El comienzo del fin.

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Recargada en el tronco, ingeniando un plan para salir de aquí sin ser vista por él, escucho como se levanta y comienza a caminar, hojas y ramas bajo sus botas se rompen, va de aquí hacía allá, sin ningún orden, a de estar estresado; Y entonces dejo de caminar, me entro el miedo de saber que posiblemente me haya encontrado, y efectivamente lo hizo. Mi respiración comenzó a agitarse y escuche su voz:

-Sal de ahí, me estas espiando?-Dijo, sonaba triste, fingiendo ser duro. Me quedaré aquí, que más da, no tengo nada que perder, no queda nada entre él y yo. Entonces un poco más fuerte dice:

-Deja de esconderte, joder, se que estas ahí, Zoe.-Maldita sea, no puedo seguir escondiéndome. Dudosa, me asomo y lo veo ahí parado de espalda hacía el tronco, su gabardina colgando de sus amplios hombros lleva también colgando mi universo, camino hacia él y me detengo cuando estoy lo suficientemente cerca para poder oler su loción. Me siento completamente una imbécil, no sé que hago aquí, no sé porque no me fui cuando supo que estaba viéndolo desde aquí. Entonces de reojo me mira y dice: 

-Si me estabas buscando, me encontraste, que quieres?-Dijo, fingiendo ser un autentico hijo de perra, no tenia que fingir, lo es. Se cree tanto que piensa que lo estaba buscando, tal vez en el fondo lo hacía, pero no es el centro de mi mundo como para estar esperando todo el tiempo encontrarlo casualmente por mi camino,  ¿a quien engaño?, esperaba verlo al menos de lejos. Entonces tratando de ser fría digo:

-No estaba buscándote, encontrarte fue una estúpida y enferma casualidad, no quiero nada, no hay nada que puedas darme ya.-Pronunciar esas palabras me dolieron más de lo que creí. Vi como tragaba saliva y volteo a mirarme, sus ojos endurecidos por mis palabras me analizaron detalladamente y dijo:

-Puedes irte ya, no hay nada que pueda darte, lo haz dicho, ese beso nunca existió.-Por primera vez pude escuchar como débilmente un sollozo se ahogaba en su garganta y como las lágrimas que sus ojos nunca han derramado se escondían. No me quedo más que asentir, como yo aún tengo un corazón caliente y latente, dejo que mis lágrimas salgan y mojen mis mejillas, entonces Judá con su dedo indice toma una de mis lágrimas que corre rápidamente por mi mejilla, su piel y la mía hicieron contacto y sé que él siente algo cada vez que eso pasa, es como si nuestras pieles hubieran sido hechas con la misma tela y tejidas al mismo tiempo. Mi corazón se acelero, tal vez se ha retractado y me pedirá una disculpa tal vez me quiere en el fondo muy en el fondo, pero me quiere. 

Y entonces con un cinismo repugnante me dice:

-Puedes irte, guardare esta lágrima, como el fin de lo que hubo una vez entre nosotros.-Lo hizo, termino con algo que no había empezado, ha creado otra herida, me ha hecho sangrar de nuevo y simplemente agacho la mirada y vuelvo sobre mis pasos hacía el santuario, ahora si, hecha mierda completamente, antes de irme, me detengo y me arriesgo, se lo diré, esto es el final de algo que ni siquiera pude decir que comenzó y quiero que sea un final tragicamente feliz; y entre sollozos le digo:

-Te quiero, puta madre, te quiero y puedes joderte después de esto, pero, quiero que lo sepas, y que terminar con esto no te hará más hombre y no te descongelara el corazón, esto simplemente te va a recordar que dejaste ir a alguien que te quería aunque fueras una completa basura.-Y me derrumbe, mis pedazos cayeron por completo y simplemente lloré como si alguien hubiera muerto y si, eso paso, no me mataron pero algo murió en mi. Y su armadura de hierro impenetrable se quebró y también sus pedazos cayeron, flaqueo las rodillas y quedo incado en el asfalto húmedo, mirándome con ojos suplicantes, con lágrimas desafiantes con salir.

Se quedo ahí mirándome, sus lágrimas nunca salieron, su boca nunca articulo una palabra, después de tiempo, se levanto, se limpio el asfalto de sus rodillas y vacilante se acerco a mi; tomo mi cabello, lo hizo a un lado y me dio un beso en la frente, un intento desesperado por borrar los malos ratos, fue un momento fugaz y desapareció, dejándome con el alma alborotada y el corazón agitado. No sabía como sentirme, estaba confundida, me perdí, no supe en que momento dejo de ser Judá y se convirtió en alguien con corazón, derrotada vuelvo al santuario y con paso lento bajo las escaleras y llego a mi habitación, con una soledad inmensurable, me tiro a la cama y simplemente dejo que el insomnio juegue con mis sentimientos y me haga derramar un par de lágrimas y después me haga enfadarme conmigo misma, dejo que se apodere de mi tiempo y me haga perder los pocos gramos de cordura que me quedan. Me pregunto en silencio, ¿porque desapareció? No esta listo para aceptar que me quiere? o simplemente, no quiere quererme? Dejo que la noche corra y me quedo esperando una respuesta del viento, me quedo esperando otro beso en la frente. 



un ángel entre sus pechos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora