Capitulo 6 Perdida en Londres

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La sesión termino media hora después, ya íbamos en el carro y entonces comenzó una de mis canciones favoritas asi que por inercia acerque mi mano al botón del volumen recibiendo un manotazo antes de llegar a el.
-¿Acaso me acabas de dar un manotazo?- dije preguntándole al idiota sentado a mi lado
-Nadie toca mi equipo de sonido- dijo cortante mientras yo estallaba en risas
-¿De que te ries, no me escuchaste o estas mal de la mente?- dijo mas molesto que antes
-Es que me diste un manotazo idiota, eso es de niñas, aquí demuestras tu hombría Daniela- dije riendo aun mas fuerte, su cara se torno roja y entonces freno el carro en seco.
-Bájate- una sola palabra que me hizo parar de reir en un segundo
-¿Qué?-
-Ya me oíste bájate- me lo dijo serio y sin parpadear, lo que me demostraba que lo decía mas que enserio.
-¿Estas de broma no?-
-Claro ya veo lo que pasa, no soportas estar lejos de mi presencia, te entiendo, siempre me pasa- dijo el muy idiota cosa que me irrito y no lo pensé dos veces antes de salir del carro.
-Te veo en la casa, ojala y te pierdas- dijo para después acelerar e irse de ahí dejándome parada en una calle que yo ni conocía, a quien engaño ni la ciudad la conozco.
-Idiota- susurre para mi misma mientras caminaba sin rumbo alguno, empezaba a hacer frio, tenia hambre y estaba perdida, podrían secuestrarme o peor llevarme de vuelta con el idiota ese, segui caminando hasta que me tope con una pequeña pizzería, se veía muy pintoresca y agradable, asi que decidí entrar.
-Buenas noches, bienvenida a Tonny's ¿que se te ofrece?- dijo la chava detrás del mostrador que traia una cara de aburrimiento que ni podía con ella
-Czarina ¿que te dije de la sonrisa?- llego un señor alto y gordo regañando a la chica que creo es Czarina
-Buenas noches, bienvenida a Tonny's el lugar mas aburrido para trabajar donde eres la esclava de tu papá, ¿Qué vas a llevar?- dijo con una sonrisa enorme y con voz de comercial, el señor que supongo es su padre tenia una cara digna de fotografía, reí por lo bajo y me aclare la garganta para contestarle a Czarina.
-¿Quisiera saber que me completo con dos euros?- dije apenada ya que era todo lo que traía en los bolsillos, mi bolso se había quedado en el carro de el idiota.
-¿Es enserio? Linda aquí no vas a conseguir nada con dos euros más que a lo mejor una galleta o un cannoli- dijo la chica mirándome
-Esta bien, entonces una galleta por favor- dije algo desanimada entregándole los dos euros que traía
-Aquí tienes-
Despues de agarrar la galleta que me estaba tendiendo busque una pequeña mesa pegada en la ventana para sentarme un rato, después de unos minutos un plato con dos rebanadas de pizza fue puesto delante de mi.
-Son de pepperoni con jamon, y no te preocupes la casa invita- dijo la chava que hace unos minutos me había atendido. – Por cierto soy Czarina, mucho gusto- dijo para después tenderme la mano la cual tome en forma de saludo
-Soy Sara pero enserio no tienes por que molestarte con la pizza-le dije viéndola apenada
-No te preocupes, soy más o menos como la dueña de aquí asi que no hay problema en que te regale rebanadas de pizza- dijo muy despreocupada
-De acuerdo, la aceptare pero mañana vendré y la pagare, además tengo hambre- dije para después reír junto con ella
Asi pasamos media hora Czarina y yo platicando de temas triviales y algunos sin ningún sentido, resulta que su papá la esta entrenando para que herede la pizzería, pero lo que ella en verdad quiere es tocar en una banda, cosa que a su papá le desagrada por completo

-Uy, creo que no eres la única con mala suerte hoy, mira a ese pobre chico- me dijo Czarina susurrando mientras observaba a alguien que acababa de entrar por la puerta, para mi sorpresa era nada mas ni nada menos que Daniel Idiota Evans pero lucia terriblemente mal, creo que es el mejor dia de mi vida, estaba empapado, con los tenis y los pantalones llenos de lodo, ¿a caso trae un pedazo de rama en la cabeza?
-¿Pero donde demonios te habías metido?- dijo Daniel sacándome de mi escaneo mental, parecía en verdad molesto, mas que cuando quise subir el volumen en su auto
-Fíjate que cierto idiota me hecho de su carro y como no conozco la maldita ciudad y no traia dinero me perdi hasta que por obra del destino aparecí en frente de esta pizzería donde por fin pude entrar en calor y comer algo- le conteste ahora yo igual de molesta que el. –Y además ¿Qué te paso?- agregue ya que la duda de su horrible estado me intrigaba.
-Ahora me toca a mi contarte una historia, resulta que cierta chica pensó ilusamente que la dejaría tocar mi equipo de sonido, asi que quise hacerle una broma y le dije que se bajara del auto, me fui a darle una vuelta a la manzana y cuando regrese la inteligente ya no estaba, asi que me la pase toda la tarde buscándola, no me fije que se me acababa el combustible y se me paro el carro en medio de la calle, claro que todos los que pasaban por ahí me dijeron hasta de lo que me iba a morir, después segui mi búsqueda a pie, y no se si lo has notado pero está lloviendo afuera como si nunca hubiera llovido, a si que trate de buscar techo en un callejón y de repente salen dos perros del tamaño de unos osos y me empiezan a perseguir, mi única salida fue treparme a un árbol, lo cual no hacía desde los siete años, estuve ahí arriba 2 horas hasta que se cansaron y se fueron, después baje y empecé a caminar hasta que por obra del destino veo a la misma chica riendo despreocupada de la vida sentada al lado de una ventana mientras come pizza- dijo rápidamente mientras yo no hallaba que decir
-¿Regresaste a buscarme?- fue lo único que salió de mis labios
-¿A caso no oíste? Claro que volvi a buscarte, no iba a dejarte tirada en una ciudad que no conoces y a demás sola, ¿enserio pensaste que te iba a dejar aquí?, ¿Tan patán me crees?- dijo eso con algo de ¿desilusión? En su rostro, no supe descifrar que era.

-¿Quieres la verdad o la mentira?-
-¿Sabes que? Vete al diablo- dijo molesto para después dirigirse a la puerta, ahora si meti la pata
-Daniel espera- dije tomándolo del brazo, el solo me miro mientras respiraba fuertemente. – Lo siento, puede que seas un idiota, mal educado, niño mimado, creído y muchas cosas mas pero no creo que seas capa de dejar a alguien asi como asi en la calle-
-Vaya si le quitas todos los insultos parece una disculpa sincera- dijo mientras que se le formaba una pequeña sonrisa, debo admitir que se veía muy guapo asi, no entiendo porque no sonríe mas a menudo en vez de estar como un ogro amargado todo el dia
-¿Tienes tu teléfono? Voy a marcarle a alguien para que vengan por nosotros- dijo después de unos segundos de silencio.
-No, lo deje en mi bolso, que esta en tu carro, estamos varados- dije algo desesperada
-Si quieren pueden usar el mio- dijo Czarina que no había hablado desde que llego Daniel
-Por favor, te lo agradeceríamos mucho- dijo el ahora señor modales mientras Czarina le tendía el teléfono
-No esta tan mal como me lo describías, de hecho es sexy- dijo Czarina en mi oído cuando Daniel se alejo para hacer la llamada
-¿Sexy?, admito que no esta tan mal, yo diría que del uno al diez le doy un cuatro pero sexy no lo creo- dije mientras reia por su comentario
-¿Cuatro?, tan poquito, se nota que no sabes apreciar la belleza humana- dijo haciendo pose de creída para después soltar una carcajada a la que yo me uní.
-Richard llegara en cinco minutos, por fin iremos a casa- dijo Daniel acercándose mientras le regresaba el teléfono a Czarina. – Gracias por dejarnos usarlo-
-No hay de que, siempre y cuando vengan mas seguido por aquí, acabo de llegar de intercambio y no tengo amigos aquí, me gustaría al menos reunirme con ustedes- dijo Czarina mientras nos miraba esperando una respuesta
-Por mi esta perfecto, me agradas, además tengo que venir mañana a pagarte la pizza- dije tocándole el hombro
-Mujer ¿que parte de la casa invita no entiendes?, si que eres terca-
-No sabes cuanto- dijo Daniel para si mismo, pero logre escucharlo.

La promesa que cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora