Parte única.

382 49 27
                                    

Te vi, y no supe como reaccionar.

La necesidad de llorar estaba causando un escozor extraño en mis ojos, el palpitar fuerte de mi corazón en el pecho, como si estuviera diciendo "corre". Mi pronta necesidad de estar en tus brazos se acabó cuando estabas ya muy lejos, cuando los metros que nos separaban eran demasiados, yo me dejé llevar. Estaba llorando.

Y ahí estaba, sin valor de dar unos pasos para alcanzarte, para decirte lo mucho que te extraño. Y tenías que saberlo, era necesario que supieras lo mucho que te amo, mon amour.

*

Mis recuerdos regresan a sus besos con sabor a vodka y jugo de arándanos, a las noches se luna menguante y canciones de los cuarentas en inglés. A su boca pequeña predicando amor a cada parte de mi cuerpo. Y cómo amaba esa forma suya de decirlo.

  Me gustas -le dije por enésima vez subiendo mis besos a su pecho, ahí donde escuchaba el latir tan pacífico de su corazón. Me miró y me estremecí. ¿Alguna vez me cansaría de eso?

Lo sé, tú me gustas a mí.

¿Crees que papá se moleste por esto? -pregunté, aunque el sabía que no me importaba la opinión de papá.

No, ya deja de preocuparte por eso.

¿Intentas callarme?

Intento hacer que dejes de preocuparte -me abrazó, y jamás le dije cuanto amaba que lo hiciera.

Sus manos recorrieron mis hombros hasta acariciar la espalda, luego siguieron hasta  mi cadera deteniéndose ahí. Entonces tuve que besarlo, hacer sentir a su cuerpo que el mío también lo necesitaba. Mi boca atacó su cuello con una infinita necesidad de atención, de motivación y... funcionó.

Esa noche hicimos el amor hasta cansar el cuerpo, porque estaba claro que la necesidad era más. No importaba mucho si podía dormir a su lado.

La luna siguió ahí, como si velara su sueño al igual que yo. Eran las cuatro menos cuarto de la madrugada, y yo no me reprimí repasar su rostro con los dedos, haciendo memoria fotográfica de cada porción de piel que podía ver. Era infinito mi amor por él, por YiFan.

Cuando nací él me odiaba y al crecer, sobre esa cama me juró amor. La vida daba tantas vueltas que jamás comprendí cómo llegamos a olvidar nuestros lazos sanguíneos y compartimos nuestro amor.

Eres mi hermano... ¿quizá fue eso lo que estuvo mal?

*

Las palabras no fueron suficientes cuando se fue, estuvimos peleando por veinte minutos diciendo nada. Era estúpido y me odio por ello ¿no podía si quiera darle una pelea justa? Era yo el error.

Se fue y me dejó ahí, con palabras en mi garganta sin permiso absoluto de salir. Y no es que peleáramos siempre, pero cuando lo hacíamos terminábamos mal, yo siendo el completo idiota que hablaba más y él, saliendo de casa por unos días.

Por la noche invité a LuHan a quedarse en la casa para no sentirme solo, tampoco es que él estuviera en mejor condición, pero de alguna forma quería sacar mis penas.

¿Crees que regrese? -pregunté fumando otra vez de la pipa, LuHan me miró preocupado.

Si es es inteligente se quedará donde está, seguro ya sabe que yo estoy aquí, dispuesto a romperle las costillas.

No quiero que lo odies, Han.

No es eso YiXing, acá no importa quien tuvo la culpa, sino quien intenta arreglar el problema. Eso hacen los adultos ¿no?

Mon amour »KrAy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora