Créditos al respectivo autor de la imagen~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~31 de Octubre
_Agh.. Naru-to..
Los masajes que el rubio le estaba dando con la lengua sobre su sexo le estaban volviendo loco. Tenía los ojos llorosos, y su collar de cuero ya no le dejaba respirar pese al calor que hacia además de la molesta ropa negra y ajustada.
El rubio sabía jugar sucio.
_Más..
Pero, ¿Como habían llegado a esto?
Tendríamos que ir un poquito al tiempo, casi en la tarde, antes de que todo empezara....
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.Oe theme.. ¿Quieges it de comprgas?
Estaban en el comedor, era la mañana del 31 de Octubre y era hermoso despertar y desayunar juntos.
Excepto por Naruto, que durante la comida hablaba con la boca realmente llena.
_Mastica todo antes de hablar. Usuratonkachi, quién te entiende así.
Y con un acentuado sonido, engullio todo lo que quedaba en su boca.
_¡Dije que si vamos de compras!
_¿Que quieres comprar? -Dijo mirándole con una ceja alzada-
_¡Hoy es Halloween!
_-El pelinegro lo miró- ¿Y eso a mi qué?
_¡Tenemos que comprar algo de adorno para la casa y disfraces ttebayo! -Le dijo como si fuera lo mas obvio del mundo-.
Sasuke volvió la vista a su desayuno.
_¡¿Me estas escuchando?!
_¡Son cosas innecesarias dobe! Deja de molestar con eso.
El rubio suspiró.. Por años esas clases de discusiones los llevaban a peleas realmente serias y dolorosas para ambos, pero con el tiempo, Naruto entendió mejor a su novio y pudo cambiar sus enojos y berrinches por palabras bonitas y de comprensión.
Con una pizca de manipulación, de la linda claro.
Naruto lo miró con una sonrisita y su voz bajo de tono. Era dulce y tranquila.
_Oye.. -dijo estirando su manos por la mesa hasta tocar la mano contraria- será el primer Halloween que pasaremos desde que vivimos juntos, ya casi un año -Le sonrió añorado-
Pero claro, como negarse a ese hombre tan lleno de amor. Tan lleno de ternura, que aunque Sasuke no lo quiera reconocer, amaba cuando él se ponía así, amoroso y lindo.
Se lo pensó de todas formas, sin cambiar de gesto facial terminó de tragar su desayuno y se vio obligado a responder. Pero el rubio lo interrumpió de nuevo.
_Te prometo que no gastaré por cosas tan innecesarias.
_Esta bien, deja lavo esto y vayamos.
Se levantó con ademán de ir a lavar los trastes pero el rubio lo detuvo.
_¡Deja yo lo hago!
_Mhp.. -sonrió- Usuratonkachi...
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.El rubio, quien manejaba el auto, lo dejó aparcado en el estacionamiento del centro comercial.
Al bajar se miraron, lo que mas les gustaba era ir de compras juntos, caminar juntos, elegir juntos. Se sentían una pareja de casados, pero mas bonita aún.