•Dieciséis•

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Harry lucía tan indiferente, tan ido, ya no le importaba nada. Estaba sumido en una tristeza incontrolable que lo hacía no poder concentrarse en el trabajo, no podía pensar bien y no estaba haciendo las cosas como se debían. En aquel momento, sólo quería los reconfortantes brazos de su esposo para que lo abrazasen, pero desde luego, Louis quizás no quería eso. El ex-rizado pensaba que su marido ya no lo quería, y eso estaba bien, porque él ha sido un mal esposo, se merecía lo que le estaba ocurriendo.

-Señor Styles, debería irse a casa.- le dice Tessa con la mirada triste -No luce muy bien.-

Sacudió un poco la cabeza -En mi casa no me sentiré mejor.- susurró.

-Todo se solucionará, usted espere.- le dio ánimos la castaña -Nunca he visto un amor como el de ustedes. Puedo asegurar que esto es sólo una mala racha.-

Harry suspira y asiente -Quizás tengas razón. Pero aún tengo aquellas palabras de Louis en mi cabeza, y simplemente me atormentan a un punto que ya no quiero ni siquiera intentar, quiero sólo desvanecerme en el aire.-

-¿No cree que es buen momento para que vaya a casa, con un lindo ramo de flores y le diga a su esposo que va a luchar por su relación?- pregunta la chica con ojos llenos de esperanzas -Tengo el número de la floristería a la que siempre acude.-

-Quizás es lo mejor.- susurró -Quizás deba intentarlo y dejar de actuar como un niño malcriado frente a Louis.- sonrió -Encarga el ramo de rosas más hermoso que puedan tener.-

La chica sonrió y en seguida fue hasta su escritorio para buscar el número del local.

Louis estaba aún en el aula de clases, estaba haciendo la planificación para el segundo bloque de evaluaciones de sus estudiantes. Él no era de esa clase de profesores que simplemente querían joderte la existencia, y que hacían exámenes sumamente complicados con la finalidad de que no pasases la materia. A él le gustaba hacer sus evaluaciones en punto intermedio, ni demasiado sencillo, ni demasiado difícil. Con el fin de que sus estudiantes se exigieran un poco al estudiar, y que al final de todo, diera frutos.

El problema llegó cuando sintió que la puerta del aula se abrió. Él ni le echó una mirada, pensando que era alguna de las señoras de limpieza.

-Hola, profesor Styles.- escucha aquella voz masculina. Maldita sea.

Louis levanta la mirada tratando de lucir indiferente, y mágicamente, lo estaba logrando -Buenas tardes, joven Smith. ¿Qué se le ofrece?-

El rubio esbozó una sonrisa socarrona -¿Por qué tantas formalidades, Lou?-

-Sugiero que me llame "profesor Styles".- le regañó -¿Qué desea?-

Rió por lo bajo -Sabes lo que quiero.-

-No tengo ni idea, a decir verdad.- Louis estaba realmente siendo bueno con esto de lucir totalmente tranquilo, cuando en realidad, su corazón latía muy rápido por los nervios.

-No se haga el desentendido.- se acercó a él -Quiero repetir lo del otro día.-

Frunció el ceño -Pues te quedarás con las ganas, no planeo volver a hacerlo.-

-¿Acaso no le gustó, profesor Styles?- hizo un puchero exagerado -No lucía muy disgustado cuando gemía y me pedía que fuese más rápido.-

Se levanta de la mesa y toma su carpeta entre sus manos -Suficiente, joven Smith. Ya me voy. Mi esposo me espera en casa.-

En realidad Harry no lo esperaba porque obviamente estaba en el trabajo, pero vamos, debía escapar de ese chiquillo malintencionado. Caminó a toda prisa hasta la puerta del aula cuando escuchó a Evan decir.

-Profesor Styles, quiero repetirlo. Y quiero decirle, que sino obtengo lo que quiero, quizás su esposo se entere.- y Louis no pudo verlo porque estaba de espaldas, pero sabía que tenía una sonrisa triunfal.

Maldita sea, ¿En qué se había metido?

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H o l a  m i  g e n t e

Capsito pa ustedes jojojo

Que lokiz. Evan me cae mal chao.

Chao lojamo bezoz

- Fer xx

Expediente #505: Un matrimonio fallido [Larry Stylinson]  {{TERMINADA}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora