Era un día nublado y frió, no muy común en esta época del año. Un viernes normal y tranquilo para la mayoría de ciudadanos del lugar, que a esta hora de la mañana estaban ocupados con sus problemas cotidianos, pobres ingenuos que no se dan cuenta de la realidad, atrapados en su burbuja de mundanalidad y monotonía.
Sin embargo, en algún lugar cercano se encontraba una pobre chica que temblaba de los nervios, asustada hasta la médula, que solo podía pensar en lo estúpida que había sido y es que cuando en la vida se te presentan problemas reales dejas de preocuparte por banalidades tan superficiales como la fiesta que habrá el fin de semana o la ropa que te pondrás en dicha reunión.
Ana no era una mala chica, tenia 19 años y trabajaba en un pequeño restaurante de pizza. Su familia era muy problemática. Para empezar su padre era alcohólico y arrastro a su madre a aquel mundo. Luego vino el embarazo, ninguno de los dos sabia que diablos hacer con un niño, y justo por eso no tiene ningún sentido que tuviesen otro, y otro, y otro. Así que si, Ana tenia 3 hermanos y dos padre increíblemente estúpidos. Con el paso del tiempo, y el hecho de que sus padres no sabían nada de como serlo, vinieron los...golpes. Su padre jamas fue un hombre paciente, y su madre tuvo que pagar las consecuencias. Lo peor de todo es que después de cada golpisa, el se iba, solo...desaparecía. Su madre caía en una profunda depresión cada vez que pasaba, y ahogaba sus penas en el alcohol. La única razón de que sus hijos no hayan muerto de hambre fue su madre. La abuela Charlotte era un poco mandona y testaruda pero también era el único apoyo que tenían, y fue la mujer que les dio una casa y comida, mientras su madre se hundía en un pozo profundo y oscuro junto a toda su miseria.
Así que en realidad que Ana no haya caído en drogas o en alcoholismo es un gran avance.
Por otro lado, Josh solo tuvo un hermano mayor, sus padres también eran jóvenes cuando tuvieron a su primer hijo, Alex. Ellos no tenían mucha paciencia y nunca estaban en casa porque trabajaban todo el día para mantenerlos. Llegaban muy irritados y no sabían como castigarles, entonces venían los golpes y realmente no era su intención hacerlo pero no sabían que mas hacer.
Josh y Alex nunca se preocuparon por los estudios, sus padres jamas estaban así que no había quien los obligue a hacer sus deberes. Ambos niños crecieron solos, y sus personalidades se desarrollaron totalmente opuestas a la del otro. Mientras Alex era cariñoso y amable, Josh era grosero y agresivo. El era muy rencoroso y hiriente, no sabia como amar, jamas se lo enseñaron.
Entonces un día dos arboles torcidos se encontraron, Josh entro a trabajar en el restaurante donde Ana lo hacia. Al principio ninguno era consciente de la presencia del otro, pero luego se conocieron más y por alguna misteriosa razón Ana cayo de inmediato por Josh.
Después de un tiempo Ana acepto ser su novia, pero el amor jamas fue el fuerte de Josh. Peleaban constantemente, todo se volvió demasiado explosivo, pero Ana se negaba a verlo, a creerlo. Josh era un idiota en todos los sentidos, era tosco y grosero al hablar y también al actuar, pero Ana decidió ponerse una venda en los ojos, negándose ha aceptarlo.
Y ahí estaba ahora, a punto de tener un bebe, a los 19 años, sin saber absolutamente nada de eso. Ella estaba jodidamente asustada, temía que Josh la abandonara, tenia terror de lo que los demás pensaran, y se moría de angustia por lo que pasaría con su bebe si Josh no lo aceptaba, pero no podía seguir escondiéndolo, se notaba cada vez más. Así que se armo de valor y llamo.
un timbre...
dos timbres...
tres timbres...
-¿Hola?- Ana pudo oír perfectamente su voz lenta y adormilada, garganta seca y rasposa.
-Tenemos que hablar-fue lo único que dijo antes de colgar el teléfono. No quería que Josh la interrogara.
Salio rápidamente de su casa y tomo un taxi. Las palabras salieron de un tirón, tropesando unas con las otras cuando dijo la dirección de la casa de Josh(mas bien de sus padres). El taxista emprendió el viaje mientras ella se rebanaba el cerebro tratando de encontrar la manera mas efectiva de decirlo, no quería sonar como una víbora trepadora que lo único que deseaba era atar al hombre a su lado con un bebe. Al final decidió que seria con el clásico "Estoy embarazada".
Bajo del auto y se encontró con la puerta de de la casa de Josh, inhalo profundamente y toco el timbre y espero que le abrieran. estaba tan nerviosa que ni siquiera noto cuando se abrió la puerta, tampoco reacciono cuando Josh la jalo para que entrara, pero definitivamente si se percato del olor a cerveza.
Maldita sea
No dijo nada, de todas formas no serviría, así que solo subió las escaleras y se dirigió al cuarto de Josh, se quedo estática en la puerta, su cuerpo reaccionaba por si solo y cuando despertó de su trance ya se encontraba balbuceando "esas palabras".
-Estoy embarazada- y con aquellas dos simples palabras todo el mundo de Josh cayo al vacío, ya no habrían mas salidas para divertirse, ya no habría sexo, ni tiempo para el mismo, todo seria llanto y pañales, y estaba jodidamente aterrado.
Ana estaba muriendo de ansiedad, Josh no movía ni un musculo, tampoco emitía ni un solo sonido,casi parecía muerto, y ella estaba apunto de desmayarse de la angustia. Después de esperar un rato más, decidió irse, si el no lo aceptaba, ella podría hacerse cargo sola de su bebe, ya vería la forma, estaba dispuesta a pelear, ella definitivamente encontraría la forma. Dispuesta a irse se encamino a la puerta pero una voz la detuvo.
-No te vayas, lo resolveremos juntos-dijo Josh con la voz rota, el no quería un hijo pero no podía dejarla ir. Por otro lado, Ana sintió como su corazón volvía a latir, por un momento creyó que Josh la dejaría sola. Ellos serian la familia perfecta. O eso creía ella.