ú n i c a p a r t e

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-Jess, ¿puedes ir a la tienda por unas cosas para la cena?
-¡Claro, má!

Y por éso me encontraba fuera, no saldría por convicción a las calles y mucho menos a esta hora, pero mamá quería su lata de legumbres, y ante éso no protestaba.
¿Desde cuándo la tienda quedaba tan lejos? Que yo recuerde no estaba para nada retirada.
Al fin llego y ¡oh, sorpresa! Se encuentra cerrada, ahora tendré que ir a la que está al final de la calle aunque éso implique que puedan raptarme o cortarme un dedo.
Después de todo, el don de la exageración nunca se me quitó.

~~~

¡Vaya que es retirado! Siento que he caminado más de veinte minutos y no consigo llegar, mi única compañía era una piedra que venía pateando hace cinco minutos y dejé atrás; por cierto, estaba helando y yo no llevaba nada para cubrirme, aunque es pleno verano, éso no debería de estar pasando.
Por inercia volteo a mi izquierda y por la ventana de una casa veo a alguien ¿colgado? Oh, no. Ésto no es bueno, necesitaba llamar a emergencias y mi móvil no estaba conmigo, a mí lado, con un metro aproximado de distancia, pasó una mujer a un lado con un paso en verdad apresurado, le grité para pedirle ayuda pero no se detenía.

-¡Eh, necesito tu ayuda! ¡Detente por favor!
Le grité a aquella mujer. Nada.
Volteé a ver la ventana para ver si éso seguía ahí, lo estaba, al menos no iba a irse.

La mujer comenzó a correr como si huyera de algo《pudo haber sido un perro》pensé.
Apresuré mi paso para intentar alcanzarla, pero ella me sacaba una considerable ventaja.
Continuaba gritándole y ella no se detenia; cuando menos lo imaginé, yo me encontraba corriendo.
¿Qué rayos pasaba con esta mujer?, ¿cuál era su necesidad de huir?
Cabe aclarar que no podía ver su rostro, lo cubría una enorme capucha y sólo salía su cabello

Llevaba buen rato corriendo y mis piernas comenzaban a flaquear, el cuerpo me ardía y mi garganta se encontraba seca, lo raro es que ella no se inmutaba, para nada.

Estuve a nada de poder tocar su hombro pero ella fue más rápida y se movió.
Estuvo aligerando su paso y estaba al fin logrando alcanzarla.
Ya ni siquiera recordaba por qué la seguía.
Tomé su hombro con fuerza y la posicioné frente a mí, saqué su capucha y bajo ella se encontraba, un segundo, bajo ella me encontraba ¿yo? ¡Cómo es éso posible!

-¡Huye, huye antes de que él venga!
-Yo, tú, ¿de qué hablas? -tartamudeé un poco.-
-¡Tonta, él ya está aquí! ¡Ya es tarde!
Y la Jess que se econtraba bajo la capucha fue degollada, frente a mí. Su sangre ya se encontraba corriendo por el suelo.
Yo estaba más que confundida, me encontraba aterrorizada.

-Es tu turno, linda.
Dijo aquél hombre con una misteriosa voz, y justo cuando estaba por apuñalarme desperté agitada, pálida puedo jurar, ¿qué había sido éso? ¿qué significaba?
Tomé mi móvil y comencé a verlo para intentar relajarme y llegó un mensaje.

Desconocido.
Huye.

Ay, no, no es cierto.

Otro mensaje.

Desconocido.
La cuenta regresiva empieza, ¿lista para jugar?

Fin.

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