la llegada al nuevo colegio

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era el comienzo de una nueva historia en mi vida, luego de haber estado en otros colegios en los cuales en solo uno me porte bien y en los otros dos me la pasaba de desmadre; volví al colegio donde inicie mis estudios de primaria, entre a hacer octavo grado, entre al curso faltando un semestre para finalizar el año estudiantil, uno de los compromisos que adquirí para poder entrar al colegio fue que debía sacar excelentes notas para poder ganar el año en solo semestre y medio y yo acepte esta condición.

El primer día me sentía como el bicho raro, esa sensación nada agradable al ser el niño nuevo del curso, el primer día o bueno lo que quedaban de ese día de clases me la pase siendo todo "X". luego de presentarme uno que otro compañero que se me acerco, el día termino...

Al día siguiente llegué con un poco más de confianza, pero desde el primer día hubo una chica que se acercó; ella era de estatura promedio, pelo negro y largo una de las cosas que más me llamaron la atención de ella, una sonrisa linda, ojos cafés, de tés blanca, y algo gordita pero no tanto. Ella era linda o bueno es linda, pero es mi compañera solo como eso la veía, ese día todo transcurrió normal presentarme ante lo profesores, una que otra tarea, copiar en clase, en fin; ese día al salir al descanso ya estaba algo más suelto y salí con mis compañeros, decidí ser sociable con ellos y preguntarles cosas del colegio, como era eso ahí, como eran los mecanismos de calificación, como trabajaban, bueno, en fin.

Unos días después de haber ingresado al colegio ya estaba laborando como todos los demás. En las clases siempre estaba con esta chica, Marcela, ella siempre me ayudaba con cosas del colegio, me apoyaba en las clases y pues más cuando le conté de mi compromiso con el coordinador. Siempre me regañaba cuando molestaba con los muchachos o hacíamos bromas en el salón de clase.

Poco a poco fui desarrollando una amistad muy grande con ciertos compañeros: el Negro alto de tés negra, pelo negro y una personalidad increíble, Karen la novia del Negro un ser incomparable excelente persona, Sebas recochero amable, alto y de tés blanca, Marcela mi compañera que desde el principio me ayudo en las clases, Christofer una gran persona y panda(apodo)... los considero como mis hermanos, son como mi segunda familia.

Al pasar de los días tuve una discusión con mi compañera porque un profesor nos había puesto un trabajo y pues ese día no estaba muy bien de ánimo, había pasado algo que no me permitía pensar en nada que no fuera eso, ella se enojó conmigo a ver que yo no quería hacer nada.

- Juan por que no haces el trabajo.

- No quiero, no estoy de ánimos para nada.

- Mira que si no lo haces te perjudicara en tu nota y no podrás ganar el año.

- No me importa no tengo ánimos carajo.

Su cara fue de desagrado al contestarle de esta manera. Me sentí algo mal por ello y decidí ir a la cafetería y comprarle una chocolatina y dársela como signo de arrepentimiento por mi forma de contestarle anteriormente

- Oye, me disculpas por contestarte feo 

 - y le dí la chocolatina.

- no es necesario que te excuses y tampoco era necesaria la chocolatina.

- creo que si.

en ese momento hubo un silencio absoluto y solo nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos y luego de un momento nuestros labios se juntaron y nos besamos; ¿porque paso esto? no se me sentía confundido, no sabía si era por el momento o fue por inercia, no lo sé... luego de eso fuimos al salón donde nos tocaba la siguiente clase y me quede observándola por un segundo y pensé – creo que ya me está empezando a gustar, ¿coño que hago?, no puede ser, es solo una compañera – luego de esto salimos del salón al descanso y antes de ello volvimos a darnos otro beso.

pronto subiré el siguiente capitulo...

un nuevo comienzo y una loca aventura de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora