Repase mi día nuevamente desde que me despertés esta mañana hasta el momento justo en el que me encontraba, miré por encima del mostrador y la imagen ante mis ojos era devastadora cuerpos esparcidos por todos lados, sangre, mucha sangre, cristales rotos, soñozos por las esquinas rápidamente silenciados con un disparo, esa misma acción se repitó alrededor de 35 veces, y con cada uno mi corazón se detenía un segundo y el pequeño cuerpo situado a mi lado daba un pequeño saltito.
El sonido de disparos se acercaba hasta nuestro escondite y los ojos de mi pequeña reflejaban el mismo terror que lo míos tendrían que tener, bajé mi mirada y la clavé en el rostro pálido del que se había convertido en mi compañero de vida, de juegos infantiles y de su posterior maduración. Habíamos pasado una vida entera juntos y ahora la misma vida que el destino nos había otorgado se escaba entre mis dedos en forma de sangre, aumenté la presión en su pecho y rezé para que esto terminara y pudiera sacarle de aquí.
El último disparo se escuchaba demasiado cerca, le hice una señal a Sofía, mi niña que con tan sólo 5 años estaba presenciando aquel infierno, esta entendío mi gesto y se tapó fuertemente la boca.
Otro disparo, y este justo delante de nosotras.Aquella mañana amanecía un día más en la ciudad de Miami, un día soleado y caluroso de verano, las familias se refugiaban del calor en las playas, los parques y diversos lugares dónde pasarlos con la familia.
*Hogar de los Jauregui*-¡Mamá, papá está haciendo trampas!_gritó Sofía entre risas.
-¡Keaton!_Le riñó esta desde la habitación con una sonrisa en su rostro mientras terminaba de alistarse.
-¡Es mentira, Sofía no sabe perder!_gritó este en su defensa.Lauren no puedo evitar soltar una carcajada y tras coger su bolso salió de la habitación. Llegando al salón se escuchaban risas entrecortadas acompañadas de pequeños grititos, se asomó por el pasillo y encontró una escena digna de ser fotografiada, cosa que claramente hizo. Keaton mantenía a la pequeña boca abajo agarrándola por los tobillos con una sola mano mientras que con la otra jugaba al tennis en la wii. La pequeña chillaba sin control y su padre reía. Lauren salió de su escondite y le hizo gestos a la pequeña para que se mantuviera callada, lentamente se acercó hasta su marido y le pegó un golpe en la cabeza.
-¡Auch!_gimió este dejando de jugar para frotarse la zona "herida". Despacio bajó a su hija y tras soltar el mando de la wii se giró hacia su mujer con una sonrisa pícara_No debiste haber hecho eso_dijo cogiéndola en brazos y girándo con ella, Lauren comenzó a gritar entre risas al igual que Sofía y Keaton, cuándo este dió por finalizada su "tortura" depositó en el suelo a Lauren y capturó sus labios, esta sonrió en el beso y se separaron cuándo el sonido de un "Puaaaj" inundó la habitación, se separaron mirándose a los ojos y sin necesidad de pronunciar una palabra se entendieron y rápidamente se arrojaron hasta la pequeña y la comieron a besos.
30 minutos más tarde los tres se dirigían al crentro comercial a pasar un día en familia.
*Hogar de los Cabello*El irrirante sonido del despertador despertó a una nada contenta Camila, esta se levantó a regañadientes y se dirigió a la ducha no sin antes observar la espalda desnuda se su hermosa pareja, Ally Broke descansaba plácidamente entre las sábanas, Camila sonrió y se metió al baño. 20 minutos más tarde ya estaba completamente lista para salir, pero antes se acercó a su pareja y le dejó una nota al lado de la cama, besó su frente y salió de su departamento hacia la comisaría, este era otro día más, aburrido, en la ciudad de Miami.
~4 horas después~
*Fuera del centro comercial*
-¡Neceisto saber que pasa ahí dentro!_gritó exasperada_¿Cuánto tardará el estúpido hacker?