Este relato narra una experiencia normal y ordinaria (en el buen sentido de la palabra) de una adolescente de 16 años quién se hace admiradora de un tipo que no conoce para nada, pero al pasar los días eso puede cambiar, ¿no?, ¿NO?.
Lo recuerdo bastante bien, era mayo o junio, salía de una aburrida clase de historia junto a Juliette,una amiga, hablábamos sobre un niño que se "parecía" a un conocido comediante, no sabíamos como se llamaba, pero se veía buena gente en cierto modo. Entre risas dijimos que le hablaríamos pero obviamente de broma,dado que a veces soy algo vergonzosa.
Ya terminado el recreo, íbamos a entrar a consejo de curso y como es de esperar nuestra profesora aún no llegaba, sin embargo dejó las llaves para que pudiésemos entrar, me senté cerca de la puerta y desde allí pude ver a un grupo de mis compañeros quienes hablaban con niños de otros cursos, entre ellos había uno que se veía diferente, tenía cara seria y un aspecto algo amargado, aún así me pareció algo lindo, se lo dije a mi amiga, ella con una sugerente mirada alzó las cejas yo solo me reí, nada interesante pasó el resto del año.
Si bien me avergüenzo de hacer algunas cosas, puedo considerarme una persona sociable que puede dialogar con un desconocido y me llevo bien con la mayoría de mis compañeros, tengo varias amigas, pero las que destacan son Abby, Carla y Amanda; a las primeras dos las conozco desde que tenía 6 años, junto a Carla tenemos una amistad mayor al molestarnos diciendo cosas pesadas y a veces golpeándonos, en cambio a Amanda la conozco de principio de año y no sé la razón pero nos llevamos bien.
¿Amigos hombres? sólo los idiotas de Felipe y Juanjosé los quiero bastante pero viven muy lejos (ciberfriendsforever).
Después de todas las celebraciones de fin de año, me largo del pueblucho en el que vivo y junto a mi madre nos vamos a la casa de mi abuela, En en centro del país todos los años nos quedamos por 2 o 3 semanas. Pasé unas buenas vacaciones estaba nerviosa porque ya iba pasar a tercero medio, debía elegir Científico o Humanista, me imaginaba ya saliendo del liceo en dirección a una Universidad de prestigio si es que me alcanza el puntaje.
Tercero medio, el tiempo pasa muy rápido, se supone que es el curso más difícil, espero seguir el ritmo.Después de tanto pensar elegí Científico porque todas las carreras que me interesan tienen ese enfoque, aunque me va bastante bien en lenguaje e Historia pero me parecen asignaturas extras bastante latosas, por decirlo de alguna forma.
Amanda se ha vuelto una de mis mejores amigas, así que le he dicho que encuentro lindo a ese niño serio, que este año va siempre acompañado por un tipo nuevo; quién, para mi suerte, era ex compañero de ella, eso me da oportunidades de hablarle, aunque es lo menos probable porque me da algo de vergüenza.
Para poder identificar a este niño he decidido llamarlo "galleta" debido a los numerosos lunares que tiene en la cara, parece una toddy y a su amigo para que no se diera cuenta de la situación, lo llamamos El amigo.
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Mi buena Amanda le dijo a todo nuestro circulo de amigas mi inclinación o podría decirse leve interés de mi parte hacía aquel duende gruñón. Esto no va a funcionar,bueno tampoco quería que "funcionase" lo encontraba lindo y ya,no es que quiera casarme con él ni nada.
-yo lo conozco, dijo Abby, hablamos de anime a veces, te lo puedo presentar.
-no gracias, si quisiera hablar con él lo haría sola,respondí.
Hoy en la tarde en las puertas del liceo me encontré con Amanda y nos pusimos a conversar de repente entró <El amigo>, Ella lo saludó. de pronto a este pobre niño (de casi 190 cm) le empezó a salir sangre de la nariz, fue bastante gracioso, le brindaron papel higiénico y bromearon al respecto, cuando sonó el timbre llegó desde el patio el niño serio, no lo vi a la cara, y me sentí algo rara, incluso miré para otro lado para no tener que verlo a la cara, pero si ni le conocía ¿por qué?, ni siquiera saludó solo se lo llevó.
Era una acogedora mañana de marzo, caminaba despreocupada y distraída hasta que alguien me preguntó ¿trajiste calculadora científica?. no se me había olvidado que tenía una prueba de física, pero se me ha quedado la calculadora SOBRE LA MESA,qué cliché. no era para grandes cálculos, sin embargo de todas maneras la necesitaba a la tercera hora, Abby vio mi preocupación, rápidamente fue a conseguirse una ya que es bastante popular y conoce a hartas personas además es humanista entonces no la necesitaba, se consiguió una para mí y era la de él...
