deberías de estar cansado así que preferí dejarlo para luego y acá estoy.

Muy amable de tu parte Will. – conteste y el sonrió.

Nos quedamos mirando por unos minutos y el pregunto. – ¿En que escuela vas?. – Conteste: – Voy en la escuela Libertad queda a unas cuantas cuadras. Me miro y dijo: – También voy en esa escuela, si quieres vamos juntos te llevo en mi auto.

............

Llegamos a la escuela me bajo del auto y le doy las gracias el solo me sonríe.

Pongo un pie dentro de la gran escuela y quedo petrificado con lo grande que es. De pronto un gran sonido hace que salga del asombro en el que estaba, todos empiezan a correr hacia sus aulas de clases pero por otro lado, yo por no conocer a nadie ni saber a donde ir me quedo hay parado como un idiota de pronto me dirijo a caminar buscando algún profesor o alguna persona que pueda ayudar me a saber hacia donde tengo que ir en eso se me acerca un chico un poco mas alto que yo y me pregunta. – Oye sabes donde esta la clase de 4to ''A''. Yo contesto apenado. – no lo se soy nuevo en esta escuela no se ni donde estoy parado. – El me mira y se ríe por un minuto y dice: - Pensé que seria el único nuevo en esta escuela que alivio mucho gusto soy Alan, ¿Cómo te llamas?.- Quede aturdido un poco por su risa pero conteste un minuto después. – Soy diego mucho gusto, al parecer estamos perdidos busquemos ayuda o perderemos la primera clase.- Alan asintió con la cabeza y decidimos buscar al director para que nos diera una ayuda.

Minutos después de caminar y caminar por la enorme escuela vi una puerta y sobre ella había un aviso que decía oficina del director nos dirigimos hasta allí y nos atendió una mujer parecía muy joven y era muy amable nos pregunto que se nos ofrecía y le comente que no sabíamos donde estaban nuestras clases ellas nos vio y dijo.- Ustedes deben ser los chicos nuevos, mucho gusto soy Carmen ya los llevare a sus respectivos salones de clase. –Nos dio la mano y la estrechamos luego de un minuto organizo unos documentos y la seguimos por el pasillo hasta que llegamos a una gran puerta; Carmen paso delante de nosotros y abrió la gran puerta y dijo: - Este es su nuevo salón de clases adelante presenten se a la clase.

Me puse de lo mas nervioso y miraba a Alan con cara de pasa tu primero, pero Carmen me tomo del brazo y tiro de mi y me coloco al frente de la clase sentí como mi cara se ponía roja de la vergüenza y se me erizaba la piel mire a todos en la clase y por una esquina del salón vi una cara conocida era Will y me pregunte que hacia en esta clase si él se suponía que debería ir una clase mas delante de mi,

al final no le puse atención me presente a toda la clase y luego tome asiento, justo al lado de una chica la cual no me hablo ni yo le hable durante toda la clase luego de unos minutos sonó la campana del descanso todos salieron mientras yo me quede dentro para no perder la ultima clase por el día.

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Fin del día de clases: me han dejado un par de ejercicios de matemáticas los cuales no entendí muy bien, me dirijo a caminar hacia mi hogar y coloco mis audífonos en mis oídos para distraer me mientras camino así conocería un poco mas el lugar, luego de haber caminado 2 cuadras me encuentro con una cafetería y decido entrar por un café hago mi pedido y me dicen que espere un momento y me dirijo a sentar me en una mesa cerca de una ventana cuando empezó a ponerse gris y comenzó a llover muy fuerte de pronto se acerco una mesonera con mi café, me dispongo a tomar mi café mientras para la lluvia cuando siento que alguien se sienta a mi lado y dice. – Hola. – La voz me suena conocida de algún lugar pero no recuerdo de donde así que me dispongo a voltear y miro que esta Will justo sentado a mi lado y le digo. – Hey, hola.- le sonrió y el hace el mismo gesto seguidamente pregunta. - ¿Cómo te ah ido en tu primer día?.- tomo un sorbo de mi café y me dispongo a contestar. – Un poco perdido en las clases ¿y tus clases que tal.?- Se quedo pensando por un minuto y luego hablo. – Bueno el día de hoy no a sido el mejor ya que estoy pasando por un intercambio me quede una clase y no me siento muy a gusto con esto por lo que veo tu también te quedaste una clase o me equivoco. – por desgracia también me e quedado una clase pero hay que seguir. – Will me quedo mirando a los ojos por unos minuto y me dijo. – Me gusta que personas como tu piensen de esas manera. – Luego de esas palabras quede en shock por unos minutos y will me saco del atontamiento diciendo. – Tu café se en fría ¿no te lo terminaras? . – Conteste tonta mente. – Ehh... si, disculpa es que ando en otro mundo creo que ya me voy. – Me disponía a levantarme cuando will me detiene diciendo. – No, no te vayas aun llueve te resfriaras yo puedo llevarte somos vecinos no hay ningún problema. – Me volví a sentar nuevamente en la mesa y le dije. – Esta bien, tienes razón no puedo darme el lujo de enfermar me. – will respiro en forma de alivio tomo su pedido y nos fuimos de la cafetería nos subimos al auto y nos fuimos a casa no cruzamos palabras duran te el corto trayecto nueva mente le agradecí me dispuse a caminar en dirección a mi casa, en realidad corría ya que aun llovía pero no tanto.

Entre a la casa y deje la mochila en el sofá y me dirigí a mi habitación me quite el uniforme y me deje caer en mi cama y de un segundo a otro caí en un profundo sueño.

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Un amor casi imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora