El fantasma

113 6 5
                                    

Mi mejor amigo acababa de morir, solo quedaba yo, me acerque corriendo a mi cama donde había una gran cruz de madera, me senté con la espalda pegada a la cruz, había llegado mi hora, de la pared broto un hilo de agua que cayo en mi hombro.

Comencé a sentir un miedo que me recorrió todo el cuerpo, el miedo de alguien que sabe que su muerte esta cerca, a pocos segundos, pronto yo también estallaría en pedazos de hielo. Y de pronto, vi la inconfundible imagen de mi padre, que había muerto hace seis años, me acaricio el pelo y me dijo:

- Tranquila, todo saldrá bien.

Y recordé como había comenzado esa pesadilla.

Lucy, Andreea y yo estábamos delante de la casa del único chico de nuestra peña, Ronnie. Su casa, algo vieja, igual que la verja de madera que rodeaba la casa, hacia notar que no le quedaba mucho tiempo para seguir sosteniéndose. Lucy, de naturaleza patosa, tropezó con una piedra del camino y solto una maldición, lo que nos provoco carcajadas a todos nosotros. Pero paramos de reír enseguida que vimos salir a un fantasma del pozo de delante de la casa de Ronnie, muchas veces nuestros padres nos había advertido que no debíamos maldecir o blasfemar junto a un difunto, pero eso era lo de menos, ya que no podíamos entender que hacia ese fantasma de cabello negro largo y mojado por esa calle, da normal todos estaban en el cementerio con sus familiares y muy pocos se atrevían a rondar las calles con los vivos cerca de ellos, otros se limitaban a quedarse rondando el sitio donde habían muerto, pero no sabíamos que justamente en el pozo había un espíritu, nunca antes lo habíamos visto, ni si quiera nuestros padres nos habían dicho que había uno allí, aun que una vez si que nos explicaron que algunos espíritus, el morir solos se quedaban en la tierra pero como si estuviesen en un estado de hibernación ya que nada los podía despertar.

Habíamos despertado un espíritu errante.

La muchacha muerta se nos quedo mirando fijamente flotando por encima del pozo pero sin moverse.

- No sabia que alguien había muerto en el pozo - comento Lucy, desde pequeños nosotros habíamos pasado y estado delante de ese pozo y nunca ocurrió nada extraño.

- Yo tampoco - contesto Ronnie inquieto ante la idea de tener a ese espíritu delante de su casa, algunos podían llegar a ser realmente molestos con sus lloriqueos y lamentos...eternos.

Andreea, la mayor de nosotros se acerco al pozo seguida por nosotros detrás de ella, no es que nos diese miedo pero preferíamos mantenernos apartados de los fantasmas, nuestros padres siempre nos lo decían.

Ese pozo, construido desde hacia años y años, estaba algo maltrecho y el agua estaba lleno de hojas de los arboles junto a otros bichos.

- Como es que has muerto aquí? - le pregunto Andreea, lo que estaba prohibido por nuestros padres por que podía llegar a ser peligroso, aun que yo realmente nunca lo había llegado a entender, ¿ que nos podían hacer si estaban muertos? Nada.

El ente, supongo que agradecida por preguntarle comenzó a contarnos con voz tremola y resquebrajada, como falleció. Resulto ser todo menos aterrador de los que nos habíamos imaginado, incluso podía llegar a ser algo gracioso, cruelmente gracioso, todos sin poder evitarlo soltamos carcajadas y burlas hacia ella, sin darnos cuenta, propio de niños crueles, que estábamos cavando nuestra propia tumba.

Ni llegamos a pensar que nuestras burlas podrían volverse peligrosas hasta que el fantasma comenzó a maldecirnos con injurias enfurecidas. No llegamos a entender sus palabras, ni siquiera le prestamos suficiente atención como para darnos cuenta de que estábamos en graves apuros.

- Pobrecilla - soltó Lucy con sorna sin dejar de reír cuando el fantasma volvió a sumergirse en el sucio agua del pozo.

- Si...- comenzó a decir Andreea pero no pudo acabar la frase por que un gota de agua del pozo llego hasta ella y la salpico en la mano.

De la nada un rayo azulado apareció y atravesó a Andeea haciéndola añicos, de su cuerpo solo quedaron trozos rotos de hielo.

Todos soltamos gritos espantados, salimos corriendo en casa de la sacerdotisa del pueblo en busca de ayuda, era la primera vez que se producía un ataque contra un ser humano de parte de un fantasma.

De las verjas que rodeaban las casas por donde estas comenzaron a brotar pequeñas gotas de agua sucia que, a cada paso que dábamos parecían querer engullirnos hasta tal punto que el camino comenzó a llenarse de agua, corrimos a mas no poder descendiendo por los caminos sin aliento para llegar al primer cruce de caminos que ahuyentaba los fantasmas, para poder descansa antes de seguir nuestro camino hacia la casa de la sacerdotisa.

Por fin llegamos al cruce sin que ni una maldita gota del agua maldita llegara a tocarnos, subimos todos por las escaleras del pequeño santuario en busca de protección divina. Por todos los pueblos se mandaron construir esos pequeños santuarios para ahuyentar fantasmas y ayudar a proteger mejor a las personas, en el santuario solo había una pequeña cruz de madera y velas encendidas. Era poco pero nos sentimos protegidos y aliviados de poder respirar tranquilamente aun que fuesen unos pocos minutos. No pensamos en el espíritu enfadado ni en la maldición, ni en Andreea, que acabada de morir, solo pensamos que nos habíamos salvado de la muerte, gracias al poder de la cruz.

Con el tiempo la sacerdotisa escucho nuestras plegarias a la cruz y vino para ayudarnos, por medio de mas plegarias nos mantuvo a salvo bajo la protección de la cruz y los dioses, pero nunca le contamos en verdad lo que sucedió, que era nuestra culpa, que habíamos incumplido las reglas y habíamos hablado con un fantasma, nos habíamos burlado de la muerte.

La única inconveniencia de nuestra protección fue que no podíamos volver a salir del santuario, pasaron los años y nosotros vivimos en paz, o al menos lo intentamos, Lucy no volvió a ser la misma , seguía en estado de shock constante, apenas hablaba y a veces le entraba tal pánico que no podíamos tranquilizarla y debíamos llevarla al lado de la cruz.

Años y años pasaron y nosotros guardamos el terrible secreto de nuestra maldición y la muerte de Andreea bajo juramente, intentamos olvidar y todo parecía volver a la normalidad, pensamos que tal vez todo había acabado incluso nos atrevimos a salir del santuario para dar pequeños paseos, y nunca ocurrió nada pero una mañana me desperté temblando de miedo y con las imágenes del fantasma, la muerte de Andreea y los caminos del agua sucia y maldita en mi mente, hacia ya mucho que no tenia pesadillas.

Esa tarde todos nos sentimos inquietos bajo la mirada de una amenaza invisible. Estábamos todos mirando la televisión, hasta que sin querer se me desvió la mirada hacia Lucy, que estaba mirando fijamente un vaso de agua que me pidió que le trajese de la cocina, le toque el brazo a Ronnie para que la mirara también, algo me parecía extraño, Lucy siempre estaba temblando, pero en ese momento parecía tranquila, llena de paz, los dos nos la quedamos viendo hasta que el agua de su vaso se volvió oscura, sucia, nos levantamos los dos y corrimos hacia Lucy, solo eran tres pasos pero ella ya había metido el dedo en el agua y ese rayo de luz azul que no habíamos visto en años apareció y golpeo a Lucy haciendo que, al igual que Andreea, ella también estallara en mies de pedazos de hielo que nos golpeo a Ronnie y a mi.

- La cruz! - grito Ronnie mientras las paredes dela casa se llenaban de agua que descendía hasta el suelo amenazando el tocarnos. Salimos corriendo igual que la primera vez que nos había pasado, con el mismo terror impreso en nuestro rostro.

 La cruz estaba en el cuarto de Lucy, nos faltaba unos pasos para llegar cuando el rayo apareció de la nada para llevarse a Ronnie.

- NO ¡Ronnie no! - chille llorando mientras subía a la cama de Lucy y tocaba la cruz en busca de la protección que nos había ofrecido durante todos estos años, fue entonces cuando vi a mi padre muerto antes de que el rayo volviese a aparecer y llevarme también a mi junto a mis amigos.

No se lo que me espera en el otro mundo, pero será mejo que el profundo terror que he sentido todos estos años dentro de mi, por culpa de un error imperdonable. Y ahora, apunto de morir me arrepiento de haber guardado este terrible secreto, tal vez si lo hubiéramos contado nos hubieran podido ayudar mejor, tal vez...

Pero ya nada importa por que esta maldita pesadilla acabara junto a mi muerte y la de mis amigos.

FIN.

Que os ha parecido?

Si habéis llegado hasta aquí comentad ''mi mama me mima' JAJA , AHORA EN SERIO, os ha dado miedo os ha helado la sangre?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 21, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora