Capitulo 1

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Hola a todos, hoy me siento con ganas de contaros aquella anécdota tan increíble que me pasó hará unos 5 años. Antes que nada voy a tomarme una tila para reponer las fuerzas.

Voy a empezar por el principio:

Mi nombre es Julieta, tenia 17 años, todo empezó con el divorcio de mis padres. Ellos dos se divorciaron por causas que no me han querido contar por nada del mundo. Mas vale no saberlas, por algo serán anónimas

Nos fuimos un día de casa sin decir adiós a papá. Ahora mismo nos encontramos las dos en casa de los abuelos, se pusieron muy contentos al vernos. Cuando vieron a mamá se dieron un abrazo los tres sin decir palabra, una lagrimita salió de 3 de cada 6 ojos del trio.

En aquellos momentos, después de las bienvenidas, mi madre se encontraba sentada en el sofá leyendo el periódico, no muy cerca de mi, yo estaba leyendo uno de mis libros de aventura preferidos , cuando de repente oí:

-¡Julieta!- la voz provenía de mi madre y estaba bastante alterada. Pensé que le estaría pasando algo grave y fui  corriendo a su auxilio. Pero me tranquilicé cuando dijo lo siguiente:

-Julieta mira esto, mira que pueblo tan bonito.- su voz parecía alegre. Raras veces tenia la suerte de pillarla tan contenta

Visualicé una especie de bosque con un castillo que me llamó mucho la atención. Había una hierba con un color verde claro, era mi favorito. También tenia unas rojas flores preciosas.

-¿Es precioso verdad?- dijo

-Si, ¿es precioso que ocurre con ese lugar?- Me cogió una terrible intriga sobre el interés de mi madre en ese sitio

-Haz las maletas, rápido, nos vamos hasta allí- la sonrisa de mi madre era preciosa.

-¿Queee?¿ vamos a dejar aquí a nuestros abuelos?

- Somos una carga para los abuelos hija.

Preparé las maletas muy contenta, tenia ganas de visitar nuevos territorios. Le dí dos besos a mis abuelos, se pusieron muy contentos al ver que ya teníamos un lugar donde pasar nuestras vidas. Dicho y hecho nos fuimos con el coche hacía allí. Mi madre me dijo mientras conducía:

-Se llama Botas, nos hospedaremos unos días en "el paladín", un hotel-bar. Dicen que es precioso y los servicios son buenísimos. Tiene unas vistas preciosas, y... por supuesto esta cerca del mar- dijo guiñándome el ojo.

Me gustaba mucho nadar en la playa. Cada año mi madre me compraba un biquini nuevo y así lo lucía en la playa. Me encantaba.

Cuando menos me lo esperé el coche paro en seco. Estabamos delante de un gran edificio, ¿seria eso el paladín?

-Hija mía, este es el paladín.

Me pareció un bonito lugar, era no mucho mas grande que mi instituto, tenia unas paredes grisáceas, en las cuales se podían contemplar aquellas piedras con las que se construyó tiempo atrás  .Arriba del todo había un caballero fuerte y valeroso con una larga espada. Era un paladín. Entramos  hacia el interior por una puerta enorme y llena de abalorios. Nos metimos en una sala parecida a la de un hospital, delante de nosotros había una mujer sentada delante de una blanca mesa hablando por teléfono. A la derecha había un montón de papel con a saber que tenían escrito. A la izquierda había una botella, era como yo, siempre llevaba una botella cerca, nunca sabía cuando me iba a entrar sed.

Cuando acabó de hablar por teléfono nos atendió diciendo:

-Hola, ¿en que puedo ayudarles?

-Hola, nosotras nos apuntamos por teléfono para hoy mismo. Nuestros nombres son Julieta  y Anna Smith. Si no recuerdo mal me dijeron que nos hospedaríamos en la habitación numero 147.- dijo mi madre.

-Si, un momento deja que lo compruebe. Vuestro DNI por favor.- dijo con su apagada voz.

No sabía para que quería el DNI pero mi madre  se lo dio sin rechistar.

-Correcto, la habitación 147, tomad las llaves. Os recuerdo que el servicio será a las 3 de la tarde y a las 10 de la mañana.

Fuimos hacía allí sin saber donde nos dirigíamos, yo no sabia donde se encontraba la habitación. Antes de que pudiera subir ni una escalera dije:

-¡Mamaa! se me ha olvidado el bolso en el coche

- No pasa nada, ve a por él, toma las llaves del coche te espero arriba. Si no encuentras la habitación pregúntaselo a esta preciosa persona.

La recepcionista no es que fuera muy simpática. Tenia el pelo negro y la ropa del mismo color, era una especie de gótica. Hablaba de una manera muy rara y me cayó mal.

Todo era mentira, me dirigí a la recepcionista y cuando me quedé sola con ella le dije:

-Espera un momento, me suenas de algo- dije intimidándola un poco con los ojos, la miraba de arriba abajo.

-Tal vez sea una sola coincidencia- dijo apartándose de mi con vergüenza.

-Espera, tu eres Matilda, la ganadora de Le Wald- dije gritando

Ella se sobresaltó y dijo:

-shhh calla. No lo puede oír nadie

-Esto es increíble , no puede ser. Vendré mas tarde a hablar contigo. Sinceramente no entiendo tu cambio tan radical. Me gustabas mas cuando estabas en el concurso. llevabas una preciosa ropa de marca pero no pasa nada. ¡¡Nos vemos!!

Fui hacia la habitacion y me paré antes de poder subir el último escalón me pare a pensar: ¿Como pudo Matilda participar en ese concurso si ella vive en Botas? Me dirigí hacia recepcion que es donde ella debia estar.

º CUANDO OSAS ENTRAR º #premiosawards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora