—Tienes que dejarlo de una vez Daphne, no puedes seguir así —Trague la gran cucharada de helado que tenía en la boca y me limpie las lágrimas.
—No puedo, es que ni siquiera sé cómo paso esto, él se ve feliz cuando está conmigo —Conteste deprimida. Escuché un suspiro del otro lado de la línea. Tragué un sollozo y volví comer una cucharada de helado.
—Deja de comer tanto helado, te vas a poner gorda y no te va a querer un buen hombre —Dijo en tono burlón.
Iba a contestarle mal cuando llamaron al timbre. Fruncí el ceño y miré la hora las doce y veinticuatro de la noche. ¿A estas horas visita?
—O-oye, te llamo en un rato, vino alguien —Antes de que dijera algo más, colgué y ande de prisa hasta la puerta. Miré por la mirilla y vi a un chico de espaldas. Con miedo abrí un poco la puerta y asomé la cabeza—¿Necesitas algo? —Pregunte en un susurro. El chico se dio la vuelta y sonrió ampliamente.
—¿Eres Daphne? —Pregunto.
Asentí un poco y abrí más la puerta—Yo soy Jeon Jungkook, Encantado —Entrecerré los ojos y lo mire mal—Bien, iré al grano. Soy el novio de la chica con la que te pone los cuernos tu novio —abrí los ojos como platos e intente cerrar la puerta, pero no me dejo—Oye, escúchame un momento, no vengo a decirte nada malo o algo así, solo a proponerte algo —Deje de forcejear y volví a abrir la puerta—Gracias —Murmuro antes de pasarse la mano por el pelo para colocárselo bien—No soy un violador o algo así, mira, toma, mi carnet, pero déjame entrar, no es lugar para hablar algo así —Rechace su carnet y me aparte de la puerta para dejarle entrar. Ande hasta el salón y me senté de nuevo en el sofá con el bote de helado en las piernas comenzando a comerlo de nuevo—Wow —Exclamo mirando alrededor—No parece la casa de la una chica —comento sentándose.
—No es que precisamente tenga muchas ganas de limpiar después de saber que mi pareja por cuatro años, esta enrolladlo con otra chica desde hace año y medio —Asintió levemente y sonrió.
—Bien, la propuesta que te tengo es vengarnos de ellos dos —Levante una ceja y me metí una cucharada de helado en la boca—Llevan tiempo jugando a dos bandas, es hora de devolvérsela de la misma forma, pero un poco más cruel... —Deje el helado sobre la mesita de café y me limpie las manos en el pijama—Sucia —Dijo antes de reírse.
—No quiero vengarme, no quiero ser como él —Dije después de fulminarlo con la mirada.
—¿Simplemente vas a dejar las cosas como están? —Asentí—¿Vas a seguir con él? —Me mordí el labio inferior y volví a asentir. Él abrió los ojos y negó con la cabeza—No deberías seguir con una persona así —Suspire.
—Lo sé, pero...lo quiero —Susurre tragándome las lágrimas.
—Pero él no te quiere lo suficiente como para solo estar contigo, no merece tu amor —Lo mire unos segundos serena antes de comenzar a llorar como una niña pequeña.
—P-pero...él ...él juro que me amaba ¿Cómo puede hacerme esto? —Balbucee entre sollozos. Me cubrí la cara ocultando mi rostro, estaba avergonzada por llorar delante de un completo desconocido.
Sentí una mano sobre mi hombro y al cabo de unos segundos sentí como rodeaba mi cuerpo con sus brazos.
—Se lo que sientes, ella es mi pareja desde el instituto, pero hay que pasar página y lo mejor es hacerles pagar por el dolor que nos están causando —Asentí levemente y me aparte de él—Vístete, sé dónde están cenando, vayamos a ver que suelen hacer —Lo pensé por un tiempo y simplemente decidí hacerle caso.