CAPÍTULO 2.

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Estamos volviendo a casa luego de que le contase todo lo que había vivido y que él nunca supo hasta ahora.

Cuando le estaba contando, no pude evitar notar cuando cerraba los puños y apretaba la mandíbula. Se veía sexy enojado, pero ese no es el punto, sino, que vi como se había enfadado por no haberle contado, le contesté que aunque le hubiera contado el se hubiese marchado de todas formas.

Cuando dejamos el tema para hablar sobre su vida, me contó que tiene una mejor amiga y que la conoce desde que se fue, se llevan muy bien y es muy guapa. No pude evitar sentir celos al escucharlo decir aquello, no la conozco y ya la odio.

Llegamos al frente de mi casa y noté como se tensó, lo tranquilicé abrazándolo fuertemente.

-Eh, tranquilo, he vivido con esto y sé cómo manejarlo. -le dije.

-Nunca volveré a estar tranquilo pequeña. -volvió a utilizar aquel adjetivo que tanto amo. -Llámame si necesitas algo, a cualquier hora y cualquier día.

-Lo haré. -dije apartándome un poco y el se acercó y me besó la frente, a lo que casi yo me derrito.

Caminé lentamente hasta que llegue a la puerta y la abría con la llave, no sin antes voltear la cabeza y verle por última vez.

Cuando entré a casa, aquel hombre se encontraba sentado en el sofá mirándome de manera acusadora.

-¿Dónde estabas pequeña zorra?-preguntó levantándose del sofá y dirigiéndose hacia mi.

No le contesto ya que esto le enoja más, se acerca a mi y cubro mi cara con los brazos esperando el puñetazo.

Un puñetazo directo hacia el muslo derecho, otro hacia mis costillas, en la espalda, en la pierna. Me dejo caer en el suelo llorando aún cubriendo mi cara y este empieza a patearme el estómago. Duele como la mierda pero no puedo ni debo quejarme, a menos que quiera morir esta noche. Al cabo de cinco patadas más parece que se cansa y se larga a su habitación.

-Maldito enfermo. -digo entre dientes para mi misma. Me levanto y miro alrededor confirmando que en realidad ya no está, salgo corriendo a mi habitación y la cierro con seguro.

Recuerdo lo que me dijo Ryan sobre que lo llamara si algo me pasaba, me acomodé en el colchón y busque el número que había agregado hoy en el parque, cuando estuve lista y preparé mi voz para no sonar rota, marqué. Un sonido, dos, tres sonidos..

-An..Andrés..- tartamudeé sin querer

-Emm, Andrés está durmiendo querida, ¿Quién le llama?- dijo una chica con una voz extremadamente chillona.

-Disculpa, no debí llamar.- dije antes de colgar pero la voz chillona dijo: -Exacto, no debiste llamar, es muy tarde pero.. ¿Quieres que le diga algo?-

-No, ¿Eres alguna familiar de Andrés?- pregunté esperando que no me hable mal.

-Cariño, soy su NOVIA.- dijo haciendo enfoque en "novia" y aquello bastó para que yo colgase la llamada y me derrumbara como nunca antes lo había hecho por nadie.

Estaba debajo de las sábanas, mirando al techo y pensando en TODO. Me permití llorar por todo, los golpes desde que empezaron, las vergüenzas que me han hecho pasar, por mis verdaderos padres, por haber sido adoptada por este hombre. En fin me desahogue y ya no tengo lágrimas para nada ni nadie más.

Vale aclarar, que el principal motivo por el que lloré hasta las cuatro de la mañana es él, Andrés Montgomery, el que pone mi mundo de cabeza desde que apareció en mi vida. Y si me preguntan que si me gusta, bueno, no me gusta, me encanta, todo en él sólo que ahora tiene novia y tengo que mantenerme lejos para no sufrir por él otra vez.

Recuerdo que cuando se fue y me dejó así sin más y sin despedirse, lloré como una desquiciada hasta que no pude más y no habían lágrimas para llorar, desde ese momento me prometí no llorar por nada y mucho menos por nadie. Hasta ahora, Andrés siempre rompiendo mis esquemas.

Y así fue como me quedé dormida de frente a la pared abrazando una de mis almohadas, pensando en aquel chico. Andrés él chico perfecto, pero no es para mí.

*Andrés*

Desde que me contó todo eso que vivió, no lo puedo creer, Camila me asegura que la conoce y dice que todo lo que me dijo es mentira. También asegura que ella sólo quiere llamar la atención y principalmente quiere que yo sienta lastima por ella para volver a entrar a mi vida.

Desde que me contó todo eso, al despedirme de ella me prometí no volver a caer en su juego de niña mentirosa y caprichosa. Yo soy feliz como estoy, mi novia Camila me hace feliz y ni necesito a nadie más, no es bueno que un chico con novia tenga amigas y menos que hayan sido viejos amores.

Camila es una chica genial, la conocí cuando llegué nuevo a la secundaria luego de estar devastado porque mi madre me mandó lejos para no estar con Jane. Le agradezco lo que hizo, me he enterado de que después de eso muchos chicos han pasado por la vida de Jane y se dice que ninguno de ellos duró en su vida más de dos meses.

Nunca le conté la verdadera razón de porqué me fui y tampoco fue necesario, ese amor que según ella sentía parece que se le olvidó al tercer día cuando me dejó de escribir, llamar y tener algún tipo de contacto conmigo.

Camila me ayudó a olvidarla pasando lindos momentos juntos y también me ayudó a madurar como persona, gracias a ella aprendí lo que era independizarse y se lo agradezco en el alma. Por eso la amo y no la cambiaría por nadie.

Ahora, lo que no quiero es que Jane arme un escándalo- con escándalo me refiero a que no quiero que invente mentiras de que Camila hace cosas o que ha visto cosas, porque hasta ahí llegamos como amigos-. Yo la quiero mucho, pero no toleraré que se meta con mi novia.

(***)

He llegado a casa y encuentro a Camila dormida en mi cama con un libro de biología al lado. Verla así me causa ternura, tanta así, que nisiquiera me quito la ropa, me recuesto a su lado y la acomodo sobre mi pecho para así caer en un profundo sueño.

Returning to the Past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora