Hasta el próximo Halloween -Stony-

Capitulo1-

-Steve-

Fue el año pasado y no he podido olvidarlo, fue una mezcla extraña de ser seducido y aterrado a la vez, no que me hayan intentado asesinar, pero, no todos los días te invitan a la mansión mas tenebrosa del mundo.

Se los contare paso a paso y así sabrán con lujo de detalles lo que pasó.

Era un día algo nublado, primero de noviembre, para ser exactos. A solo unas horas para el día de brujas, mientras caminaba hacia la universidad, las calabazas y adornos en las paredes de las casas del vecindario le daban a la calle un toque tenebroso.

Vivía solo desde los dieciocho, mis padres me compraron la casa mas cercana a la escuela, me ayudaron a pagarla hasta que conseguí un trabajo y pude mantenerme solo. No habría nada de extraño, si no fuera por el hecho de que detrás de un bosque y unas montañas hay una mansión muy peculiar, se convertía en la mayor atracción en estas fechas, todos los años alguna persona cuenta la historia de los pocos que intentaron entrar y salir de ahí con una buena experiencia, pero, no lo lograron ,nadie supo en donde estaban, no volvieron a casa...y las autoridades no podían esperar para poner los carteles que dictaban el escarmiento para los que vuelvan a intentarlo y se entrometan en los asuntos de esa extraña vivienda...fuesen los que fuesen.

Debo admitir que hubo un tiempo en el que yo también quería saber que secretos escondían esas antiguas y enigmáticas paredes, aunque después de escuchar las múltiples historias, a veces sangrientas, en torno a ese lugar descarte la posibilidad de salir con vida.

En la universidad no era un tema muy recurrido, todos estaban mas preocupados por las chicas, las vacaciones, y con un poco de suerte por los exámenes finales. Igualmente mis amigos, Nat estaba mas metida en los temas del partido de foot ball y su calificación en álgebra, Bucky solo quería estar con Sam, desde que se hicieron pareja no se despegaban...y yo, bueno, iba a la escuela y eso era algo, no me agradaba la idea de utilizar a las chicas para propósitos placenteros...y mientras la indicada llegaba, mi destino era morir solo.

Pero aún con tantas cosas en nuestras cabezas no dejabamos pasar el baile que los maestros habían programado para el tres de Noviembre, por que querían deshacerse de nosotros y por que los primeros dos días eran dedicados a los exámenes, dado a mi poca vida social, Nat me invitó.

-No puedo Tasha...es algo que no entenderías.

-Que payaso eres, Steve, tu nunca quieres divertirte- Recriminó caminando junto a Sam y a Bucky.

-Ademas, no pueden obligarme, tú estarás con...no se quien...estos dos no se van a despegar y honestamente no me harán caso, bailar solo no funciona.-Natasha aceptó ese punto, la campana sonó para que regresáramos a las clases, saqué lo que necesitaría de mi casillero, dijeron que nos juntaríamos en el descanso, bueno,solo Buck y yo porque los otros dos se irían a practicar, así, me fui a la clase que estuvo aburrida como siempre, el maestro de historia parloteando sobre las guerras serviles, mis estúpidos compañeros lanzando bolitas de papel, y yo dibujando la mansión, que por alguna estúpida razón, se veía desde la ventana... ¿Porque tanto misterio?, ¿Qué podría tener de especial, más que tarántulas y ratas?, si algo me había enseñado mi poca vida con mis padres era que ,ni los fantasmas, ni esa basura paranormal era real.

Después de que el maestro rompiera mi dibujo por no ponerle atención me permitió salir al descanso, la ventaja de la universidad es que siempre hay algo que ver, ya fuera el equipo o las porristas, Bucky miraba conmigo.

Dos horas después de clases aburridas y comentarios idiotas llego la hora de salir de ahí, Barnes nos llevaba a casa en su auto y como compartía la misma vida solitaria, se quedaba conmigo hasta tarde. Aquel día haciendo palomitas, mirábamos una película, James eligió una de terror y en medio de nuestros gritos de maricas, escuchamos que golpeaban la puerta, nos miramos extrañados, la película, el destino, la puerta...comenzábamos a asustarnos. Fui a abrir recordando que la realidad era otra, al abrirla encontré a un hombre, un poco pálido, delgado, ojos verdes y con un traje negro, se veía anticuadamente elegante, trague saliva y trate de hablar.